domingo, 30 de septiembre de 2012

3. Guardianes del sueño


El móvil vibro encima de la mesa mientras comía los cereales. Era un mensaje de Tara, al parecer tenia algo muy interesante que contar y tenia que ser en persona. Le conteste con otro mensaje que le veía en diez minutos en el instituto. Acabe el cuenco de cereales y me despedí de mi madre que también estaba en la cocina. Cogí una manzana del frutero antes de salir.

Justo, nada mas cerrar la puerta, en la casa de enfrente llegaba un chico. Una vez lo vi mejor, era el mismo chico con el que había soñado esta noche, llevaba diferente ropa, pero era él. Me quede anonadada mirándole, al parecer volvía de correr con su perro y estaba sudado, haciendo que se le pegase la ropa. Antes de entrar el joven me saludo con una sonrisa. Avergonzada, baje la vista y ande hacia el instituto sin volver la mirada, por miedo a que siguiese ahí.

Tarde menos que de costumbre debido a la vergüenza que había pasado, pero Tara ya estaba esperado ansiosa y cuando me vio vino corriendo hasta mi con los ojos casi desorbitados.

-¿Has visto al chico nuevo? Le he visto corriendo por delante de mi casa…- Dijo emocionada, parecía que le faltase el aire.- Estaba… Bufff como estaba…- La chica, una muchacha bajita y un poquito regordeta estaba que iba a hervir de un momento a otro.- Y su culo… ¿Has visto su culo?

-Ya Tara… Respira…- Le musite poniendo mis manos sobre sus hombros. La chica respiro hondo y pareció relajarse un poco.- Si, le he visto, es el chico que se ha mudado a la casa que esta enfrente de la mía.

-¡¿Qué?! ¿Es tu vecino? – Exclamo.- ¿Por qué no me lo has dicho antes?

-Relájate, mujer… Solo es el chico nuevo…

-Si, bueno… Sera el chico nuevo, pero vaya…

-¿Sabéis quien es ese chico nuevo? – Pregunto Johanna, interrumpiendo a Tara. No había oído sus estridentes tacones, ni olido su caro perfume, hasta que fue demasiado tarde.- Esta mañana ha pasado por delante de mi casa corriendo con un perro.

¿Se había corrido todo el pueblo el nuevo chico? Desde nuestra casa hasta la de Tara había un trocillo, pero la de Johanna estaba en el otro lado del barrio residencial.

Tara le explico a Johanna lo que sabía, que tampoco era mucho. El tema acabo degenerando hasta que acabamos hablando de la ropa que llevábamos puesta. Por suerte no se metieron mucho con mis vaqueros desgastados.

La conversación finalizo cuando a Tara casi se le cae la mandíbula al suelo. Johanna y yo nos giramos para ver que era lo que hizo que Tara hiciera eso, aunque siendo ella seguro que no era gran cosa, era muy exagerada.

Esta vez no fue exagerada. Mi vecino, el chico nuevo, había llegado, y estaba demostrando que no iba a pasar desapercibido. Se había puesto unos pantalones vaqueros, una chaqueta de cuero blanca sobre una camiseta roja y unas gafas de sol. Todo él rezumaba sensualidad, su pelo rubio estaba despeinado y tenía una mochila sobre un hombro.

Todas las miradas, no solo las nuestras estaban sobre él. Los murmullos empezaron a recorrer el patio circundante al instituto. Incluso pude ver a Mike, que estaba con sus amigos en el otro lado, observando al nuevo chico con cierta envidia.

Mis amigas cavilaban sobre el nombre y la historia del chico. Alguien tenía que saber quien era, ¿no? ¿Porque no preguntárselo directamente? Respire hondo y salve la distancia entre el chico y yo. Me puse en su camino, ya que había bajado el ritmo de su marcha, parecía un poco desconcertado.

-Hola. Soy Nina Dalton. – Presente.- Yo… Bueno… Soy…

-La chica de enfrente. – Contesto él con una sonrisa. Había esperado que no me hubiera pillado observándole. – Ayer tus padres nos dieron la bienvenida. Soy Walker Hale.

-Es un placer saber quien eres al fin.- Conteste avergonzada.- Todo el mundo te ha visto.

-No debéis de recibir muchas visitas…- Comento mirando a su alrededor.- Oye… tengo que ir a la secretaria y no se donde está…

-Claro, te acompaño. –Respondí.

Entramos en el edificio y no podía oír lo que decían los compañeros, pero lo sabía muy bien. Pero que mas daba, era la primera en hablar con el chico nuevo y sería quien le presentara a los demás.

-¿Sabes cuanto tiempo actuaran así?

-Perdón, ¿Qué?- Pregunte confusa. Le mire a los ojos, se había quitado las gafas de sol y ahora se veían de un color azul intenso, como no los había visto nunca.

-La gente… ¿Sabes cuanto tiempo les llevara olvidar lo del chico nuevo?

-Oh… Eso… Bueno… -No pude reprimir una sonrisilla.- No has venido para pasar desapercibido…

-Ya… Lo mismo dijo Luke… He pensado que ya que van a hablar de mi, por lo menos que tengan motivos…

-¿Luke? El nuevo inspector. Es tu padre, ¿no?

-Eh… Sí, ese… Pero no es mi padre, es mi tío.- Corrigió. Mira que podía llegar a ser tonta y confundir eso. Aunque quien se iba a imaginar que ese hombre era su tío, lo lógico es pensar que es su padre.

Aunque también es lógico no soñar con alguien antes de conocerle…

Finalmente llegamos a la secretaría. Allí el chico, pidió su horario y le hicieron terminar de rellenar los papeles.

-Tienes que apuntarte a algún club de extraescolares.- Le dijo la secretaria y le devolvió el formulario.

El chico lo examino con detenimiento y parecía que no terminaba de decidirse. ¿Tantas cosas le gustaban que no se pudiera decidir? Yo lo había tenido claro, lo único que se me daba bien de esa larga lista eran las matemáticas. Había intentado la fotografía, la natación, e incluso el karate, pero siempre acababa en el club de matemáticas.

-¿En cual estas tú? – Pregunto el chico. Miré a la secretaria para pedir ayuda, pero esta miro hacia los papeles del escritorio.

- Yo… En el club de matemáticas.

Lo había dicho… ¿Y si el chico quería perseguirme y acosarme? “Tonta” Me dije. “Si has sido tu la que le ha entrado, ¿como te va a acosar?” El chico puso una cruz en el club de matemáticas. “Quizás quiera estar con alguien que le suene.” Me consolé.

-Nina, cielo.- Dijo la secretaria.- ¿Podrías enseñarle el instituto al chico? Lo haría yo misma, pero seguro que tú lo haces mejor.

Claro… Carguemos el marrón a la buena samaritana… Sonreí a la mujer y luego al chico. Era un fastidio tener que pasear por el instituto con el chico nuevo.

-Venga, vamos.

El chico cogió su horario y salimos de la secretaria. Le enseñe los pasillos, la biblioteca, la dirección, el gimnasio…

-Mira, esta es la cafetería, no te recomiendo que pidas la ensalada de pasta… Está poco hecha.- Le advertí cuando pasamos por delante del gran comedor.

-Me lo apunto.- Contesto sonriente, mirando el lugar por las puertas de cristal.

-¿Y de donde vienes?- Le pregunte mientras seguíamos andando por los pasillos.

-Vengo de Nueva York. – Contestó.- De un barrio del extrarradio.

-Siempre he querido ir a Nueva York…- Murmure distraídamente.

Cuando quise darme cuenta se había quedado parado en medio del pasillo y miraba hacía el exterior con expresión ausente. Al cabo de unos segundo giro la vista hacia mi y pareció como si saliera del trance. Me dedico una sonrisa. Tenía que decir que su sonrisa era sin otra palabra, perfecta.

-Lo siento.- Se disculpo.- Me ha parecido que… Bueno, es igual… ¿Que me habías dicho? Ah, sí, que te gustaría ir a Nueva York… Es una ciudad muy bonita.

El chico era un tanto extraño, pero supongo que se tendría que acostumbrar a todo.

-Oye, ¿Que te parece si quedamos a la hora de la comida y termino de enseñarte todo esto?- El chico asintió lentamente.- Bien, ¿que te parece en la cafetería tras las clases?

El chico afirmo y le indique como llegar hasta a su aula. Aun quedaban unos minutos antes de que sonase el timbre de comienzo de clase, pero si llegaba pronto, podría presentarse al profesor.

En cuanto el chico se fue, Mike apareció por la puerta mas cercana. Sonreí como una boba, algo que me pasa cuando Mike se acerca. Era un chico grande y musculoso, jugaba en el equipo de futbol y se notaba. Se puso detrás mía y me abrazo por detrás, como siempre hacia.

-¿Quién era? –Pregunto. – No me suena de haberlo visto antes.- Hubiera jurado que había cierto tono de celos en su voz. Pero también podía ser curiosidad.

-Se llama Walker Hale. Es el chico nuevo, viene de Nueva York.

-Desde lejos…- Murmuro.

-Si… Bueno… Y es un poquito raro… Supongo que tiene que acostumbrarse.- Musité mientras me giro en su abrazo y entierro mi cara en su pecho.- Tengo que ir a buscar mis cosas.

-Te acompaño.

Fuimos hasta mi taquilla y recogí todas las cosas que necesitaría para las clases. Cuando cerré la taquilla se había formado un pequeño corro a mi alrededor de caras curiosas, entre ellas Johana, Tara y Tom, un amigo del equipo de futbol de Mike.

-Cuenta.- Ordeno Tara.- Desembucha todo lo que ha pasado, cada palabra y pensamiento que ha pasado por esa cabecita…- Su voz era seria, sin embargo instaba a reírse.

-Solo es el chico nuevo, no tiene nada de interesante… Está perdido y me ofrecí a enseñarle el lugar.- Dije tratando que sonase mundano, algo que se hace todos los días.

El timbre sonó, pero el corrillo no se movió. Me incline sobre Mike y le robe un beso y me despedí del resto con un gesto de mano. Johanna me siguió. Al parecer tenía la misma clase que ella. Hoy llevaba un perfume con olor a fresa y al estar detrás de ella, todo el olor me resulto abrumador.

Al llegar al aula me senté en una silla cualquiera, ni muy delante ni muy detrás, para poder estar distraída si así quería y estar atenta si me convenía. El profesor llego, nos echo la maravillosa chapa de historia y se fue. Así fue el resto del día, pero con literatura e inglés.

La última clase fue la más entretenida, matemáticas. Fue la única clase en la que me senté en primera fila y Tara, con la que compartía esa clase, se sentó detrás de mí, refunfuñando y preguntándose porque tenían que sentarse tan adelante.

El profesor se dispuso a impartir su clase, y justo tres segundos antes de empezar a hablar, apareció de nuevo. Walker Hale entro en la clase y se presento al profesor. Este le dio la bienvenida y le indico uno de los sitios que habían quedado desiertos, dos asientos a la derecha de Tara. No tuvo mejor idea que asentir cuando me vio y me vi obligada a devolverle el saludo y sonreír.

Tara se puso nerviosa, por no decir histérica, y estuvo la hora que dura la clase murmurándome cosas sobre el chico, todo tipo de cosas… Incluso me describió como se lo imaginaba sin ropa, sin nada de ropa. Había que decir que Tara era muy exagerada, pero veinte centímetros era demasiado.

-Bien, chicos. Para acabar, quiero que hagáis parejas para hacer los ejercicios que os vaya mandando.- Dijo el profesor mientras repartía unas hojas con numerosos ejercicios. – Espero de esta manera, que cooperéis y que os ayudéis, de manera que aprendáis los unos de los otros.

-Nina… ¿Me dejas al chico nuevo, verdad? –Murmuro mi compañera.- Es una buena escusa muy buena para estar con él… Y tocar sus firmes pectorales… - Me gire ofendida. Siempre habíamos hecho todos los trabajos juntas, desde que éramos unas crías. – ¿No ibas a ponerte con él? Por el rollo del primer contacto…

Para cuando quisimos darnos cuenta el aula ya se estaba vaciando y todos hacían sus parejas, si Tara quería ponerse con el chico nuevo no sería un problema siempre que encontrase a otra persona adecuada. Miré a mí alrededor y solo quedaba Eric.

-No… No puedes dejarme con Eric…- Le murmure a mi amiga.- Por favor…

-No querrás que el chico nuevo y Eric intimen, ¿verdad?

Recapacite sobre lo que decía mi amiga. Eric no tenia mala reputación, la tenia pésima y si Walker se juntaba con él desde el principio acabaría igual que Eric, siendo victima de los gamberros y matones.

-¿Pero tengo que ser yo?- Proteste.

Pero mi amiga ya estaba hablando con Walter, que había puesto una sonrisa, como hacia cada vez que alguien le hablaba, el resto del tiempo tenia un semblante serio. Lo anote para recapacitarlo mas tarde. Eric se había acercado, con una mano en la nuca y una cara de disculpa.

-Lo siento… Pero… Creo que solo quedamos nosotros.- Murmuro.

-Claro.- Conteste tratando de poner una buena sonrisa.

domingo, 23 de septiembre de 2012

2. Guardianes del sueño


La habitación estaba oscura y tenía ese toque azul que tiene ese mundo. Walker se levanto y miro por la ventana, el bosque no era más que un manchón oscuro y verdoso. En la habitación sonaba “move” de Thousand Foot Krut, era la canción que escuchaba cuando se quedo dormido.

Salió de la habitación y bajo al piso inferior de la casa, también desierto. Eso significaba que su tío seguía despierto. Salió de la casa y caminó atravesando el jardín delantero. Desde la acera observo a su alrededor. Todo estaba ahí, las casas de los vecinos, las vallas que separaban los jardines… Pero tenían un aspecto apagado y grotesco, todas las líneas rectas se habían esfumado, originando que los edificios pareciesen torcidos, curvados y voluptuosos. Walker siempre había pensado que así sería como verían el mundo los borrachos, de manera exagerada, claro.

Para Walker todo estaba como debía estar, triste y solitario. El mundo de los sueños, pese a ser común para todos los que duermen, siempre parecía un páramo y si querías encontrar a alguien había que esforzarte mucho.

Empezó a caminar calle arriba, hacia el instituto. Pero antes algo llamo su atención. Una ventana. En la casa de enfrente, estaba una chica rubia, que miraba con una expresión triste y aburrida que se había tornado de sorpresa al ser descubierta. La chica no se veía afectada por la oscuridad reinante del mundo onírico, su color no se veía apagado ni triste como el mundo circundante. Walker trato de mantener en su cabeza a la chica, seguramente era por ella por lo que estaban aquí.

La chica, al percatarse de que había sido vista se oculto tras la pared. Walker prefirió seguir andando por la calle, no quería parecer un loco incluso en el primer sueño. Subió hasta el instituto. Como todo el mundo ahí, había perdido los contornos rectos y se curvaba de extrañas maneras, pero conservando la forma. En el parking seguía aparcado el mismo coche que le había llamado la atención. Esta vez se acercó al edificio y miro dentro, por los cristales de las puertas. Solo vio el frio pasillo azulado. Desistió de ver algo más allá, y justo cuando iba a darse por vencido, una sombra paso por el fondo del pasillo.

Walker sabía que era y lo que hacía, pero tenia que averiguar a quien iba a acechar esa sombra. Solo así sabría a quien ayudar y como.

Abrió la puerta del instituto y corrió por el pasillo. No le extraño que la puerta estuviera abierta, de hecho, hubiera sido mucho mas extraño que estuviera cerrada. Llego al fondo del pasillo y continúo avanzando por donde la sombra había ido. Se detuvo cuando vio a dos chicos.

Uno agarraba al otro contra las taquillas y alzaba el puño amenazante. El que amenazaba era una mole de músculos, posiblemente un quarterback o defensa del equipo local. El otro era más menudo y estaba totalmente aterrorizado. La sombra estaba alrededor de ellos, alimentándose de su terror.

Walker se acercó a ellos lentamente, no tenia intención de interferir, solo quería que la sombra lo viera y se asustara. Finalmente logro fijar la atención de ese espíritu, pero también la de los chicos. El asustadizo trago saliva y el grandullón le miro con ira.

-Lárgate. – Gruño con ira. – Esto no va contigo.

-Esfúmate.- Le dije al fantasma, ignorando al gorila.

El fantasma alternaba la vista entre los tres chicos. El hombretón soltó al otro, que se quedo agarrotado contra la pared metálica. La ira del grandullón se reflejaba claramente en sus ojos y estaba claro en sus pasos, que se dirigían hacia Walker mientras se remangaba para asestarle un buen puñetazo. Cuando Walker estuvo a tiro, el tipo se abalanzo sobre él con toda su ira y sus cien kilos de músculo, pero Walker solo tuvo que esquivarlo para que fallara y perdiera el equilibrio.

Walker llego a la altura del chico asustado, le dio una palmada en el hombro y le dijo que se fuera a casa. El chico lanzo una mirada al matón y salió corriendo como alma que lleva el diablo. El fantasma hizo ademán de seguirlo, pero Walker se puso en su camino, el humillo flotante bufó, con un gruñido desgarrador.

El musculitos cargo contra Walker, como si de un toro o un rinoceronte se tratara. El chico cogió al fantasma de lo que vendría a ser su cuello. La textura era gelatinosa, pese a que de vista fuera como humo semitransparente. Con el fantasmilla en la mano, se lo lanzo al toro que se abalanzaba, que le golpeo plenamente en la cabeza, tirándole al suelo, dejándolo noqueado.

Walker camino hasta los dos cuerpos tirados en el suelo. El gigante no le interesaba, solo el fantasma. Le miro y vio como su humo fluctuaba, indicando se iba a desaparecer de un momento a otro. Se quedo ahí esperando hasta que finalmente desapareció. Luego se fue por donde había venido, dejando al otro tipo en el suelo.

Cuando salió del instituto en el ambiente sonaba “Monster” de “Skillet”. Era la melodía que tenía de despertador e indicaba que tenía que despertar. Hoy se le había pasado la noche volando.

-Luke se va a poner hecho una fiera cuando se entere de lo que ha pasado aquí.- Murmuro el chico a la nada.

Con un leve esfuerzo de concentración, el mundo azulado y grotesco desapareció, sustituido por su nueva habitación, con Spike a sus pies, mirándole con sus ojos marrones y la lengua jadeante.

-Sera mejor que te muevas ya.- Oyó la voz de su tío a lo lejos.- Tengo muy buenas noticias.

miércoles, 19 de septiembre de 2012

Nina Dalton


NINA DALTON
Nina Dalton - 17 años - Guarda de los sueños/estudiante - Heterosexual - Americana

DESCRIPCIÓN FÍSICA
Es una chica Rubia, con el pelo largo y suavemente ondulado. Con ojos azules y labios suaves. Piel clara, y un metros sesenta de alto con una figura esbelta.
Suele llevar ropa casual, no le gusta llevar cosas que destaquen demasiado o sean abusivamente incomodas, por ello los vaqueros y las camisetas son sus primeras opciones, junto con sus inseparables playeras.
DESCRIPCIÓN PSICOLÓGICA
Es una chica curiosa, siempre esta preguntando y metiendo las narices donde no debe, pero con los años ha ido aprendiendo a controlar ese impulso, aunque no lo consigue muy a menudo.
Le da bastante igual lo que la gente de alrededor piense de ella, si cree que tiene que hacer algo lo hace. Aunque acabe arrepentida y abochornada por los susurros que oye cuando anda.
Es bastante soñadora y confía demasiado en los demás, aunque también se pone muy paranoica a veces. No es de las que parlotean y parlotean sin cesar. Solo dice lo que tiene que decir y escucha todo lo que necesita o quiere oír. Suele estar enterada de los cotilleos, sobretodo de los de los demás.
Cabezota sin remedio.
GUSTOS
-Las matemáticas
-El chocolate
-Los gatos
-La luz de la luna
-El bosque
-El olor de la canela
-Nadar
DISGUSTOS
-Que le mientan
-El ron
-Las fresas
-La lluvia
-La arena de la playa
HISTORIA
Nació el 5 de Junio en el hospital de Rivertown. Fue una niña muy cuidada, sin nada de especial. Creció rápidamente a los ojos de sus padres. Era muy aplicada en los estudios y pionera en matemáticas. Todos los años intenta apuntarse a algún club diferente, pero siempre acaba en el club de matemáticas. Empezó a salir con Mike, jugador del equipo de futbol del instituto, hace un par de años.
Se dio cuenta de que podía recordar sus sueños desde los diez años o así, aunque siempre los ha recordado y lo considera muy natural, aunque nunca se lo ha comentado a nadie, por miedo a que la tomen por loca.

diseñado por shiki @ sourcecode

domingo, 16 de septiembre de 2012

1. Guardianes del sueño


Luke aparco su ranchera en el camino de grava de una de las múltiples casas iguales que había en el barrio residencial. Era un pueblo pequeño y lejos de la ciudad. Me baje del vehículo y observe el alrededor, había un hombre a un par de casas que cortaba el césped, pude oír el ruido de unos niños jugando y algún que otro perro. Spike ladró en la parte trasera de la ranchera, en respuesta a sus nuevos vecinos.

-Chsss. – Le renegué.- No quiero problemas, así que pórtate bien, ¿entendido?

El pastor alemán ladró, como si de una afirmación se tratase y le inste a bajar de la camioneta, que fue lo que hizo con un hábil salto. Luke ya estaba cogiendo cajas del vehículo y llevándolas al porche, él ya había venido un par de veces antes, cosa que para mí era la primera vez. Cogí mi mochila y camine hasta el interior de lo que iba a ser mi nueva casa.

A la izquierda estaba el salón, y tras él el comedor. En frente de la puerta, al final del corredor, estaba la cocina, y a la derecha las escaleras que daban al piso superior. Al final de las escaleras solo había tres puertas, la del medio daba al cuarto de baño, las otras dos a dos cuartos parecidos.

-¿Has elegido habitación?- Grité escaleras abajo.

-No, elige la que te parezca, no tengo preferencia alguna.- Contesto Luke desde el piso inferior.- Pero te agradecería que me ayudases a cargar las cosas del coche.

-Vale, ahora bajo.

Entre en la de la izquierda, y no tenía gran cosa, una cama, un armario empotrado y una cómoda. Las ventanas daban al jardín delantero. La de la derecha era igual, solo que daba al jardín trasero. Sin saber porque, me quede con la segunda. Deje la mochila sobre la cama y mire por la ventana. Se veían los arboles que limitaban los jardines de los vecinos.

-Walker, baja.- Grito de nuevo Luke.

-Te he dicho que ya voy…- Dije pesadamente, mientas bajaba las escaleras.

Una vez abajo, vi que Luke no me había llamado para cargar cajas, sino para presentarme a la visita. Eran una pareja de mediana edad, sobre los cuarenta, como Luke, solo que ellos vestían un poco mas elegantes que mi tío.

-Walker, estos son los señores Dalton, viven en la casa de enfrente.- Les presento.- Nos han traído una pequeña cesta de bienvenida.

-Que bien.- Dije para mostrar amabilidad. Estas cosas solo se hacían por peloteo y cotilleo. Siempre es por cotilleo.- Muchas gracias.

-¿Te gusta Rivertown? No es la gran ciudad, pero también tiene su encanto.

-No lo dudo, señora Dalton. Habrá que acostumbrarse a la diferencia. De momento tengo una habitación más grande. - Todos se rieron de mi pequeña broma. Lo que me dio la oportunidad de idear algo con lo que escabullirme. – Creo que es un gran momento para ir a dar una vuelta y conocer un poco el lugar.

-Oh, es una gran idea. –Dijo la señora Dalton.- Un poco mas arriba esta el instituto y tras él esta la calle comercial, quizás allí conozcas a alguien y empieces a entablar amistades.

-Puede ser. Muchas gracias por la información.

-Creo que es hora de irse, cielo.- Dijo el señor Dalton.- Seguro que tienen muchas cosas que arreglar aún.

-Si necesitan algo, no duden en pedirlo.- Se despidió su mujer.

Y ambos se fueron de la casa. No pude contener el suspiro. Luke me explico mientras acabábamos de traer cajas que el hombre era el director del instituto y que su mujer trabajaba en el ayuntamiento. También tenían una hija de mi edad.

-Tengo que ir a la comisaria para tramitar los últimos papeles y no me apetece buscar los trastos de la cocina, así que ¿te parece si quedamos dentro de hora y media aquí y pedimos una pizza?

-Me parece un plan estupendo, Luke. Luego nos vemos.

-No te metas en problemas el primer día.

Me gire para dedicarle una mueca a mi tío y luego cogí mi skate y la correa de Spike y salí de la casa. Una vez fuera silbe y el gran pastor alemán apareció corriendo. Como indico la mujer, me dirigí cuesta arriba y el gran edificio que venia a ser el instituto se abrió paso a la vista. Estaba rodeado de césped, e incluso tenia un campo de futbol. Había luces en el interior pero ya era muy tarde para las clases y las extraescolares, así que podía ser algún profesor que trabajaba demasiado. Rodee el edificio y acabe en la parte más comercial del pueblo.

Una calle larga donde se encontraba el grueso de las tiendas. Había varias cafeterías y bares, una pastelería, una zapatería, un taller de mecánica y hasta una tienda de mascotas, en donde Spike ladró nada mas pasar. Pese a ser casi de noche y ser domingo el lugar parecía bastante animado.

La calle finalizaba en una gran plaza, donde estaba el ayuntamiento, la comisaria y lo que vendría a ejercer como hospital, un centro médico demasiado grande para el pueblo tan pequeño donde estaba.

Luego caí en el nombre del pueblo, Rivertown, por lo que debía de tener un rio cerca. Finalmente deseche la idea de buscarlo, debido a que era muy tarde y un bosque que no conoces puede ser muy traicionero. Así que opte por volver a casa e ir quedándome con detalles de la ciudad. Vi una calle con el nombre “quince”. Por el resto no tenía nada excepcional.

Volví a pasar por delante del instituto, y las luces ya estaban apagadas, pero seguía habiendo un coche en el aparcamiento. Era curioso que no hubiera nadie en el edificio, pero sí hubiera un coche en el parking. Quizás estuviera en el baño y las luces no se veían.

Llegue a casa un cuarto de hora antes de la hora, con lo que aproveche para ducharme. Justo al salir, Spike ladro indicando que alguien había entrado en la casa. Me puse ropa holgada y al bajar las escaleras me encontré con Luke. Traía dos pizzas con él que olían deliciosamente.

-Hay que mirar el grifo de la ducha… Esta… Bueno… Dejémoslo en que está.- Concluí al no saber explicar que le pasaba. Casi me mate tratando de mover el grifo para cambiar la temperatura del agua.

-Bueno… Seguro que hay mucho que arreglar… No quiero ni pensar en como funcionara la lavadora.

Me gire hacia el mencionado electrodoméstico, que estaba bajo la encimera de la cocina. No sé que tenia de especial, a mi me parecía una lavadora normal y corriente. Me senté en una de las sillas que había en la cocina y abrí una de las cajas de pizza.

-Tiene champiñón.- Dije asqueado. Rápidamente abrí la otra caja y esta estaba mejor, tenía ternera en lugar de ese horrible hongo.

-Es mi seguro de que no te vas a comer mi pizza.-Dijo Luke mientras se llevaba un trozo a la boca.

Estuvimos hablando sobre el pueblo. Le comente que me parecía extraño que un pueblo tan pequeño necesitase un inspector. Él contesto que todo lugar necesita a alguien que investigue. No le reproche, sabía que no solo él había pedido el traslado, y no solo la administración se lo había concedido, había algo mas detrás, algo que todavía no entendía del todo.

Luke era inspector de policía y se ceñía muy bien a su papel. Era un hombre de mediana edad, ya rozaba los cuarenta, tenia el pelo castaño y ojos verde botella. Su cara estaba finamente cubierta por una barba que se cuidaba pulcramente. Respecto a la ropa, nunca le había visto con el uniforme de policía, los inspectores pueden ir con ropa de calle, pero su chaqueta de cuero no le podía faltar nunca.

-¿Listo para tu primer día de instituto?- Pregunto recostándose en la silla a la vez que tiraba un borde de la pizza sobre la caja, en la que quedaban un par de trozos.

Acabe lo que tenia en la boca, el último trozo del penúltimo octavo de la pizza.

-Nunca se esta listo para eso.-Conteste sin darle importancia. Cogí el reborde que había tirado mi tío y se lo di Spike, que lo cogió al vuelo y se lo comió en dos mordiscos.- No me gusta ser el centro de atención. Y ser el chico nuevo no es precisamente pasar desapercibido.

-No se acabara el mundo, además solo serán un par de días, luego serás uno mas, como a ti te gusta.

Acabe la pizza y me despedí de mi tío, dándole las buenas noches. Spike me siguió y antes de que yo me metiera en la cama, el perro ya estaba tumbado en los pies de la cama.

Una vez listo para dormir, recapacite sobre la última frase de mi tío. Siempre había sido un tío normal y corriente, con notas decentes, hobbies normales y actitud muy independiente y solitaria. Pero eso era lo que veían los vecinos. Realmente era de lo más peculiar. No todos pueden recordar totalmente sus sueños y puede modificarlos de tal manera que pueda interferir en los de los demás.

miércoles, 12 de septiembre de 2012

Walker Hale


WALKER HALE
Walker Hale - 17 años - Guarda de los sueños / estudiante - Homosexual - Americano

DESCRIPCIÓN FÍSICA
Metro ochenta de altura, constitución media y piel ligeramente bronceada. Pelo rubio oscuro y ojos azul hielo. Tiene un tatuaje por la espalda que comienza en la rabadilla y sube por ella, es un rabo de tigre.
Le gusta llevar la ropa que lleva, sin importarle lo que este de moda o no. Casi siempre de colores azulados, aunque si necesita ponerse otros colores no le molesta. Suele variar el estilo de ropa que lleve según su estado de ánimo.
DESCRIPCIÓN PSICOLÓGICA
Es un chico muy reservado y serio, aunque cuando habla con la gente siempre tiene una sonrisa que ofrece a todo el mundo y resulta muy reconfortante, aunque para él es agotador. Siempre esta sosegado y tranquilo.
Tiene tendencia a deprimirme y aunque trata de ocultarlo, se le nota enseguida, ya que le cuesta más sonreír y sus ojos están mas apagados. Le afecta mucho emocionalmente su alrededor, y estar en el mundo de los sueños no le ayuda. Siempre dice que le parece deprimente y de hecho le deprime.
Todo ello no le impide ayudar siempre que esta en su mano y no consiente que se metan con él. Puede llegar a tener la lengua muy afilada y junto con su habilidad corporal, sale bastante bien parado de las peleas.
GUSTOS
-Dormir con música
-El chocolate
-La playa
-La vainilla
-La luna creciente
-Las acampadas al aire libre
-Correr
DISGUSTOS
-El calor
-Hablar de su familia
-La ternera
-La música clasica
-Los coches de la marca BMW
HISTORIA
Nació el 23 de Febrero en Nueva York. Creció con el afecto de sus padres, que le mimaban y a la vez lo dirigían con una disciplina férrea. Desde pequeño recordaba los sueños y nunca se molesto en ocultárselo a sus padres, que le escuchaban con fascinación.
Cuando fue un poco mas consciente, sus padres le dijeron lo que era y lo que podía hacer y le enseñaron como usarlo durante sus sueños. A la edad de diez años ya era diestro en controlar los sueños.
También con diez años, sus padres murieron en un accidente aéreo del que no hubo supervivientes. Él se había quedado con su tio, que lo adopto como si de su propio hijo se tratara.
Le costó mucho superar la muerte de sus padres, por suerte, su tio y un amigo suyo le ayudaron a seguir adelante. Con el tiempo, ese amigo se convirtió en un intimo amigo y acabaron siendo pareja.
El día que Walker iba a cumplir 17 años, Nick y él se hicieron el mismo tatuaje en la espalda en forma de cola de tigre y cuando iban a ir a comer, un camión se salto el semáforo arrollando el coche en el que iban.
Walker se salvo, y solo se rompió una pierna y tuvo un ligero golpe en la cabeza. Nick quedo en coma. Walker no pudo sopórtalo y se sumió en un sueño, donde podía estar con Nick mientras él estaba en coma. Durmió durante tres días, tiempo en el que Nick murió debido a los traumatismos que tenia.
Al cabo de unos meses, Su tío y él se mudaron a Rivertown, debido a que Walker lo pasaba mal por las noches y pensaron que quizás, cambiando de lugar lograrías que se pasara.

diseñado por shiki @ sourcecode

domingo, 9 de septiembre de 2012

Bienvenida y propositos

Bienvenidos a mi blog "Is The crazy Writter"
Aquí intentare ir publicando todo lo que vaya escribiendo. Realmente no se que es lo que saldrá, tengo muchas ideas y algunas muy buenas, pero muy poca constancia. Por eso he pensado que si escribo en un blog, me sea capaz de ser mas constante.
Ahora mismo tengo varios proyectos que me gustaría llevar a buen puerto, pero escribo unas pocas lineas y me canso de ello porque se me ocurre otras ideas. Quizás de esta manera pueda escribir todas aquí ( e intentar tenerlo organizado).
No soy profesional, ni nada por el estilo, de hecho, estudio ingeniería y me cuesta mucho poner todos los acentos, pero haré lo que pueda y me esforzare todo lo que pueda para cumplir los plazos. Cualquier critica constructiva sera bienvenida y tenia en cuenta.
He pensado en los plazos y debido a que no voy a tener demasiado tiempo para escribir, quizás un capitulo a la semana de 4 o 5 páginas si que sea posible escribir. ¿De que saga? Ni idea, lo que me de esa semana. Esto no quiere decir que una semana este muy inspirado y escriba dos capítulos y los ponga los dos. Pero espero que al menos uno, si.
También me gustaría poner una imagen a cada historia, así como marcadores de capitulo, pero soy un negado con el photoshop (aunque tampoco es que me haya puesto muy en serio con él). Además de intentar caracterizar a los personajes, con imágenes de actores/cantantes y ponerles cierta personalidad. Si alguien quiere ayudarme en este apartado todo sera bienvenido.
Estas son mis intenciones, espero poder cumplirlas y escribir todo lo que me proponga. Por otro lado, debería comentaros que es lo que me gusta escribir y lo que intentaré escribir. Me gusta la ficción y la fantasía por eso, jamas escribiré una novela histórica o realista, siempre habrá elementos de este tipo. Por otro lado, la mayoría de los personajes serán masculinos y gays, esto no quita que haya mujeres y heteros. Si queréis coger mis ideas para montaros vuestra propia historia no me importa, pero no quiero que me copiéis mis historias ya escritas.
Y con esto concluyo.
Locos saludos de vuestro loco escritor.