domingo, 25 de noviembre de 2012

11. Guardianes del sueño


La noche llega y con ella los sueños de nuestros protagonistas. Podremos ver una pequeña conversación entre Walker y su tío y luego algo que Nina no quiere admitir. Desgraciadamente este capi me quedo un pelín corto, pero tiene su explicación, que está al final. Recordar dejar vuestros comentarios ahí abajo.

Walker se despertó y encontró a Spike a su lado, ladrando como un loco. Miró el reloj que había bajo la tele y marcaba más de la una de la madrugada. Su tío estaba sentado en el sillón haciendo zapping en la televisión.

-Se te olvido cenar…- Le recrimino el hombre cuando se percató de que su sobrino estaba despierto.

-Me quede dormido, no fue mi intención.

Sabía muy bien porque su tío se tomaba tan en serio la cena. Vio un sándwich sobre la mesita de café y se lo comió.

-¿Has vuelto a soñar con él?- Preguntó serio, desviando la atención de la tele a su sobrino.

-¿Qué? –Al principio no supo de que hablaba su tio, pero luego cayo en que él solo preguntaba por eso.- ¿Con Nick? No…

-Volviste a hablar en sueños…

-No fue con Nick… - Murmuró. Ahora se sentía mal por lo que había pasado en el sueño. ¿Había deshonrado la memoria de Nick?

Luke se levantó y se sentó a su lado en el sofá. No sabía que le pasaba por la cabeza a su sobrino, pero sabía que en ese momento necesitaba lo que le iba a dar. Se inclinó y le abrazo. Walker se dejó abrazar y lucho por mantener las lágrimas dentro.

-¿Me voy a sentir así de culpable siempre?- Preguntó con voz congestionada. Su tío se separó para mirarle a la cara.

-No tienes que sentirte culpable por pasar página y dejarle atrás. Es lo que debes hacer. Ve a dormir, anda.

Walker termino el sándwich y obedeció a su tío. Subió las escaleras lentamente, seguido de su pastor alemán, y se metió en la cama. Para su sorpresa no tardo en quedarse dormido.

Se despertó de nuevo en el mundo azulado y curvado de los sueños. Pero Walker estaba un poco apenado y no le apetecía ir a explorar, así que opto por salir por la ventana y escalar hasta el tejado. Se sentó en lo más alto y observo a su alrededor, el cielo oscuro y la luna también azulada, que aportaba luz a todo ese mundo.

-¡Walker!-Oyó la voz de una mujer.- Tenemos que hablar.- Que rápidamente distinguió como Nina.

Miro hacia el suelo y efectivamente ahí estaba, en la acera y miraba hacia él, con los brazos en jarras.

-Es la segunda vez que me dices eso. Sube y hablamos.

-¿Qué suba? ¿Cómo quieres que suba hasta ahí arriba? ¿Saltando?

-Bueno, como tú quieras. Creer es ver.

La chica estaba un poco harta de los misticismos de Walker y sus “creer es ver”. Pero para su desgracia, el chico nunca fallaba y si le decía que podía saltar, es que podía hacerlo. Así que lo hizo y con un solo salto, acabo en las tejas, solo tuvo que dar dos pasos para quedar a la altura de Walker.

-¿Y bien?- Inquirió el chico.

-Te lo repetiré una vez, porque me caes bien y no quiero que te pase lo mismo que a Eric.

-¿Qué me aleje de Eric y de Mike? ¿O acabare solo y marginado?- Intuí por dónde venían los tiros. Alce los brazos, mostrando el mundo donde nos encontramos.- Llevo en este mundo, todas las noches desde los ocho años, ¿crees que no estoy acostumbrado a la soledad?

La chica no contesto y aparto la vista, con un refunfuño y cruzo los brazos sobre el pecho.

-Tú verás.

-No soy yo quien debe alejarse de Mike, sino tú… Es cierto que no os conozco mucho, pero desde luego, no te conveniente, te mereces algo mejor que ese… tipo.- Dijo, tratando de contenerse y no llamarlo algo mucho más despectivo.

-Exacto, no nos conoces. Llevamos saliendo desde los catorce años, nos conocemos desde la guardería y nuestros padres son amigos íntimos… No voy a dejar a mi novio porque a un chico nuevo no le parezca una relación adecuada…

-A mí me da lo mismo… Solo eres tú la perjudicada…

-Qué sabrás…

-Una imagen vale más que mil palabras…

El joven se levantó y camino por el tejado, tras un salto, continuo por la calle. Nina, pese a estar enfadada, le siguió. No tardaron mucho en llegar hasta la casa de Mike. Walker rezo en silencio porque hoy no hubiera decidido ir a pegar a algún chico y estuviera en su habitación.

Entraron en la casa y subieron las escaleras hasta la habitación del jugador de futbol. Tras la puerta encontraron lo que venían a buscar, al novio de Nina, tumbado en su cama, pero no precisamente durmiendo. Encima de él estaba Johanna, prácticamente desnuda. Nina se ruborizo y se cabreo más aun mientras veía a su novio y su amiga liarse; Walker examino la escena, guardando cada detalle para sí.

Finalmente la chica salió corriendo. La pareja ni se había percatado de su presencia y Walker los dejo tal cual para seguir a Nina.

Cuando la alcanzó, esta estaba increíblemente enfadada.

-¿Por qué lo haces, Walker? ¿Por qué me enseñas eso? Es solo un sueño, tu sueño, lo que tú quieres.

-Desgraciadamente no es así… Y solo te lo enseñe para que vieses que no porque es de toda la vida ha de estar bien.

-No… Mike no me pondría los cuernos… Lo has hecho tú, con tus mierdas de “creer es ver”.

-Hagamos esto: El lunes sáltate el club de matemáticas, espera un cuarto de hora y ve a su casa, sin avisar, como si fuera una sorpresa. Si tu novio no está con esa chica entonces, me alejare de Eric, de Mike y de ti.

La chica se lo pensó. Estaba convencida de que Mike no le pondría los cuernos, por lo que acepto. Ella estaba molesta con su vecino. Se creía mejor, o más listo o algo, no estaba segura, que hacía que le sacase de sus casillas. Así que se fue. Haría lo que había dicho, aunque tenía miedo por si de verdad ocurría lo que el rubio había vaticinado.

¿Como os ha dejado? Quereis saber que ha soñado Walker antes de ser interrumpido por Spike? Tendreís que leerlo en el blog de @akishawol I think I become a fool . Pasaos por allí, leerlo, comentarlo y seguirlo si os gustan las cosas que encontráis allí. No hay información necesaria para proseguir con la historia y contiene escenas no aptas para sensibles o menores.

Espero que os haya gustado, comentad que os gustaría leer o que hubierais hecho vosotros en ese lugar y si queréis ser los primeros en saber que se ha subido un capi, haceros seguidores al final de la página o mirar en la lista de capítulos.

domingo, 18 de noviembre de 2012

10. Guardianes del sueño


Hoy Walker nos aparece algo descarado y exhibicionista. Encuentra algo en lo que invertir su tarde y sin duda algo con lo que soñar. Si quieres saber mas, echale un ojo y comentame que te parece.

Tras la ducha matutina, baje las escaleras y Luke estaba en la cocina preparando café. Hablamos sobre la noche y como iba en la escuela y el trabajo, hasta que nos interrumpió el timbre de la puerta. Luke y yo intercambiamos miradas de extrañeza y me levante a abrir la puerta. Spike salió por su trampilla de la puerta de la cocina y corrió por fuera. Al abrir la puerta me encontré con Nina.

-Tenemos que hablar.- Dijo y entro sin pedir permiso y se instaló en el sofá.

-Cuando una mujer te dice eso has de agarrarte fuerte, Walker.- Dijo mi tío desde la cocina.

Cerré la puerta, tras dejar pasar a Spike y me senté en el sillón junto al sofá, ella se había sentado en el extremo del sofá más cercano, el perro se sentó al lado de la chica y jadeaba sin quitarle el ojo de encima.

-Tú dirás.- Conteste. No sabía de qué iba a hablar y desde luego no prometía ser muy positivo.

-Debes de mantenerte lejos de Eric, y especialmente de Mike.

-¿Por qué? Mike no me parece una amenaza, y no voy a fomentar esa ley de silencio que tenéis impuesta sobre ese chico.

-Mike se enfadara y te hará la vida imposible… Como se la ha hecho a Eric.

-No voy a dejar que me intimide y si tiene que tomar de su propia medicina lo hará.- Conteste decidido.

-Sabes que te estoy oyendo, ¿verdad, Walker?- Oí a mi tío desde la cocina.

-Claro que sí. No hare nada, pero no voy a dejar que me intimide ni que me ponga un pelo fuera de su sitio.

-Tienes que tener cuidado, Walker, Mike siempre consigue lo que quiere.

-Y tú se lo sirves en bandeja. Aquel que consigue todo por la fuerza no es una buena persona, deberías de revisar tus amistades, Nina. – Dije tranquilamente. Pero ella no se lo tomo tan tranquilamente.

-He venido a avisarte y no a que me pongas en su contra.- Se levantó del sofá.- Te he avisado, allá tú con lo que hagas.

Y se marchó de la casa.

-¿No crees que te has pasado?- Pregunto mi tío mientras se asomaba por la puerta. Al parecer mi mirada fue suficiente para contestar.- Sabré que ha pasado cuando me llamen del despacho del director. Pero sabes algo que ella no sabe, ¿verdad?

Le asentí y finalmente termine de prepararme para ir a la escuela. Ese día fue tranquilo, aburrido y poco productivo. El tiempo transcurría tan lento que hasta me dio tiempo de acabar el examen de biología antes de tiempo.

Me obligue a asistir a las clases de matemáticas y Nina fingió que no existía. Se había enfadado, aunque no me extrañaría que ese Mike le hubiera prohibido hablarme.

Hubo un rato, durante la comida que me sentí bastante solo, me recordó las comidas en el instituto de Nueva York y recordé como Nick me las alegraba siempre. Los recuerdos pasaron por mi mente, de manera fugaz y cuando se fueron dejaron un vacío de nuevo.

-Ejem.- Me volví, sacado de mi ensoñación, y había tres chicas mirándome.

-Hola.- Salude a las chicas. Estas parecían un poco nerviosas. -¿puedo ayudaros en algo?

-Si.- Contesto la del medio, una chica morena, tras recibir un codazo de una de sus compañeras.- Nos preguntábamos si… Bueno, si no tienes nada mejor que hacer… Que tu… -La chica estaba muy nerviosa, tenía las piernas como flanes y jugaba con los anillos de sus dedos.- Quizás tu querías venir al club de arte esta tarde…

-¿Para qué?- Pregunte dudoso.- Ya me apunte al club de matemáticas.- Aunque quizás podría cambiarme.

-¡Oh! No, no es para que te unas.- Contesto otra de las chicas, esta vez rubia.- Queríamos saber si podrías hacer de modelo para el club esta tarde.

Me quede sin habla, realmente no sabía que decir. Había participado en muchos cursos, formaciones, clubes pero nunca me habían pedido ser modelo.

-¡oh! Vámonos, no quiere…- Contesto la tercera chica.

-No, no es eso…- Contesté.- No tengo ningún problema, es solo que nunca he hecho de modelo…

-¡Ah! No te preocupes por eso. –Estallo la rubia.- Nosotras te decimos como has de hacerlo.

Me agarraron del codo y tiraron de mí para que le siguiera por los pasillos hasta acabar en el club de arte. Por suerte no había nadie todavía. En el centro había una pequeña tarima con un taburete, rodeado de caballetes con lienzos. De repente me arrepentí de haber aceptado.

Una profesora entro y estuvo hablando con las alumnas, trate de no escuchar, pero era muy difícil. Fingí admirar los diversos cuadros que rellenaban las paredes, pero no podía evitar oír a la profesora interrogando a las alumnas. Finalmente la profesora se acercó y pregunto si de verdad estaba de acuerdo y corrobore lo que las chicas habían dicho.

Me hicieron subir a la tarima y colocarme en diversas posiciones hasta que encontrase una que fuera cómoda para mí y que les permitiera a ellas dibujar como es debido.

-Quítate la camiseta. Así tenemos más que dibujar.

-¡Luna!- Exclamo la profesora. –No hace falta que…

Pero yo ya me había quitado la camiseta y la había dejado en el suelo. Pude oír suaves risas de las chicas y algún comentario de la profesora, pero preferí no prestarle atención. Finalmente acabe sentado en la esquina del taburete, desnudo de cintura para arriba en una posición en la que mi trasero quedase destacado.

Por suerte no hacia frio en el aula. La cosa fue un poco peor cuando empezaron a llegar el resto del club, chicas y chicos se pusieron a mí alrededor y con pinceles, oleos y demás cosas para pintar se pusieron a ello.

Me aburrí un poco, no daban mucha conversación, la profesora caminaba alrededor poniendo pegas a los dibujos para que lo corrigieran. Una mirada me llamo la atención. Era la de Eric, no me había dado cuenta de que había entrado.

-Si te sientes incomodo, avisa, le pondremos remedio.- Dijo la profesora.

-No se preocupe.- Le conteste con una sonrisa.- Todo está bien.

Trate de moverme lo menos posible, pero para mí era una tarea casi imposible. Me cansaba estar en un taburete sin respaldo. Me fije en mis playeras, tenían manchas de barro en los lados, incluso los pantalones los tenía algo sucios, es lo que tenía ir caminando por los parques y charcos. Luego mire las demás y todos tenían los zapatos limpios y los pantalones inmaculados. Ellos se perdían la diversión de chapotear en charcos de lodo.

El reloj poco a poco logro marcar el final de la hora y todos, acabaron por irse, más o menos rápido. Yo me puse la camiseta y eche un vistazo a lo que habían hecho los artistas, había cosas que se parecían y otras que eran imposibles de reconocer. Uno me llamo la atención, hecho a carboncillo, me gusto bastante. Resulto ser el de Eric.

Me despedí de la profesora con un simple “hasta luego” y salí del aula. Los pasillos estaban desiertos. El único indicio de movimiento que había era un fluorescente parpadeante al final del pasillo. Salí del centro y vi el sol tiñendo el cielo de rosa entre los montes que lo ocultaban. De camino a casa me encontré con Eric y no pude evitar adelantarme hasta quedar a su altura.

-Me gusto el dibujo que hiciste.

-Gracias.- Contesto con una sonrisa.- Eres un buen modelo.

-Solo me senté en una silla, cualquiera puede hacerlo.

-Me refiero a que tienes un cuerpo envidiable y una cara que da gusto dibujar.

-Gracias…- Murmure, tratando de no sonrojarme.- Seguro que tú también tienes mucho que enseñar.

-No… Oye Walker… Tu no… No te importa…- El chico había centrado su mirada en el suelo y la sonrisa había desaparecido. – ¿No te importa hablar conmigo? ¿No te importa lo que digan de ti o de mí?

Me plante delante de él. Puse dos de mis dedos en su barbilla y levante su mirada hasta mis ojos. Luego le alise la chaqueta que tenía dando suaves tirones por la cremallera.

-No me importa hablar contigo, no sé porque debería molestarme. Y no, no me importa lo que diga la gente de mí o de ti. Y a ti tampoco debería molestarte. Yo sé lo que es cierto y lo que es mentira y no tienes que dejar que los rumores te afecten.

-Suena tan fácil…- Y volvió a desviarme la mirada.- Mike siempre…

-Shhh.- Puse un dedo en sus labios y volví a buscar su mirada- Mike no es más que un bocazas pretencioso… Y es tan fácil como volver mañana con la cabeza bien alta, una sonrisa en la cara y una actitud de “voy a comerme el mundo”. Toma el control y se tú quien decida que se va a hablar sobre ti.

-No es así…

-Si lo es… El primer día llegue y me hice notar para decir que estoy aquí y yo mando. Podía haber pasado desapercibido y que solo los rumores me diesen a conocer. Fui yo quien lo decidí. Mike me amenazo y le plante cara, me podía haber agachado y aceptado lo que decía, pero no quiero. -El chico no parecía convencido, pero no se me ocurría que más decirle.- Ahora, pídeme ser tu modelo de nuevo. –Cambie de tema bruscamente.

-¿Qué?

-Pídeme que sea tu modelo otra vez, me ha gustado y quiero repetir. Además, dijiste que tenía un cuerpo… Como lo dijiste, ¿envidiable?- El chico contuvo una leve sonrisa.

-No sé… - Murmuro el muchacho. Enarque una ceja, dejando por supuesto que no cabía duda en su respuesta.- Supongo que podría…

-Perfecto.-Conteste sonriente, interrumpiendo lo que iba a decir. –Mañana hablamos y concretamos.

Me despedí y salí corriendo, emocionado y contento, pero sobre todo para que él no pudiera echarse atrás.

En casa me recibió Spike con un par de ladridos. Obtuve unas patatas fritas de la cocina y me tire en el sofá. Spike se sentó a mi lado, jadeante. Empecé a hacer zapping entre los muchos canales, en unos había campeonatos de golf, en otro una película dramática, las típicas que al final una de las tías acaba loca y se quiere cargar a la familia del hombre. El siguiente era un noticiario, en una ciudad habían matado a varios vagabundos en el mismo parque, nadie sabía nada, ni habían escuchado nada, de hecho, no mostraban indicios de asesinato, según la reportera los vagabundos solo “se mueren”.

La reportera empezó a hacer preguntas a la gente de la zona, pero eso ya no me interesaba. Los “asesinatos” no eran comunes. Saque el teléfono móvil del bolsillo y llame a mi tío. Tardo un poco en contestar.

-¿Qué ocurre Walker? Estoy un poco atareado en la comisaria.

-¿Has visto lo de los vagabundos en Boston?- Le pregunte.

-Algo he oído, no hay informes concluyentes.- Le oí teclear algo y se podía escuchar todo el ajetreo de fondo.- ¿Crees que podrías averiguar algo?

-Mañana tendría que acercarme a dicho parque para conocer la zona y poder acercarme una noche. ¿Me dejaras el coche?

-Después de las clases, ni se te ocurra saltarte tus obligaciones.

-Vale, después de clase.

-Cuando vuelva a casa hablamos.

El teléfono comunico y volví a centrarme en pasar de canal en canal, buscando algo meramente entretenido. Pero no encontré nada que me entretuviera lo suficiente. Sin darme cuenta acabe dormido en el sofá.

Espero que os haya gustado, comentad que os gustaría leer o que hubierais hecho vostros en ese lugar y si queréis ser los primeros en saber que se ha subido un capi, haceros seguidores al final de la página o mirar en la lista de capítulos.

miércoles, 14 de noviembre de 2012

Eric Nash


Eric Nash
Eric Nash - 16 años - Estudiante - Homosexual - Americano

DESCRIPCIÓN FÍSICA
De constitución fina y alto, algo enclenque. Pelo oscuro y piel suavemente bronceada. De ojos oscuros y mirada triste.
Suele llevar ropa normal, unos vaqueros y una camiseta. No se molesta en llevar ropa mas elaborada o mejor.
DESCRIPCIÓN PSICOLÓGICA
Es un chico muy reservado y callado, atemorizado por el instituto entero, se pasa los días en las bibliotecas o en su casa, donde se siente mas protegido, por lo que nunca te lo cruzaras por los pasillos.
Por su cabeza ha pasado varias veces la idea de suicidarse y acabar con la constante humillación, pero no lo ha hecho por falta de valentía y por sus padres. Por dentro se siente mal y fuera no tiene ningún apoyo, por lo que cree que su vida no tiene valor alguno.
GUSTOS
-Las novelas de aventuras y terror.
-Tocar el piano
-El dibujo
-Conducir
-Leer bajo un árbol
DISGUSTOS
-Ser en centro de atención
-Los insectos
-Los dias soleados
-Las motos
HISTORIA
Nació el 4 de noviembre en Rivertown. Creció como los demás chicos, tenía algunos amigos y era un chico sano. Pero un día durante la pubertad, a los 13 o 14 años, tras la clase de gimnasia, en las duchas… Todos los allí presentes y mas tarde los no presentes se enteraron de los diferentes gustos de Eric y no tardaron en hacérselo saber.
Desde entonces se convirtió en un marginado y todas las burlas se centraron en él.

diseñado por shiki @ sourcecode

domingo, 11 de noviembre de 2012

9. Guardianes del sueño


Bueno, aquí está, otro capi, esta vez de Nina, donde vemos un poco mas de su relación con su novio Mike y descubrimos algo nuevo sobre Walker. No te olvides de decirme que te ha parecido y cuéntame que quieres que ocurra.

Me había despertado por mí misma casi una hora antes. Mire por la ventana y Walker salía de su casa, dispuesto a correr. ¿Cómo era capad de eso? Realmente no me sentía con sueño, pero aun así era demasiado pronto. Me tumbe de nuevo en la cama y trate de dormir, pero me fue imposible, no logre volver a pegar ojo.

Tras pasar un rato, decidí que era hora, me duche y al salir llame a Mike. Quise quedar con él antes de entrar al instituto. Al cogerme el teléfono sonó su voz somnolienta, había olvidado que Mike era el último del planeta en levantarse.

-Buenos días Mickey…- Dije con voz juguetona.

-¿Nina? ¿Sabes qué hora es?

-Sí, las siete y cuarto. –Conteste divertida.- Había pensado que igual podíamos desayunar juntos…

-Es muy pronto, Nina… -Remoloneo, pude oír cómo se giraba en la cama.

-Yo invito si me vienes a buscar a casa…- Sin darme cuenta me había puesto a jugar con un rizo de mi pelo y sentado en la ventana.- Hoy me desperté pronto y pensé que quizás querías pasar tiempo conmigo…

-Pero es muy pronto…

-Dentro de diez minutos estoy lista.- Dije haciéndome la tonta. Hoy desayunaría con mi chico.- Te veo ahora, Mickey.- Y colgué sin darle tiempo a responder. Y con ello se vería obligado a venir.

Justo vi llegar a Walker de su paseo junto con su perro. Levante la ventana dejando que el frío aire entrase en la habitación.

-¿Qué tal el paseo? – Grite.

-Muy a gusto, aunque no termino de acostumbrarme del todo al cambio.

-Ya encontraras el camino adecuado. Hay un sendero entre las casas a pocos metros y es muy agradable pasear por ahí, deberías mirarlo.

-Lo tendré en cuenta, aunque no es el camino lo que me inquieta, sino las miradas de algunas chicas...- Contestó mientras cruzaba la calle para tener que chillar menos. Estaba claro que se refería a Tara, seguro que madrugaba solo para verle pasar por delante de su casa- Por cierto, tenemos que quedar para hacer ese estúpido trabajo del club de matemáticas.

-Algo me dice que no te entusiasman mucho las matemáticas.

-No… No son mi asignatura favorita.

-¿Y porque te apuntaste al club?- Pregunté curiosa, si no le gustan, no tenía que haberse apuntado. Él simplemente se encogió de hombros.- De cualquier manera, tenemos que hablar de más cosas que de ese trabajo.

-Hablaremos de lo que quieras hablar.- Contestó volviéndose hacia su casa.- Si me disculpas, tengo que ir a ducharme y prepararme.

Y sin mucho más, se metió en su casa. Justo llego Mike en su coche, paro en frente de casa y tocó el claxon. Le saludé y cerré la ventana, baje las escaleras a toda prisa y me metí en su coche a toda prisa.

Nada más cerrar la puerta bese al chico que había sentado a mi lado, mi novio. Hoy me había levantado muy activa y quería disfrutarlo. El beso fue intenso y duradero, dejando espacio justo para respirar. Su mano recorría mi cuello mientras que la mía acariciaba sus firmes pectorales.

Una vez satisfecha del roce, me deje caer en el asiento.

-Arranca, vayamos a desayunar.- Ordene emocionada.

-¿Qué te pasa? Estas… -Comento Mike mirándome con sorpresa.

-Excitada.- Termine la frase.- Me apetece mucho desayunar hoy contigo.

No sé si el chico se lo creyó, pero era la verdad. Finalmente arranco el coche y condujo. Acabamos en la cafetería de la plaza mayor. Mientras nos traían el café que habíamos pedido, fue a buscar unos bollos a la pastelería de la abuela Smith.

El café y los bollos llegaron a la vez. Una vez Mike se sentó a mi lado, en un sofacito arrinconado en la cafetería pase mis piernas por encima de una de las suyas y sople el café.

-Hoy estas rara…- Murmuro temeroso el chico.

-Puede… No es delito querer pasar un poco más de rato con mi novio. –El chico en lugar de responder me dio un suave beso.

Acabe rodeada de sus músculos de jugador de futbol y me gustaba. Charlamos un poco, aunque Mike no solía tener grandes conversación fuera del campo de los deportes y claro, lo poco que sabía de deportes era por él.

Finalmente la hora de ir al instituto llego, me apetecía seguir ahí acurrucada y comiendo bollos de chocolate, pero tenía que ir a clase. Nos levantamos, montamos en el coche de Mike y regresamos al instituto, donde nos separamos, él con sus amigos y yo con mis compañeras.

Ambas chicas, Tara y Johanna observaron cada movimiento que hice desde que me bajo del auto de Mike, pero por ello no me corte y tarde lo que me pareció correcto. Tras volver con ellas hicieron comentarios y especularon sobre el acontecimiento.

-Me apeteció desayunar con mi novio.- Me justifique.- Y no necesito motivo para ello.

-Ya… Seguro…- Contesto Johanna,- seguro que te levantaste cachonda y querías disfrutar….

-Y en el caso de que así fuera… ¿Pasaría algo? – Pregunté. No había querido nada “sucio” con Mike esta mañana, ni siquiera lo había pensado, pero si hubiera pasado, ¿Tendría que darles cuenta a ellas? No.

-¡Claro que pasaría! – Estallo Tara.- Tendrías que contárnoslo todo, con pelos y señales, hasta el más mínimo detalle.

-Eso es asqueroso.- Le conteste a mi amiga.- Jamás os contaría como me ha ido en la cama con Mike.

-Pues él si se lo contaría a sus amigos.- Objeto Johanna, señalando con la cabeza.

Mire hacia el lugar indicado por mi amiga, era el grupo de Mike, se estaban riendo muy a gusto. No le di más importancia, al fin y al cabo, siempre están bromeando y riendo.

El timbre sonó, reclamando la atención de las aulas. Perezosamente todos nos encaminamos hacia el edificio, a recoger nuestras cosas y prestar atención a los profesores. Las clases fueron aburridas y lentas, como suelen serlo. En la clase de matemáticas extrañe al chico nuevo, se me hizo raro que faltase a clase, esta mañana estaba bien, ¿habría hecho pellas?

Al acabar la clase, Johanna me envió un mensaje diciendo que me diera prisa para ir al campo de futbol, se debía de estar montando una batalla campestre allí y Mike estaba involucrado. Salí corriendo y me metí por el gimnasio, sabiendo que llegaría antes por ahí. Cuando atravesé la piscina en busca de la salida, alguien estaba nadando y justo cuando llego al final de la piscina, en el borde opuesto, salió. Camine con cuidado, tratando de no resbalarme hasta que llegue a donde el chico, que se secaba la cabeza, llevaba un traje de baño en forma de slip, marcando un bonito culo, la espalda era increíblemente lisa, tenía un tatuaje como de una cola que salía desde dentro del traje de baño y se levantaba hasta más de la mitad de la espalda. Se estaba secando. El chico se volvió y se sobresaltó al verme. Era el chico nuevo, Walker y llevaba unos auriculares, lo que explicaba el sobresalto.

-¿Qué haces aquí?- Pregunto.

-¿Yo? ¿Qué haces tú aquí? –Le recrimine.- ¿Qué ha pasado con la clase de matemáticas?

-Estamos en el club de mates, ¿Eso no nos libra del resto de las matemáticas? –Inquirió con inocencia.- ¿Cómo me has encontrado?

-No, claro que no te libra… Y estaba de paso… -Eso me recordó que es lo que hacía aquí. La prisa me invadió de nuevo.- En la biblioteca en media hora. – Le chille mientras salía de la estancia.

No sé si me respondió algo o no, pero yo continué con mi trayecto hacia el campo de futbol. Salí del edificio, justo en el lateral del campo, todo el mundo estaba concentrado en el centro del campo. Prácticamente corrí hasta allí y me abrí paso entre el amasijo de gente, hasta llegar al centro.

Ahí había cuatro tíos pegándose de lo lindo, entre ellos distinguí a Mike. Johanna y Tara estaban en las primeras líneas del círculo de gente. Quería intervenir, pero tenía miedo de salir mal parada entre tantos puñetazos.

Finalmente los profesores llegaron y separaron a los cuatro chicos, aunque les costó. Antes de que se los llevaran vi como Mike me dedico una mirada entristecida antes de que un profesor se lo llevase.

El amasijo de gente se fue disolviendo y mis amigas se acercaron.

-Al parecer alguien dijo algo que no debía… - Comento Johanna.- Pero no me he enterado del que en concreto.

Me quede pensativa, ¿Qué ha podido pasar para que Mike se pusiera así? Y no solo Mike, sino que tres de sus amigos estuvieran involucrados. Tendría que preguntárselo más tarde. No encontraba ninguna cosa que pudiera hacer explotar a Mike de esa manera.

Tras decidir que quedarme en mitad del campo de futbol no iba a obtener respuestas, me marche y me fui a la biblioteca, donde había quedado con Walker. Casualmente este ya había llegado y estaba entre libros. Me senté en la silla de enfrente.

-Nunca te hubiera imaginado entre tanto libro.- Susurre. El chico enarco una ceja.- Estar rodeado de libros no te hace sexy.

-Es difícil estar más sexy que recién salido de la piscina, ¿verdad?

Ahí me había pillado. Desvié la mirada hacia algún punto indefinido en la mesa y estaba segura de que me había enrojecido. Una hoja apareció ante mí. La leí detenidamente. Era un algoritmo, para crear un código seguro.

-Está basado en el código Vigènere, escogemos una clave y solo hemos de sumar los valores para cada letra para obtener un nuevo número que será el mensaje cifrado.

-Eso ya existe. No has creado nada nuevo.

-He ahí el punto, la clave puede ser una palabra o una frase, pero los valores correspondientes a cada letra variaran dependiendo de la clave.

-¿Hacer que cada letra valga diferente dependiendo de la clave? – Repetí, tratando de comprender lo que decía. El chico asintió.

Estuvimos un rato perfeccionando el esquema y el algoritmo, hasta que quedamos satisfechos con el resultado.

-Tengo que hacerte algunas preguntas.- Dije mientras recogíamos.- Sobre los sueños.

-Pregunta. Si tengo la respuesta de la diré.

-Anoche, en el sueño, dijiste que podíamos entrar en el sueño de cualquiera que durmiese en ese momento, ¿verdad? – El chico asintió y abrió la puerta para dejarme pasar.- Gracias. Entonces esta noche puedo ir a casa de Tara y soñar lo mismo que ella.

-No es bueno eso, se puede, pero no es aconsejable. Como te dije, la gente en el mundo onírico es mucho más agresiva ante lo desconocido. Además, están los secretos.

-¿Secretos?

-Así es… Imagina que tu amiga fantasea con tu novio… Tú te molestas, pero realmente solo ha sido un sueño, ella no lo recuerda, pero tú sí, y al levantarte sigues enfadada. No se lo puedes explicar, porque realmente solo ha sido un sueño.

-Así que los demás no pueden saber que recordamos todos los sueños.

-Por poder pueden saberlo, no hay nada, ni nadie que te lo impida, pero te pueden tomar por loca o…

-No llames loca a mi novia.- Interrumpió Mike, cortando a Walker.- Esfúmate, chico nuevo.

-¡Mike!- Mire al chico grande y futbolista, se le estaba formando un moratón en la cara y tenía un corte en la ceja, pero lo que más miedo me dio fue la mirada de oído que irradiaba hacia Walker.

-No pasa nada. Ya me iba.- El chico hizo una reverencia, demasiado exagerada.- Nos vemos. Por cierto, te sienta bien.- Y se señaló la ceja derecha, para referirse al corte de su cara. Todo ello desprendía cierto toque de burla.

Mike trato de abalanzarse sobre él, pero le detuve. Una pelea ya era demasiado para un día, que digo, para todo el mes. Walker finalmente se fue con paso ligero. Era simpático y agradable, con quien quería, supongo.

-Nina, no quiero que te acerques a ese tipo. No me gusta.

Esa declaración me hizo sentir mal. ¿Tenía celos de Walker? ¿O de verdad no le gustaba? Pero aun así, él no era quien debía de decidir con quién podía estar o no. De momento lo deje apartado, no me parecía el momento ni el lugar indicado, así que empezamos a andar hacia el coche de Mike y me llevo a casa.

Espero que os haya gustado, comentad que os gustaría leer o que hubierais hecho vostros en ese lugar y si queréis ser los primeros en saber que se ha subido un capi, haceros seguidores al final de la página o mirar en la lista de capítulos.

domingo, 4 de noviembre de 2012

Especial Halloween (Parte 2)


Aquí os traigo el final del especial de Halloween. En un principio había pensado hacerlo en un solo capitulo, pero quedaba demasiado largo, aquí os dejo el desenlace.

Eric se separó y miro a su alrededor. Walker hizo lo mismo. Pero ninguno miraba lo mismo que el otro. Eric solo veía todos los ojos puestos en ellos y como se reían de ellos, mientras que Walker veía todas las pesadillas que se arremolinaban entorno a ellos.

-No les tengas miedo.- Susurro Walker, mirando fijamente a Eric.- Eric, no pueden hacerte daño.- Pero Eric estaba demasiado atemorizado observando su alrededor, con lo que Walker hizo que le mirase.- No tienes que tener miedo de lo que eres ni de lo que piensen los demás.

-Pero… Tú… Ellos…

Walker le sonrió, una sonrisa que consiguió calmar al chico por poco.

-Mirar, el nuevo y el gay han intimado.- Dijo uno entre el gentío.

-Si… Llegamos mas tarde y les encontramos desnudos.

-Y os hubiera gustado.- Grito Walker.- A todos.

-A mi no… -Dijo Mike saliendo entre la gente. Llevaba ese ridículo disfraz de zombi de película cutre.- A mi solo me dais asco.

-Pues tienes un problema. Yo que tú me lo miraba.

Walker vio aparecer a Nina entre el público con su disfraz de Drácula. Decidió que discutir eso aquí no iba a resolver nada. Lo que si le extraño fue que apareciesen todos aquí de golpe. El chico cogió a Eric de la muñeca y tiro de él, no le iba a dejar en medio solo.

-¿Qué diablos hacéis todos aquí?- Le pregunto a Nina cuando le tuvo enfrente.

-No lo sé… Estábamos bailando y la gente se cansaba y se apartaba… Luego no recuerdo nada.

-Deberías despertarte, tiene pinta de que os habéis quedado dormidos todos aquí… Y eso no es bueno.

-Chico nuevo, aléjate de mi chica o te hare polvo.- Gruño Mike en la espalda de Walker. El aludido le ignoro y siguió advirtiendo a Nina sobre todos las pesadillas que había y que tampoco era bueno.

Walker se giro cuando oyó los pasos de Mike y cuando quiso reaccionar, el enorme muchacho le tenía sujeto por el cuello de la camisa. El rubio no dudo y le asesto un rodillazo en la entrepierna, que hizo retroceder al mastodonte. El cuchicheo reinante se torno en sorpresa.

-Te advertí que si volvías a hacer eso te daría.- Grito Walker. Luego se volvió y alcanzo la salida. Hizo ademan de ir a decir algo, pero prefirió callarse, que sufrieran un poco de miedo no les vendría mal.

Se llevo a Eric consigo y hasta que no estuvieron alejados del instituto no pararon.

-Ha sido alucinante lo que has hecho ahí dentro.

-No ha sido nada. Tienes que ser mas valiente y dejar que los demás piensen lo que les de la gana… Y no tienes que dejar que eso te acompleje, no estás enfermo.

-Eso es fácil decirlo.- Comentó con voz baja el chico. Walker solo pudo dedicarle una sonrisa.

-Yo te ayudaré. Ahora vuelve a casa.

Ambos chicos se despidieron y cada uno se fue por su lado. Cuando Walker perdió de vista a Eric, este se despertó.

En los pies de la cama de Walker estaba Spike que le miro adormilado. El chico se levanto corriendo y entro en la habitación de enfrente, la de Luke. El hombre no estaba durmiendo en su cama. Miro el despertador que había en su mesilla, y no marcaba mucho más de las doce de la noche.

Bajo las escaleras con demasiada prisa y en los últimos escalones se tropezó, aunque logro mantenerse de pie. El ruido despertó a Luke, que se había quedado dormido en el sofá, se levanto y fue a ayudar a Walker.

-Tranquilo, las escaleras nos tienen que durar un tiempo.- Rio.

-Algo ha pasado en el baile del instituto… Estaban todos dormidos…

La cara de Luke cambio y se puso tenso. Rápidamente decidió todo lo que había que hacer y ordeno a Walker que se quedara allí, que no hiciera nada. En menos de dos minutos Luke ya estaba de camino al instituto y hacía un montón de llamadas por el móvil.

Walker se quedo sentado en las escaleras pensando que es lo que podía hacer. La única conclusión a la que llego fue que en casa no haría nada útil. Así que tal cual estaba, con un viejo pantalón y una camiseta mas vieja aun, se puso la chaqueta colgada del perchero de la entrada y salió a la calle. Spike ladró tras él. Walker volvió y cogió la correa y el perro le siguió.

Camino hacia el instituto, no sabía que iba a hacer allí, ni que decirle a Luke cuando llegara. En la puerta se había concentrado varios coches, uno era la ranchera de Luke y otros dos los de policía local, el resto no sabía cuales eran.

Walker entro y todo el mundo estaba ocupado examinando a los adolescentes que estaban tirados los lados del gimnasio que estaba disfrazado también. Pudo ver a Nina en los brazos de su novio en una esquina. Algo que se le hizo extraño fue que todos tenían vasos de plástico en las manos o cerca de ellos.

-¿Qué haces aquí? Te deje claro que te quedaras en casa.- Gruño Luke cuando le vio caminando como un zombi.

-Es el ponche.- Contesto lentamente señalando una gran ponchera transparente que dejaba ver la mitad de su contenido rosáceo.- Todos tienen vasos con ese ponche.

Luke se quedo mirando a Walker, llevaba la correa de Spike colgada del cuello. Luego observo que su sobrino tenía razón y mando investigarlo. Acto seguido dirigió a Walker a la puerta y le mando a casa. Su voz irradiaba un tono imperativo que no dejaba resquicio de duda.

-Vuelve a casa y descansa. Y no te muevas de allí.

Antes de salir, Walker vio como Nina se movía, se estaba despertando. Corrió hasta ella y prácticamente se tiro encima. La miro y vio que efectivamente estaba despertando.

-Nina. – Susurro lentamente.- Nina, despierta.- No quería agitarla, aunque el impulso era fuerte, de hecho sus manos estaban apoyadas en sus hombros.

-Me… Me duele la cabeza…- Murmuró somnolienta mientras abría los ojos lentamente.- ¿Qué ha… Que ha pasado?

-Os han drogado… Con el ponche.

Nina miró su mano, donde el vaso todavía contenía un poco del líquido rosáceo. Rápidamente lo soltó. Walker le ayudo a ponerse en pie, un poco tambaleante.

-¿Puedes llamar a tu padre para que venga a recogerte?- Pregunto Luke.- Mañana haremos las preguntas.

-Si, claro.- Se agacho junto a Mike y metió la mano en sus bolsillos buscando algo. Luego saco su teléfono móvil y Walker vio como algo se caía del mismo bolsillo.

La chica salió del recinto, donde ya habían llegado las ambulancias y los médicos empezaban a moverse por todos lados.

-Ahí tienes al culpable…- Murmuro Walker en el oído de su tío.

El hombre se centro en lo que su sobrio había descubierto. Walker mientras salió y se acercó a Nina.

-¿Quieres que te acompañe a casa?- La chica sonrió y asintió.

-Mi padre no coge el teléfono, estará ya dormido.- Ambos anduvieron por la calle tenuemente iluminada, seguidos por Spike.- Al final si viniste al baile.

-Si bueno… Me pasé para ver que tal todo.- Rio el chico.- Aunque mi intención no era causar sensación.-Dijo refiriéndose a la ropa.

-Oye… Todo eso que ha pasado… ¿Cómo iba yo…?- Balbuceo la chica cuando ya estaban cerca de casa.- No me vuelvas a dejar sola de esa manera…

-Mañana hablamos, ¿Vale? Ahora estas cansada, ve y duerme un buen rato.

-¿Te veré esta noche?

Walker, desde el otro lado de la calle solo encogió los hombros y entró en la casa, seguido de cerca por Spike. Nina hizo lo mismo. No metió ruido, sus padres estaban dormidos en el sofá con la tele puesta, subió las escaleras y se encerró en su habitación y decidió que no lo costaría mucho dormir, estaba agotada pese a que se acaba de despertar.

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