lunes, 13 de julio de 2015

Reflejo maldito - Sanación - #UnaImagenMilPalabras



"Debes hacerlo."

-No, no quiero hacerlo. Esta mal y es horrible.

"¿Quien dice que esta mal?"

-La mitad de las leyes nacionales e internacionales, además de la moral y la lógica.

"Vuestras estúpidas leyes no me aplican."

-Ya, pero a mi si. Y si me cogen, me pasaré el resto de mi vida en una mugrienta cárcel.

"Pues que no te cojan."

-Lo dices como si fuera tan fácil.

"Yo te ayudare, estaré aquí y te guiaré en todo lo que tienes que hacer."

-Que no. No es no. De ninguna manera voy a hacerlo.

Me aparté del lavabo y dejando de mirar el espejo, salí del baño.

"Puede que solo me veas ante un espejo, pero estoy aquí dentro siempre y no permitiré que rompas el trato."

Comencé a notar un dolor de cabeza que iba en aumento, como si alguien intentara estrujar mi cerebro con sus manos. El dolor se hizo insoportable e instintivamente me lleve las manos a la cabeza, para en vano, tratar de paliar el dolor. Las piernas dejaron de responderme, haciéndome caer al suelo. Notaba como la garganta vibraba por los escalofriantes alaridos que soltaba.

-Vale, lo haré.- Grité- Pero para por favor.

"Ahora tienes una escusa para ir al hospital y hacer lo que te pedí."

El dolor desapareció de inmediato y pude recuperar el control de mis extremidades. Me levanté terriblemente enfadado, cogí mi chaqueta, las llaves y salí de casa, dando un fuerte portazo.

"La puerta no tiene culpa de que ahora tengas que pagar el precio del contrato, Jeremy."

No le contesté, baje al sótano, donde una despampanante moto roja esperaba en mi plaza de garaje. Me monté, la arranqué, haciendo que el eco de su rugido retumbase por todo el silencioso garaje. En un momento estuve en la circunvalación de la ciudad, dirección al hospital más cercano.

Desde que hice el contrato, las cosas me iban muy bien, y él no había pedido nada más hasta ahora. Él me obligará a hacer todo lo que me pida, como hizo hace un momento y todo empezará a torcerse de manera drástica.

Aparqué cerca de la entrada de urgencias. La gente, médicos, enfermeros y pacientes no paraban de entrar y salir. Nadie me dijo nada por entrar y caminar por los pasillos. Tenía que dar con un alma sanadora, según Azazel.

Me puse un auricular del manos libres en la oreja, para poder hablar con el demonio sin parecer un completo demente, era un truco que había aprendido rápidamente.

-¿Como voy a encontrar un alma sanadora?- Pregunté, mientras iba examinando los pasillos en busca de algo que pudiera reconocer, aunque realmente no sabia bien que buscaba.

"Es una persona que se dedica a la medicina de manera natural, le gusta y le nace del corazón ayudar a los demás."

-Vale, descartamos a personal administrativo y de seguridad. Solo nos queda dos terceras partes del hospital.

"Voluntarios y estudiantes en prácticas serian los más indicados. Tienen que ser personas que no ambicionen poder o dinero, sino ayudar a los demás."

-Que bien, vamos a matar a una persona altruista que solo hace el bien.

"No lo mires así... Es solo un peaje. Mira, esa mujer de ahí, la de verde."

Al final del pasillo había una mujer entre los treinta y los cuarenta, vestida con un uniforme de enfermera, hablando con un hombre mas mayor y con bata, posiblemente un médico.

"Tienes que llevarla a un lugar apartado, como a una de estas habitaciones vacías."

El hombre se fue y la mujer comenzó a venir por el pasillo. Me metí en la habitación más cercana, vacía salvo una camilla y un armario.

Tome aire, para relajarme. Luego salí rápidamente de la habitación y corrí hacia la enfermera.

-Ayúdeme, mi madre... Le pasa algo...

La enfermera corrió conmigo hasta la habitación vacía. Cerré la puerta nada más entrar.

Para cuando la enfermera se percató de lo que sucedía, ya era demasiado tarde.

De mi boca salían palabras que no comprendía y en mi mano apareció un cuchillo con el que, sin mucho esfuerzo, arrebate la vida a la chica.

Los ojos de la mujer denotaban su dolor y confusión.

Lo más impactante fue ver como mientras caía, dejaba una leve estela verde remarcando su silueta y cuando el cuerpo llego al suelo, el humo verde se había concentrado en una esfera del mismo color que flotaba sobre el ya inerte cuerpo.

"Eso es un alma sanadora. Recógela antes de que ascienda."

En mi mano el cuchillo se transformó en una botella con un diseño antiguo, como de época. Atravesé la esfera humeante con ella y se llenó de ese humo que se volvió líquido una vez dentro. La botella, una vez llena, desapareció de mi mano.

"Tenemos que irnos. Vete por donde has venido. No corras, ve tranquilo. Nadie se dará cuenta hasta dentro de unos días."

Salí de la habitación y cerré la puerta suavemente. Me percaté de la pequeña inscripción que había en el marco. Había visto otras veces esa escritura, era el idioma del demonio que me había poseído, alteraba las cosas, haciéndolas más resistentes o frágiles, incluso podía hacer que no se viesen. A saber que era lo que ahí ponía.

No me costó salir del hospital, arrancar la moto de nuevo y volver a la circunvalación, de vuelta a casa.

"Aun hay profesores en el colegio... ¿No es un poco tarde para dar clases?" Murmuró el demonio en mi cabeza. "Puede que necesite ese alma también."

A la derecha de la carretera se podía ver un edificio, el instituto local y algunas luces aun encendidas en su interior.
Relato para el proyecto #UnaImagenMilPalabras de Reivindicando blogger. Podéis leer más sobre el proyecto y la organización en los hastags enlazados correspondientes a su blog.

7 comentarios:

  1. Buah. Ese puntito siniestro que le has dado me ha conquistado. No pensaba que de esa foto se podía sacar una historia tan llena de magia y de oscuridad. Me ha gustado muchísimo :)

    ¡Un abrazo!
    Étincelle

    ResponderEliminar
  2. Nunca hubiera visto una historia así en esa imagen pero sin duda es muy original. Me ha encantado el principio y si que me hubiera gustado más descripción durante el asesinato para conocer un poco al personaje. Aún así me ha gustado mucho, sobre todo que al final vuelva a repetirse.
    Un fuerte abrazo,
    María

    ResponderEliminar
  3. Pero qué siniestro todo, de verdad. La verdad es que es un enfoque muy original del cuadro y me ha encantado, me han dado ganas de saber cómo continua. Muy interesante, de verdad. Me ha encantado. Un abrazo enorme

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Buenas Miss Darcy:

      Tengo ya escritas dos continuaciones y estoy empezando con la cuarta y ultima parte, por lo que estaté atenta, que saldran publicadas a lo largo del verano.

      Un saludo.

      Eliminar
  4. Perturbador y a la vez mágico. Curioso cuanto menos. Felicidades por haber creado algo así a partir de una mísera imagen. Un saludo :)

    ResponderEliminar
  5. Estoy de acuerdo con Miss Darcy, es un enfoque original del cuadro, pero la canción le va muy bien :) Al principio creí que ese trataba de un doble (por lo del espejo, supongo), pero ese giro de pacto con el diablo le da un carácter propio.

    Voy a estar atenta a las continuaciones, saludos!

    ResponderEliminar
  6. Wow que impactante!! Flipo!! Me encanta no, es muy poco me muero de la impresión. Lo guay que has enlazado la imagen con la música y el texto no tiene precio. Ha sido genial. He pasado la mitad de el relato pensando "mal rollo, mal rollo" y luego ha sido como "AAAAAHH :O" Pue eso que me gustado mucho xD

    Un beso!

    Angie

    ResponderEliminar