domingo, 30 de diciembre de 2012

Navidades...


Son vacaciones de Navidad ya... Y yo sin un capitulo publicado, lo se... Tengo un capitulo especial navideño en el horno, pero no esta ultimado, le queda unas cuantas pinceladas y es posible que pueda sacar hasta dos, como paso con el especial de Halloween.
Pero no son todo malas noticias. Tambien traigo un regalo navideño que me han hecho y es... *Redoble de tambores*

TARAAAANNN Si, es una portada para la historia. La hizo mi amiga Veruchi lo hizo con gran entusiasmo. Así que ya sabéis, dejad comentarios diciendo lo mucho que os gusta.
Y no olvidéis de estar atentos al blog, algún día de estos llegará el especial de navidad y seguiremos publicando cosillas, como siempre, los domingos y algún que otro miércoles.

domingo, 23 de diciembre de 2012

15. Guardianes del sueño


Hoy Nina nos cuenta como le fue su ruptura con Mike. Y aparece un baile de invierno por ahí... Y Nina empieza a sospechar algo raro tmabién... ¿Quieres saber mas? Lee un poco mas aquí abajo.

Le estaba cogiendo el gusto a esto de madrugar sin despertador, no te levantas con sueño, ni perezosa, solo tiene que sonar la canción de Walker y sin más, despertar en la cama. Además, ir a correr con él, Tara y Eric es muy entretenido y ayuda a estar relajada el resto del día. Fue una buena terapia para superar lo de Mike.

Pero ese día fue distinto.

Eric no vino a correr y Walker estaba más sonriente. Tras sonsacarle que ocurría, nos contó que había pasado con Mike. Me quede alucinada según lo iba contando. Pensaba que la estupidez de mi novio, bueno, mi ex novio, tenía un límite pero ha demostrado que no.

-¿Por eso estas tan contento hoy entonces? –Pregunté. Pero él solo encogió los hombros.

Esa sería toda la información que lograría obtener de él de esa manera. Deduje por lo que había contado, que podía deberse a que le habían soltado una buena reprimenda a Mike por su actitud. Para Walker sería como una gran victoria, aunque a él también se la hubieran echado y castigado.

-¿Qué tal vas con el chico ese? ¿Greg?- Pregunto el chico a mi amiga. Acto seguido se arrepintió de haberlo hecho.

-Greg es estupendo. No sé cómo no pude verlo, ni siquiera suponerlo. Te estos muy agradecida Walker. Estuvimos saliendo, nos besamos y bueno… tiene un culo de alucine…- Y así fue hasta que nos separamos para ir cada uno por su lado.

De vuelta al instituto, fue rutina corriente y moliente en todos estos días. Las clases se volvían monótonas y la influencia del chico nuevo se hacía patente y sobre todo en las clases de matemáticas.

Walker falto a la comida, dado que tenía que cumplir su castigo. Tara y Eric sí estuvieron. El chico tímido volvió a contarnos su versión de los hechos del día anterior. Pero él si conto mucha más información que Walker había pasado inadvertida, posiblemente queriendo.

Tras el encontronazo fueron a cenar juntos y Walker acompaño a Eric hasta su casa. ¿Sería eso lo que le había hecho feliz a Walker? Tenía que encontrar una forma de sonsacar información a los chicos como fuera. Aunque de todos modos, ¿Por qué iba a estar Walker feliz por acompañar a Eric a casa?

Y como si una iluminación se tratase, se me ocurrió como hacerlo. Como Walker, en los sueños.

Ya tenía ganas de ir a dormir.

Walker entró en el comedor minuto y medio antes de que nos fuéramos y dejo sobre la mesa un papel. Concretamente un cartel del baile de invierno.

-¿Qué tal el castigo?- Pregunto Eric.

-Bien, nada del otro mundo. No es el primer castigo que sufro, ni será el último.- Rio mientras se sentaba al lado de Eric y en frente de Tara.

-Que malote ha sonado eso. – Comentó con voz tontorrona la chica.

Mire a Walker que simplemente le sonrió en respuesta.

-¿Por qué trajiste esto?- Señale el anuncio y se lo pasé a Tara.

-El baile de invierno.- Apuntó mi amiga.- Se celebra siempre el primer viernes de diciembre. ¿Piensas ir?

Walker miro a los presentes antes de contestar.

-¿Vosotros no?

-Falta una semana y Greg no me lo ha pedido.- Comentó la chica.

-¿Y porque te lo tiene que pedir él? Si quieres ir con él, ve tu misma y pídeselo.

-Tienes razón. Voy a pedírselo.

Tara se levantó de la silla totalmente convencida y se fue, seguramente a buscar a Greg. Me quede mirando cómo se iba, pensando en lo mucho que me gustaba que Mike me pidiese ir al baile y el comprar los vestidos también era divertido.

-¿Y vosotros? – Pregunto Walker.

-Yo paso.- Contesto Eric.- Nunca he ido y no voy a empezar.

-Yo no tengo con quien ir, siempre iba con Mike y sería muy raro ir sola.

-Vamos los tres juntos. – Sentenció el chico rubio.- Tú no iras sola, y tú tendrás tu primer baile en condiciones y te lo pasarás bien. Todos felices.

-No me convence.- Dijimos Eric y yo a la vez.

-Me da lo mismo si os convence o no, vais a ir y lo vais a dar todo.- Sentencio el chico. Se puso de pie.- Y espero que llevéis lo mejor del armario.

Walker tras decir eso y no darnos oportunidad de replicar se fue, dejándonos ahí, sentados y confusos. Eric y yo intercambiamos una mirada de terror, pánico y estrés inmediato. Me levante a todo correr para seguir al rubio, y Eric hizo lo mismo tras de mí. Parecía mentira todo lo que podía andar ese hombre en tan poco tiempo. Lo encontramos caminando por la calle, con la mochila en un hombro y las manos en los pantalones.

-Walker. –El aludido se paró y giro.- ¿Cómo nos dices eso?

-¿El qué?

-Que vayamos al baile.- Reproché.

-No hay que demostrar debilidad y esta es la mejor oportunidad.

-Walker,- murmuro Eric.- No nos metas en tus guerras con Mike.

-¿En serio quieres seguir así? – Pregunto.-¿Atemorizado y amenazado continuamente? ¿Siendo víctima de insultos que no son ciertos? – Hizo una pausa y se volvió hacia mi.- ¿Quieres que traten como una mala chica cuando no lo eres?

Agache la mirada y me mire los zapatos. Tenía razón, pero tenía miedo, me incomoda que la gente me mire como una extraña y más ahora que me he juntado con Eric.

-Tener miedo es lo normal.- Prosiguió Walker con voz lenta y consoladora.- Y enfrentarte a ello es la mejor manera de superarlo.

-Es muy fácil decirlo, Walker…- Murmuro Eric.

-Lo sé… Pero por eso no os voy a dejar. A mí me ayudaron y os ayudare en lo que pueda. Empezando por llevaros al baile de invierno.- Hubo una pausa y luego oí como Walker susurraba a Eric.- Confía en mí.

Me gire y Walker tenía la mano en la cara del chico moreno mientras ambos se miraban fijamente a los ojos. El chico asintió y el rubio sonrió. Tras ese momento entrañable, ambos se volvieron para mirarme.

-Yo no quiero meterme en guerras con Mike.- Sentencie.

-No es una guerra, sino decirle a los demás que no tienes miedo. ¿Qué daño te va a hacer ir al baile? Te lo pasarás bien.

Sin el silencioso apoyo de Eric me sentía más intimidada por lo que no tuve más remedio que aceptar.

Cuando nos separamos, pensé en como Walker había logrado convencer a Eric de ir al baile. Solo le había susurrado esas palabras… Y esa mirada…

Nada más llegar a casa corrí a por el teléfono y llame a Tara, invitándola a pasar la noche. Acepto sin dudarlo. No era la primera vez que una de nosotras iba a dormir a casa de la otra, incluso entre semana.

Tras cenar todos juntos, mis padres, Tara y yo nos encerramos en mi habitación.

-¿Y qué es eso tan interesante que tenías que contarme? ¿Te convenció Walker para ir al baile?

-Si… Pero lo más extraño es cómo lo hizo. Bueno, realmente convenció a Eric y no me quedo más remedio…

-¿Qué dijo?

-Hizo algo así.

Imitando a Walker, puse la mano en la cara de mi amiga, la mire a los ojos profundamente y pronuncie las palabras “confía en mí”.

-Y él solamente asintió.

-Tía… Me han dado ganas de besarte, y mira que a mí solo me ponen burraca los tíos.

-Eso mismo pensé yo…

-No creerás que Walker y Eric…- Pronuncio mi amiga dejando la frase en el aire.

-Sabemos que Eric si… Pero, ¿Y Walker?–Razone en voz alta.

Ambas nos sentamos en la repisa de la ventana mirando hacia la casa de enfrente.

-¿En serio crees que ese chico es gay? No lo parece.

-Eric tampoco es el prototipo de chico gay.

-Me daría tanta pena que un chico tan guapo estuviera en la acera equivocada… -Mi amiga siempre pensaba en negativo.- Se me ocurre que… Deberías de besarle.

-¿Qué? – Exclamé sorprendida.- ¿Qué tontería es esa?

-Claro, si le besas y le gusta, sabremos que no tiene nada con Eric.

-¿Cómo pretendes que bese a Walker? ¿Te has tomado algo raro?- La chica negó la cabeza.- Lo peor es que lo dices en serio, ¿verdad?

-Tu no estas con Mike, eres libre, él está libre… Todo perfecto, solo bésale, no hace falta que le extraigas el alma, con un beso pequeño, robado, es suficiente.

-Estás loca…

-Dime que no te gustaría poder besar esos labios jugosos… Y que te mire con sus ojos tiernos… Y que te susurre al oído…- Tara se había ido acercando poco a poco y bajado el volumen de su voz hasta que acabo susurrando.- Y tocar ese culito respingón que tiene.

-Vale, sí, quiero… Pero eso no significa que deba…

Me levante y me metí en la cama. Mi amiga me siguió.

-En el amor y en la guerra todo vale.

Espero que os haya gustado, comentad que os gustaría leer o que hubierais hecho vostros en ese lugar y si queréis ser los primeros en saber que se ha subido un capi, haceros seguidores al final de la página o mirar en la lista de capítulos.

domingo, 16 de diciembre de 2012

14. Guardianes del sueño


Aquí vemos como Nina sobrelleva el primer lunes tras su ruptura y también, tras un lapso de tiempo, un acercamiento de nuestro rubio protagonista a Eric. ¿Que pasara con ellos? Leelo aqui abajo.
Por cierto, hay un pequeño guiño a CSI las vegas (que hice sin querer) Si lo encontraís, comentarlo al final del capítulo.

El fin de semana pasó. La repercusión que tuvo la ruptura de Nina en el instituto fue mucho más grande de lo que debería. Luke me advirtió que en un lugar tan pequeño como Rivertown cualquier cosa tenía una gran consecuencia.

El lunes fue un día duro para Nina. Tuvo que hacer frente a sus miedos, que me habían quedado claros en el sueño contra las pesadillas. Tenía mucho miedo al qué dirán. No hay que decir que fue mirada como una apestada. No la vi hablar con nadie, estaba bastante hundida.

Durante la comida estuvo sola y no tuve reparo en sentarme junto a ella. Eric también se unió a la comida. No charlamos sobre gran cosa, trate de hacerla sonreír pero no lo conseguí.

-Ya me he enterado… Lo siento mucho…- Su amiga había aparecido por arte de magia y se había sentado a su lado y abrazado.- Por eso estuviste desaparecida todo el finde, ¿verdad?

Nina solo pudo asentir para no romper su concentración y evitar echarse a llorar. Su amiga continúo alentándola.

-No te merece, eres demasiado buena para ese capullo. Y a Johanna voy a darle una gran patada en su esbelto culo. Ninguno de los dos se merece que los llores.

-Tienes razón… Pero no entiendo como pude ser tan tonta… Walker lo vio y no lleva una semana.

Las miradas cayeron sobre mí y me sentí culpable de algo que no debería. Solo me encogí de hombros, sin decir nada.

-¿Cómo lo supiste, Walker? – Pregunto Tara.- Ni yo me había dado cuenta.

Nina no sabía en qué aprieto me había puesto. A la velocidad de la luz busque una excusa.

-Se me da bien esas cosas. Como sé que ese chico de ahí,- señale con la cabeza a un chico sentado a dos mesas de distancia- no nos ha quitado el ojo y es posible que esté interesado en ti, Tara.

Ambas chicas se giraron para mirar, el chico de camiseta roja hundió la mirada en su plato al ver que había sido descubierto.

-Es Greg Sander, ¿verdad? – Pregunto Nina. Su amiga solo asintió.- Te gustaba desde pequeños. Deberías ir a hablar con él…

-No sé… - Contesto la chica mientras se ponía colorada.

-Si le pides salir no te dirá que no.- Murmuré.

La chica me miro y le sonreí. Ella inspiro y se levantó.

-Vale. Como no sea así te la tengo jurada el resto de tu vida.

La chica fue y los tres que quedamos en la mesa nos pusimos estratégicamente alrededor de la mesa para poder ver perfectamente. Tara se volvió y Nina la invito a continuar. Cuando llego a donde el chico, empezaron a hablar y ella empezó a jugar con el pelo. Tras unos minutos, ambos caminaron por el comedor y se fueron. Tara antes de irse saludo sonriente.

-¿Cómo lo sabías?- Preguntó Eric con sorpresa. Yo me encogí de hombros.

-Costumbre, siempre observo más de lo que debería y veo esas cosas.

-Eres alucinante.- Contesto el chico y se repantingo en la silla.

Le observe y ahí tirado se veía muy bien. Me apetecía subirme encima de él y besar esos labios tristes y acariciar su cálida piel, enredando una mano en su pelo.

El timbre sonó, sacándome de mi ardiente ensoñación. Nina me obligo a asistir al club de matemáticas, por lo que nos despedimos de Eric y fuimos a clase.

Por supuesto fue una tortura de clase, llena de números, letras y símbolos. Desgraciadamente no me interesaba, pero entendía todo lo que el profesor decía.

Cuando acabo, Nina y yo nos fuimos juntos. Dejamos las cosas en las taquillas y en la de Nina, tras abrirla una nota cayó al suelo. Ella la recogió y la leyó. Luego la volteo para enseñármela. Ponía con letras bien grandes: “cornuda”. La chica me miro con ojos llorosos.

-No les hagas caso. No muestres debilidad alguna y sonríe.

-¿Sonreír? ¿Cómo voy a sonreír con esto?

-Fácil, convierte tus debilidades en tus fuertes. Si te llaman cornuda, no seas la tonta, haz que él sea el malo. – Ella me miro confusa.- Mañana cuando llegues al instituto y veas que todos te miran, señálale a él y grita a los cuatro vientos que el gilipollas es él por buscar otras cosas cuando tú se las ofrecías. Y ataca con el futbol, que les dolerá.

-No se yo…

-Lo que no te mata te hace más fuerte. –Conteste.

Salimos del instituto y nos fuimos a casa. Antes de ir cada uno a la suya ella preguntó si podía acompañarme por las mañanas a correr.

-Claro. No tengo ningún inconveniente.

-Es que ahora me despierto a la vez que tú y no sé qué hacer tanto tiempo…

-No te tienes que justificar. Está bien si quieres venir. Pero tendrás que seguirme el ritmo.

Dicho y hecho. Al día siguiente me acompaño a correr y durante el resto de días también. De hecho, cada día que pasaba era capad de seguirme mejor. Y tras unos días, Eric se animó a acompañarnos. Y también Tara empezó a madrugar más para incluirse en el grupo.

Eric me dijo que le gustaba nadar también, así que le invite a nadar a la piscina del instituto y no tuvo problemas en acompañarme. Me gustaba la compañía de mis nuevos amigos, pero especialmente la de Eric.

Fueron cambios que no pasaron inadvertidos para nadie. Ni siquiera para Mike. El enfado que este hombre se montaba era enorme y un día explotó.

Tras salir de la piscina junto a Eric, fuimos a las duchas para quitarnos el cloro resultante.

-Me gusta tu tatuaje.- Comento Eric mientras estábamos solos.

-Me gusta que te guste.- Reí.- A mí me gusta tu mirada.

Nos quedamos mirando fijamente el uno a otro. Podía ver como el agua corría por su cuerpo y sentí la necesidad de tocar su cara, sentir su calor y besar sus suaves labios. Pero un estruendo llego por la puerta, carcajadas, golpes y ruidos. Eric, asustado, cerró la ducha y salió corriendo. Yo lo hice con más tranquilidad.

-¡Ey! Mirad quien está aquí.- Grito uno de ellos.

Miles de ojos se centraron en nosotros mientras nos secábamos. Eric se estaba vistiendo completamente mojado para salir lo más rápido posible. Yo me tomaba mi tiempo e ignoraba todas las vistas y alusiones que me dirigían. Mike cerró mi taquilla de un manotazo y se apoyó contra el armario. Tenía una horrible sonrisa de suficiencia.

-¿Nos estas ignorando? –Pregunto con fingida molestia.

-¡Ah! Mike, estas aquí… Si, te estaba ignorando…

-¿Qué haces aquí? ¿Os estabais metiendo mano?

-¿Te hubiera gustado verlo? – Le rete.- No sabía que a ti también te gustara el porno gay.

Por el vestuario se oyeron cuchicheos y risas contenidas. Eric estaba temblando de miedo y observaba desde una esquina. Mike por su contra me miraba fijamente con ira contenida, palpable en sus puños, que estaban cerrados y apretados, listos para golpear todo lo que se pusiese en su radio de acción.

-Repite eso y tendrás que volver a casa en una caja.

-¿Repetir? – Dije con tono burlón.- ¿Qué te gusta el porno gay? Puedo ofrecerte algo más que verlo… - Y me toque el costado lentamente insinuándome descaradamente ante sus amigos.- ¿Te gusta?

El chico no pudo aguantar más y me lanzo un puñetazo, que esquive rápidamente retrocediendo.

-Con cuidado, que casi me das.

Lanzo otro y luego otro y otro. Todos demasiado predecibles y fáciles de esquivar. Podía verle respirando cansadamente, con ira en la mirada. Visto que no podía golpearme, por su cabeza pasaba la idea de arrollarme y luego inflarme a puñetazos. El pasillo con taquillas por paredes estaba separado por un banco.

Mike comenzó su ataque. Se lanzó sobre mí como una locomotora. Cuando estuvo a mi alcance, salté sobre el banco y le puse la zancadilla, haciendo que se tropezara y callera sobre sus compañeros. Aproveche el momento para recorrer el casillo, coger mis cosas, y empujar a Eric para irnos.

La puerta estaba bloqueada por dos amigos de Mike, así que tomamos la ruta alternativa, que era la salida por la piscina. Todos nos seguían y Mike volvió a cargar contra mí. Esta vez, y estando de espaldas, no lo vi y me arrollo, tirándome a la piscina.

En un breve momento de confusión, entre golpes, burbujas, agua y falta de aire, me inundo el pánico. Pero al notar un golpe leve del puño de Mike, pensé con rapidez. Me deshice de Mike, parando un golpe y usándole como trampolín para propulsarme a la superficie. Una vez trague una bocanada de aire nade raudo al borde y salí. Los amigos de Mike estaban a un lado, Mike en el agua y Eric en el otro lado, junto a la salida. Me levante y corrí por el borde con toses por todo el agua que había tragado.

Dimos al pasillo y nos dimos de bruces con un par de profesores que nos miraron extrañados y pidieron explicaciones. Justo después entró Mike y todo se explicó.

Acabe sentado en la sala de espera de dirección, junto a Eric, con una manta encima y enfrente de Mike con otra manta.

-Siento haberte metido en este embrollo.- Murmure al chico a mi lado. Él me sonrió, con esa tristeza suya.

Justo en ese momento Luke entró en la sala y observo el panorama.

-Al final lo hiciste, ¿no?- Pregunto. Yo asentí.- Ha tardado más de lo que esperaba.

Del despacho del director salieron un matrimonio y se llevaron a Mike. El director, que era el padre de Nina y nuestro vecino de enfrente, dejo pasar a mi tío al interior y estuvieron hablando un rato.

-Esto fue por mi culpa.- Murmuro Eric.- Si no hubiera dejado que te acercaras no pasaría nada de esto y no estarías en problemas.

No tenía contestación a eso. Tenía razón por un lado, pero estaba totalmente equivocado. No tenía palabras para explicarlo, así que paso a la acción e hizo lo que tenía que haber hecho en las duchas.

Se inclinó y le beso en los labios, suavemente. Luego se separó para verle de nuevo.

-No tienes la culpa de nada.

Aun con la confusión en la cara de Eric, el director asomo por la puerta y me llamo. Entre, aun goteando por el pelo. Me senté en la silla vacía al lado de Luke. Me pidieron mi versión de los hechos otra vez y se la di encantado.

-No tienes un expediente ejemplar, Walker.- Observo el director. – No te conviene meterte en problemas.

-Yo no soy el problema. –Corregí al profesor y trate de sonar educado. – El problema es Mike, impuso una ley del silencio a Eric y le puso los cuernos a Nina. Y para colmo fue el quien empezó todo esto. –Tome aire. Y antes de que me contestaran proseguí.- Yo no soy el problema, pero si tengo que recibir un castigo lo hare.

-No tendrás castigo. Desgraciadamente conozco a Mike, y tampoco le tengo mucho aprecio. Conozco de sus leyes –Hizo una seña de comillas con los dedos cuando pronuncio leyes.- Pero como director he de sancionarte también por haber participado.

Acordamos una hora en la sala de castigo y que no se vuelva a producir. Yo dije que por mí no habría problema, pero insistí en que no iba a dejar que me hiciese daño. El directo pareció entenderlo y estuvo más o menos de acuerdo. Salimos del despacho contentos con el resultado.

-Puedes irte tú también, Eric.- Dijo el director y se metió en su despacho.

-¿Quieres venirte a cenar a la hamburguesería?- Le pregunto Luke al chico.

-¿Van a ir a la celebrarlo después de lo que ha ocurrido?- Pregunto Eric extrañado, mientras nos dirigíamos al coche de mi tío.

-Claro, ¿cómo no voy a celebrarlo? – Exclamo mi tío.- No solo mi sobrino no ha hecho nada malo, sino que te ha ayudado y salvado.- Aclaro el hombre.- Los héroes merecen celebrarlo.

Vale, no conocía la faceta exagerada de Luke. Pero no iba a ser yo quien le sacase de su error. Eric parecía dudoso.

-Vente.- Le ordené.- Luego habrá helado. -Eric rio y se sumó a la cena.- Pero antes pasemos por casa, me gustaría quitarme la ropa mojada.

Tras cambiarme con ropa limpia y seca, fuimos a la hamburguesería. Pedí la hamburguesa europea con extra de beicon y patatas fritas. Cenamos sin prisa alguna, disfrutando de la comida y la cháchara.

Descubrí que los padres de Eric no son muy dados a la charla y no son los mejores padres del mundo. Yo no recuerdo mucho a los míos, pero lo que recuerdo es muy agradable. Le invite a venir siempre que necesitara salir de su casa y no dudo en aceptar el ofrecimiento.

El postre fue el prometido helado. Luke era un auténtico fiera adivinando el sabor de helado que te gusta y dio en el clavo, aunque yo no suelo variar el helado. Fue fresa para él, chocolate para Eric y strachattela para mí. Lo disfrute de sobremanera.

Luego solo quedo volver a casa. Mi tío aparco el todoterreno en la entrada del garaje. Acto seguido me ofrecí para acompañar a Eric hasta su casa con la excusa de sacar a pasear a Spike.

-Ha sido divertido.- Comenté. – Deberíamos repetirlo.

-Estoy totalmente de acuerdo.- Contestó.

Hubo un ligero silencio, que se hizo más incómodo según pasaba el tiempo. Sabía que en su cabeza solo pasaba una cosa y no estaba seguro de cómo expresarlo.

-Respecto a lo… - Empezó a musitar.

Pero yo le hice callar con un beso sorpresa. Un beso que sabía a chocolate y nata, era cálido y húmero. Mis manos subieron hasta rodear su cara. Pude notar como él ponía sus manos en mi cadera. Tras un tiempo que pareció demasiado corto, separe mis labios de los suyos y vi como abría los ojos lentamente.

-¿Qué ibas a decir?- Pregunte.

-Ya nada… Me has contestado. – Murmuro el chico. Este sonrió, pero ya no tenía esa tristeza que le caracterizaba, lo que hizo que su sonrisa fuera más deslumbrante.

Spike ladró y se froto contra la pierna de Eric.

-Le gustas. –Traduje lo que el perro quería decir, con una sonrisa tonta.- Casi tanto como a mí.

Y antes de que pudiera decir algo volví a besarle. Esta vez fue más intenso, tiré de sus labios suavemente y mi mano se enredó en su pelo. El viento otoñal soplaba en la oscuridad de la noche, pero daba igual, su tacto era reconfortante.

Esta vez fue quien se separó, dejándome con más ganas.

-Creo que debería irme.

Yo asentí y deje que se fuera. “Si lo quieres déjalo ir, si vuelve es tuyo, sino, nunca lo fue.” Pensé. Él pareció leerme el pensamiento y volvió para darme un suave beso en la mejilla y volver corriendo hasta la puerta de su casa.

Volví a casa con una sonrisa tonta que hacía tanto tiempo que no tenía.

Espero que os haya gustado, comentad que os gustaría leer o que hubierais hecho vostros en ese lugar y si queréis ser los primeros en saber que se ha subido un capi, haceros seguidores al final de la página o mirar en la lista de capítulos.

miércoles, 12 de diciembre de 2012

Nick Hikes


Hoy toca conocer a un personaje que nos traerá mas de un dolor de cabeza a nuestros protagonistas, y no solo a Walker. Comentadme que os parece, ¿Habríais elegido a otro chico? Decídmelo en los comentarios. Es posible que haya un poco de Spoiler, espero que no sea demasiado o al menos que sea lo suficiente para intrigaros.

Nick Hikes
Nick Hikes - 18 años - Reaper - Bisexual - Americano

DESCRIPCIÓN FÍSICA
De ojos oscuros y pelo rubio castaño. Con la piel suavemente bronceada. Constitución media, altura de metro setenta y siete. Tiene un tatuaje en la espalda de una cola de tigre.
Viste de manera sencilla, sin preocuparse demasiado en ello. Normalmente con vaqueros y chaqueta de cuero cuando va en moto, sino puede llevar cualquier cosa, siempre acompañado por una gorra.
DESCRIPCIÓN PSICOLÓGICA
Es un chico divertido y ameno, siempre sonriente. De apariencia despreocupada y olvidadiza, pero detallista y romántico. Cuida de los suyos como si de su propia vida se tratase. Ayuda a los demás siempre que puede y no conoce la palabra rencor.
Nunca para, siempre esta haciendo cosas, si no una cosa es otra, y en constante formación, aprendiendo cosas, desde mecánica hasta botánica.
Le encanta la música, tocarla, cantarla y crearla; junto con la velocidad.
GUSTOS
-La música (crearla y tocarla)
-La velocidad, sobretodo motos.
-Las excursiones
-Las hamburguesas
-Los animales de compañia
DISGUSTOS
-La mermelada
-Las bicicletas
-Los libros
-Las zanahorias
-La lluvia
HISTORIA
Nació el 17 de agosto en Nueva York. Su infancia fue un poco dura, su padre falleció siendo él bebe y su madre se encargo de mantener la casa y su vida. Tuvo que dejar el instituto para trabajar y poder ayudar a su madre, pero eso no evito que siguiera aprendiendo y se apuntaba a todo tipo de cursillos y clases, a todas las que podía.
Antes de dejar el instituto conoció a Walker. Cuando se conocieron Walker era un montón de depresiones, y Nick se encargo de sacarlo de su miseria. Logro que volviera a sonreír. Ambos se complementaban, uno era responsable y el otro era aventura. No podían vivir el uno sin el otro. Nunca llegaron a llamarse novios el uno al otro, no hacia falta, se querían mucho más que eso.
El cumpleaños de Walker, por su decimoséptimo cumpleaños, le regalo un tatuaje, ambos se hicieron el mismo, una cola de tigre en la espalda, en honor a su animal favorito. Luego se disponían a comer, pero un accidente se lo impidió. Un camión les arrollo.
Nick quedo en coma y al cabo de tres días no pudo resistir y murió por los numerosos problemas que los médicos no podían solucionar. El último sueño que tuvo fue con Walker, pasaron esos tres días juntos en el mundo de los sueños.
Tras la muerte de Nick, este se convirtió en Parca (Reaper). Persiguió a Walker en sus sueños. Ninguno de los dos sabía que Nick era letal para Walker en el mundo de los sueños. Walker logro escapar de las terroríficas garras de Nick, quedando este flotando de en el mundo onírico.

diseñado por shiki @ sourcecode

domingo, 9 de diciembre de 2012

13. Guardianes del sueño


Tras el mal rato de Nina al ver a su chico con otra, le cuesta conciliar el sueño, pero una vez dormida, Walker se encarga de que se olvide de ello y se divierta.

Cuando Walker se despertó en el azulado mundo de los sueños subió al tejado y se quedó mirando al cielo de nuevo. No sabía si eso podía ser bueno, pero tenía que pasar el rato hasta que llegara Nina…

Pero Nina tenía problemas para dormir… No lograba concentrarse, temía las clases del lunes, o más bien a lo que ocurriría en ellas. No lograba dormirse pensando en lo que diría cuando se encontrase con Mike o con Johanna. Aunque finalmente le venció el sueño.

Cuando ella se despertó en el mundo onírico, se sintió cansada y no tenía ganas de moverse de ahí, su cama. Solo se limitó a levantarse cuando oyó ruidos en la ventana. No se sorprendió al ver a Walker sobre la repisa golpeando el cristal.

-¿No tienes cosas mejores que hacer?- Le dijo, sabiendo que aun estando fuera, el chico rubio le escucharía y se dejó caer de nuevo sobre la cama.

Walker abrió la ventana y entró, como Pedro por su casa. Se sentó en el borde de la cama, junto a ella y le sonrió.

-Hoy vamos a hacer algo que te levantara ese ánimo.

-No me apetece…- Murmuro la chica.

Walker le ignoro y tiro de ella, obligándola a levantarse, la arrastro hasta la puerta y la abrió, dejando al descubierto la calle donde habían estado esa tarde en Boston.

-Hemos estado ahí esta tarde… ¿Para qué volver?

-Ya lo veras, será divertido… Además, podrás desahogarte con toda la tranquilidad.

Sin estar muy convencida, se dejó arrastrar. Todo era como ella recordaba, pero no era exactamente así, estaban la calle y el parque, pero no tenían esa vitalidad, estaba todo tranquilo y apagado.

-¿Este no era el parque donde se había muerto gente?

-Así es.- Contesto el rubio sin ningún problema.

-¿Y qué hacemos aquí?

-Ver que les mato. -La respuesta le sorprendió tanto que quedo clavada en el suelo. Walker se dio cuenta y giro para mirarla. -¿Qué pasa? Solo vamos a ver, seguro que son algunas pesadillas que se pasaron de la raya.

A la chica no le asusto tanto lo de que dijo sino como lo dijo. Es tranquilidad y alegría a la hora de enfrentarse a algo mortal no era normal.

-Walker, dijiste que las pesadillas esas no hacían nada.

-Claro que no, son inofensivas. Por eso vamos a ver. Lo más seguro es que se hayan acumulado unas cuantas y hayan pegado algún susto de más. Y por eso estamos aquí, las disolvemos no vuelve a pasar.

-A veces das mucho miedo.- Respondió la chica.

Dio dos zancadas para ponerse al lado de Walker y juntos se internaron en el parque. Estaba más oscuro de lo que recordaba y era un tanto siniestro.

-¿Qué pasa, cornuda? ¿Tienes miedo? – Se oye entre las sombras. Y de seguido empezaron a sonar risas procedentes de ningún lado.

-¿En serio, Nina?- Pregunto Walker mientras se giraba para mirarla.- ¿Te parece un buen momento para tener miedo de Mike?

-Yo no… -Intento poner una excusa, pero no la encontró, tenía miedo de Mike y del instituto cuando se enterasen.

-Nina. Mike solo puede ladrar, y no tiene que preocuparte lo que digan los demás de ti.- Walker entendía y sabía mucho más de lo que decía. Estiró un brazo y atrapo un ser viscoso y negro que flotaba por ahí.- Así que, diviértete pateando gelatina y si encuentras a Mike por aquí, le lanzas un par de estos a la cara.

Nina acabo con una gelatina flotante y humeante en sus manos y se quedó mirando, extrañada, al chico rubio. Este empezó a recoger más y más pesadillas y las chocaba unas con otras, y otras las lanzaba lejos, haciendo que se chocaran contra los árboles y desapareciesen con un sonoro “puf”.

La chica espachurro la gelatina, que se esfumo con otro “puf”. Las risas que se habían formado se disiparon, dejando en el bosque solo sonidos de esas pesadillas y el viento ente las hojas.

Se sintió bien y cogió otra pesadilla que encontró y la estrelló contra el suelo. Y comenzó a hacerlo más y más, cogiéndole la diversión al tema. Alguna se imaginaba que era Mike o su amiga y eso hacía que les diese más duro. Walker, una vez más, tenía razón cuando le dijo que le sentaría bien.

Walker, por su parte se estaba entreteniendo bastante por su cuenta. Lo convertía en ejercicio y contaba todas las que desaparecían. Y entre “puf” y “puf”, algo llamo la atención del rubio. Era un chico.

Era el chico. Walker no podía confundirlo. Estaba apoyado sobre un árbol a unos veinte metros y le miraba, con sus ojos oscuros y una sonrisa en los labios.

-Nick.

Un golpe que lo derribo le saco de su concentración. Tras ver que el golpe había sido una pesadilla que había lanzado Nina, volvió hacia donde se encontraba su ex novio. Pero no había nada más que árboles.

-¿Qué te pasa?- Pregunto Nina cuando llego a su lado jadeante.- Parece que has visto un fantasma. -Y Nina no sabía cuánta razón tenía.- Oye… ¿estás bien?

-Si…- Murmuro Walker volviendo a su ser.- Sí es solo que me pareció ver algo…

Terminaron de hacer desaparecer las pesadillas y se sentaron en un banco del parque.

-No sé cómo lo haces, pero siempre tienes razón… Esto sienta genial.

-Lo que no sé es porque sigues dudándolo.- Rio, mientras terminaban de recuperar el aliento.

-¿Porque había tantos fantasmas de esos aquí?

Nina había hecho una buena pregunta. No era la primera vez que Walker lo había visto, pero no sabía porque ocurría. Las pesadillas suelen ser individuales y rara vez aparecen dos o tres juntas, pero en alguna ocasión especial parecían un montón de ellas juntas y al final acababan matando a alguien de un susto, literalmente.

Una vez hubieron recuperado el aliento y relajado un poco, volvieron a la habitación de Nina, tal y como habían entrado. Abrieron una puerta de una casa y acabaron en Rivertown de nuevo.

-Creo que no me acostumbrare nunca a eso.

-Lo harás.- Sonrió el chico rubio. – Solo dale tiempo, cuando estés todas las noches te acabas acostumbrando.

-¿Qué más se puede hacer?- Pregunto Nina sentándose en la cama.- Además de saltar de la ventana sin hacerte daño, y viajar por las puertas.

-¿Hasta dónde llega tu imaginación?- Contesto Walker apoyándose en la pared.

-¿A qué te refieres?

-Te lo he dicho, Nina, puedes hacer lo que quieras.

Para cuando Nina se dio cuenta, Walker ya no estaba apoyado en la pared de su habitación, sino que estaba tumbado en ella, pero de verdad, ya no tocaba el suelo con los pies, solo estaba tumbado en la pared. Nina, con timidez se acercó y corroboró que estaba en la pared. Walker se puso de pie y camino por la pared como quien camina por un parque.

-El único límite es tu imaginación.- Dijo el chico desde la pared.

Esté le tendió la mano y la invito a caminar por la pared. Nina, un poco insegura aceptó, puso un pie sobre la pared, y luego el otro. Fue una sensación extraña, la habitación, a sus ojos, había dado un giro y estaba todo cambiado, la cama ahora estaba en una pared, la ventana en el techo y la puerta en el suelo. Era tan divertido como extraño.

Nina estuvo probando cada cosa que se le ocurrió, salto de tejado en tejado, y corrió por las paredes, incluso tuvo un pequeño incidente con una ventana.

Finalmente la hora de despertarse llegó y tuvieron que abandonar una noche bastante entretenida y divertida.

Espero que os haya gustado, comentad que os gustaría leer o que hubierais hecho vostros en ese lugar y si queréis ser los primeros en saber que se ha subido un capi, haceros seguidores al final de la página o mirar en la lista de capítulos.

domingo, 2 de diciembre de 2012

12. Guardianes del sueño


Hoy Nina, tras el sueño de la vez pasada no esta muy contenta y luego tiene razones para ello... Menos mal que Walker, junto con Eric, le ayudan a superar el mal trago y se divierten un poco los tres juntos. ¿Quieres saber de que hablo? Pues enterate leyendolo a continuación.

Después de ese sueño, no pude quitarme de la cabeza lo que había visto. Me desperté pronto y muy molesta. Pese a ser un sueño, me persiguió todo el día, incluso evite a Mike, pero acabe acorralada en una clase por él y mis amigas, que se habían dado cuenta de que me ocurría algo.

-¿Qué te ocurre Nina?- Pregunto Johanna.- Hoy estas rara.

-No es nada. He dormido mal.- Refunfuñe vagamente.

-Quizás deberías volver y descansar…- Murmuro Mike con voz tierna y preocupada.

Eso me sentó como una patada en el estómago.

-No. Estoy bien. – Sentencie y me aleje de ellos.

Lo único que necesitaba era que mi novio y mi mejor amiga, con los cuales había soñado, me dijeran que me fuera. Solo tenía que pasar hasta la tarde, ir a casa de Mike y ver que solo está jugando a los videojuegos como suele hacer….

Trate de centrarme en los libros que tenía delante, en lo que los profesores decían, pero solo me venía a la cabeza a Johanna montando a Mike como si de un caballo se tratase mientras gemía… Luche por evitar la escena en mi cabeza, pero siempre, por cualquier cosa volvía…

Quería contárselo a alguien, pero no podía, Walker tenía razón, como siempre. Si iba a contárselo a Johanna o Mike, sabrían de mis intenciones, y entonces, en el supuesto de que sí fueran a ponerme los cuernos, ya no lo harían. Y si se lo contaba a Tara… Bueno ella solo me diría que era un sueño y que no tenía de que preocuparme.

Eso por no hablar de que sonaría completamente paranoica y celosa, además de loca. Odiaba que ese chico nuevo, que ha descuadrado todo mi mundo en apenas una semana, siempre tuviera la razón.

Me metí en la biblioteca a la hora de la comida y me mantuve escondida entre las estanterías. El rato de la comida se me hizo eterno, nunca pensé que hora y media pudiera ser tan larga. Trate de buscar algo que leer mientras esperaba, pero siempre me descubría mirando el reloj, que parecía que se había quedado sin pilas o algo así.

Tras la agonizante e infinita espera, el club de matemáticas empezaba en cinco minutos. Seguí sentada ahí, oculta de cualquier mirada. Todos los que pertenecían a algún club ya estaban de camino y los que se querían ir ya se habían ido.

Salí de la biblioteca pasados tres minutos exactos desde el comienzo de las clases. Camine por los pasillos del instituto que ya solo dejaban a un par de alumnos que llegaban tarde. Yo me encamine hacía la salida, sin ningún tipo de prisa, o eso trataba. Realmente quería salir corriendo y comprobar como Walker estaba equivocado.

Lentamente recorrí las calles hasta llegar frente a la casa de Mike. En la calzada del garaje estaba solo el coche de mi novio. Crucé la calle. Ya solo me separaba de la casa un pequeño jardín, podía notar mi corazón latiendo violentamente bajo mi pecho. Toque a la puerta suavemente. No hubo respuesta. Toque de nuevo, esta vez más fuerte y grite el nombre del chico.

Esta vez sí hubo respuesta, un apresurado y ahogado grito diciendo “Ya va”. También, desde fuera, pude oír como bajaba las escaleras. La puerta se abrió y Mike se apoyó en el marco. Tenía la respiración agitada, el pelo revuelto y la bragueta bajada.

-Nina.- Dijo recuperando un poco el aliento.- ¿Qué haces aquí?

-Me apetecía estar contigo y me salte el club de mates.

Salvé el escalón de entrada y me peque a él. Le empuje dentro de la casa antes de acercarme a él y besarle suavemente.

-Nina… Iba a ducharme…

-No hay problema…- Murmure con voz juguetona.- Nos duchamos juntos…

Le agarre por el pantalón y tire de él escaleras arriba. Él se soltó y rezongo.

-No es propio de ti faltar a clase… ¿Estas bien?

Le conteste con una sonrisa. Luego le inste a que me siguiera. Realmente no pasaba nada, estaba preparándose para irse a la ducha. ¿Qué había de malo en ir con él? Vale, era una forma de quitarme el remordimiento de haber dudado de él. Subí las escaleras, seguida muy de cerca por él. Entre en su habitación y me quede helada ahí mismo.

-Hola Nina.

¿Qué hacia ella ahí? ¿Mike no iba a ducharse? Me volví y vi a Mike, con expresión consternada.

-¿Qué ocurre aquí? – Pregunté, quería oír lo que tenían que decir… Ya sabía la respuesta.

-Estamos estudiando historia.- Contesto la chica con una sonrisa.

-¿Os creéis que soy tonta? – Conteste a mi amiga. –Él me dijo que se iba a duchar…

Sin decir nada más, toda mi mente borboteaba ira. Pisando fuerte, salí de la casa, oí a Mike gritar mi nombre detrás de mí y sus pasos. Creo que me agarro, pero debí desprenderme de él con una sacudida, aunque no estaba segura, tenía que contenerme para no explotar ahí o para no echarme a llorar.

Cuando estaba lejos y Mike hubo dejado de seguirme, me pare, respire hondo y trate de tranquilizarme. Lo primero de todo era poner la mente en orden. Mi novio me había puesto los cuernos con mi mejor amiga, y mejor no saber cuántas veces… Y lo peor de todo era que un chico nuevo, en menos de una semana, lo había visto mientras que yo, en todos estos años, no.

Quería ir a casa, tumbarme en la cama, escuchar esas canciones que hablan de desamor y comer helado. Pero no podía ir a casa, todavía se supone que debía de estar en clase.

Sin darme cuenta estaba andando por la calle sin rumbo alguno. Una pick-up negra paro a mi lado. El conductor se bajó, y para mi sorpresa era Walker.

-¿Qué quieres ahora? No es el momento… - Proteste.

Pero el me ignoro, se acercó a mí y me abrazo. Solo me apretó contra él. Se sentía tan calentito y agradable. Le devolví el abrazo y me apoye en su hombro. No pude contener las lágrimas. Cuando me recompuse, él lo noto y nos separamos.

-Vamos a ir a Boston, ¿Quieres venir? Daremos un paseo y comeremos helado.

-¿A Boston? ¿Quién va contigo?

-¿Qué más da? Necesitas salir un rato de aquí y un poco de compañía, ¿no?

Tenía razón, solo necesitaba salir un rato de este lugar, despejarme. Olvidar también está dentro de los planes. Walker me abrió la puerta trasera tras el copiloto y subí. Una vez dentro, vi a Eric montado en el asiento delantero. En cierta manera me sorprendió, pero por otro lado no me resulto extraño. Walker monto en el coche y condujo.

-Yo no… No quería molestar…- Musite.

-No molestas.- Contesto Eric con su sonrisa triste que siempre tenía.- ¿Qué ha ocurrido?

Conté lo que había pasado, pero no lo que Walker y yo habíamos hablado durante el sueño. Dije que fui poniendo la excusa de que me apetecía estar con él en lugar del verdadero motivo. El resto lo conté tal cual.

-¿Entonces podemos insultar a Mike? – Pregunto Walker cuando acabe y mirándome por el espejo retrovisor.

-Sí.- Asentí.- Ese idiota se lo merece.

Antes de darnos cuenta ya estábamos en Boston. Walker encontró un sitio para aparcar con relativa facilidad, cerca de un parque. Menos aún nos costó encontrar una heladería. Walker pidió tres helados de chocolate.

Tras sentarnos en una mesita, abrigados del fresco viento, Walker, que había sido quien llevaba la “voz cantante” se quedó callado, mirando a la inopia.

-¿Walker?- Pregunto Eric, que también se había dado cuenta.

-¿Qué?- Contestó sobresaltado.

-¿Ocurre algo? – Pregunte tímida.

-No, nada… Solo recordé la última vez que comí helado de chocolate…

-Yo, ayer por la tarde.- Contestó Eric. Yo pensé cuando había sido, quizás a finales de verano… Hace un par de meses.

-El día antes a mi cumpleaños.- Murmuro Walker.- Con Nick, en mi casa…

-¿Quién es Nick? – Pregunté con cierta curiosidad.

El chico rubio clavo los ojos en su helado de chocolate, todavía intacto. Su rostro se ensombreció de tal manera que supe inmediatamente que no había que preguntar quién es, sino quien era. Eric puso su mano sobre su muñeca para darle ánimos.

-No debí preguntar, lo siento mucho, Walker.

El chico volvió en sí, y me miro con una sonrisa renovada, y un poco forzada.

-No pasa nada. – Contestó y tomo un poco de su helado.- De normal suelo tomar helado de otros sabores.

Acabamos los helados y nos fuimos a dar un paseo. Al final me quede sin saber quién era Nick. Me sorprendió la facilidad Walker es capaz de cambiar de tema o no contestar lo que se le pregunta, aunque también no quise insistir puesto que pude ver que no le hacía mucha gracia.

Descubrí que Eric no era un tío tan raro, de hecho, era divertido y agradable, dentro de su timidez. Walker, por el contrario, estaba siempre sonriente y tenía una respuesta para todo.

Parecía que Walker quería ir a algún parque a pasear pero encontramos uno, pero estaba cerrado. Estaba rodeado con una cinta policial amarilla de esas de las películas. Walker, con una curiosidad implacable, se acercó a un quiosquero que vendía las últimas noticias del periódico. Estuvo conversando con él un rato y luego volvió.

-Al parecer unos vagabundos que dormían en el parque hace un par de noches murieron ahí.- Nos informó.

-Que mal… Vayamos a otro lado.- Comente y empecé a andar sin saber a dónde ir, no conocía la ciudad.

Walker se quedó un poco rezagado, pero luego nos siguió y caminamos por las calles, llenas de tiendas y escaparates con maravillosos vestidos y zapatos. Y el chico rubio no tuvo una mejor idea que entrar en una gran tienda y convencernos de realizar unos pases de moda. Cogimos varias ropas y nos metimos en los probadores. Nos turnamos para ponernos la ropa.

Me dejaron el honor, y la vergüenza, de ser la primera y me puse un vestido largo de noche. Luego Eric se puso un traje si camisa, dejando al descubierto parte de su torso. Por último, Walker opto por un look más motorista con pantalones y chaqueta de cuero.

Estuvimos así un rato, divirtiéndonos y haciendo comentarios de los modelos de los otros. Cuando nos cansamos y nos dolía todo de reír, nos fuimos y decidimos que era hora de volver a casa.

Walker volvió a conducir. Dejo a Eric en su casa y luego aparco en su casa. Nos bajamos del todoterreno.

-Me lo pase muy bien… Me ha servido para olvidar un poco a Mike.

-Lo siento mucho, Nina, de veras.

-No tienes la culpa. Te diste cuenta y yo no quise creerte. De todos modos, tengo que darte las gracias por abrirme los ojos.- Murmure lentamente algo arrepentida por haberme enfadado con él.

-No, los abriste tú, cuando quisiste, podías haberme ignorado. Ve a descasar, esta noche tenemos algo de trabajo.

-Suena peligroso. – Contesté.

Él solo se limitó a guiñarme un ojo y se metió en su casa, pude oír a su perro ladrando. Yo entre en casa, salude a mi madre y mi padre y cenamos todos juntos, como siempre.

Espero que os haya gustado, comentad que os gustaría leer o que hubierais hecho vostros en ese lugar y si queréis ser los primeros en saber que se ha subido un capi, haceros seguidores al final de la página o mirar en la lista de capítulos.

domingo, 25 de noviembre de 2012

11. Guardianes del sueño


La noche llega y con ella los sueños de nuestros protagonistas. Podremos ver una pequeña conversación entre Walker y su tío y luego algo que Nina no quiere admitir. Desgraciadamente este capi me quedo un pelín corto, pero tiene su explicación, que está al final. Recordar dejar vuestros comentarios ahí abajo.

Walker se despertó y encontró a Spike a su lado, ladrando como un loco. Miró el reloj que había bajo la tele y marcaba más de la una de la madrugada. Su tío estaba sentado en el sillón haciendo zapping en la televisión.

-Se te olvido cenar…- Le recrimino el hombre cuando se percató de que su sobrino estaba despierto.

-Me quede dormido, no fue mi intención.

Sabía muy bien porque su tío se tomaba tan en serio la cena. Vio un sándwich sobre la mesita de café y se lo comió.

-¿Has vuelto a soñar con él?- Preguntó serio, desviando la atención de la tele a su sobrino.

-¿Qué? –Al principio no supo de que hablaba su tio, pero luego cayo en que él solo preguntaba por eso.- ¿Con Nick? No…

-Volviste a hablar en sueños…

-No fue con Nick… - Murmuró. Ahora se sentía mal por lo que había pasado en el sueño. ¿Había deshonrado la memoria de Nick?

Luke se levantó y se sentó a su lado en el sofá. No sabía que le pasaba por la cabeza a su sobrino, pero sabía que en ese momento necesitaba lo que le iba a dar. Se inclinó y le abrazo. Walker se dejó abrazar y lucho por mantener las lágrimas dentro.

-¿Me voy a sentir así de culpable siempre?- Preguntó con voz congestionada. Su tío se separó para mirarle a la cara.

-No tienes que sentirte culpable por pasar página y dejarle atrás. Es lo que debes hacer. Ve a dormir, anda.

Walker termino el sándwich y obedeció a su tío. Subió las escaleras lentamente, seguido de su pastor alemán, y se metió en la cama. Para su sorpresa no tardo en quedarse dormido.

Se despertó de nuevo en el mundo azulado y curvado de los sueños. Pero Walker estaba un poco apenado y no le apetecía ir a explorar, así que opto por salir por la ventana y escalar hasta el tejado. Se sentó en lo más alto y observo a su alrededor, el cielo oscuro y la luna también azulada, que aportaba luz a todo ese mundo.

-¡Walker!-Oyó la voz de una mujer.- Tenemos que hablar.- Que rápidamente distinguió como Nina.

Miro hacia el suelo y efectivamente ahí estaba, en la acera y miraba hacia él, con los brazos en jarras.

-Es la segunda vez que me dices eso. Sube y hablamos.

-¿Qué suba? ¿Cómo quieres que suba hasta ahí arriba? ¿Saltando?

-Bueno, como tú quieras. Creer es ver.

La chica estaba un poco harta de los misticismos de Walker y sus “creer es ver”. Pero para su desgracia, el chico nunca fallaba y si le decía que podía saltar, es que podía hacerlo. Así que lo hizo y con un solo salto, acabo en las tejas, solo tuvo que dar dos pasos para quedar a la altura de Walker.

-¿Y bien?- Inquirió el chico.

-Te lo repetiré una vez, porque me caes bien y no quiero que te pase lo mismo que a Eric.

-¿Qué me aleje de Eric y de Mike? ¿O acabare solo y marginado?- Intuí por dónde venían los tiros. Alce los brazos, mostrando el mundo donde nos encontramos.- Llevo en este mundo, todas las noches desde los ocho años, ¿crees que no estoy acostumbrado a la soledad?

La chica no contesto y aparto la vista, con un refunfuño y cruzo los brazos sobre el pecho.

-Tú verás.

-No soy yo quien debe alejarse de Mike, sino tú… Es cierto que no os conozco mucho, pero desde luego, no te conveniente, te mereces algo mejor que ese… tipo.- Dijo, tratando de contenerse y no llamarlo algo mucho más despectivo.

-Exacto, no nos conoces. Llevamos saliendo desde los catorce años, nos conocemos desde la guardería y nuestros padres son amigos íntimos… No voy a dejar a mi novio porque a un chico nuevo no le parezca una relación adecuada…

-A mí me da lo mismo… Solo eres tú la perjudicada…

-Qué sabrás…

-Una imagen vale más que mil palabras…

El joven se levantó y camino por el tejado, tras un salto, continuo por la calle. Nina, pese a estar enfadada, le siguió. No tardaron mucho en llegar hasta la casa de Mike. Walker rezo en silencio porque hoy no hubiera decidido ir a pegar a algún chico y estuviera en su habitación.

Entraron en la casa y subieron las escaleras hasta la habitación del jugador de futbol. Tras la puerta encontraron lo que venían a buscar, al novio de Nina, tumbado en su cama, pero no precisamente durmiendo. Encima de él estaba Johanna, prácticamente desnuda. Nina se ruborizo y se cabreo más aun mientras veía a su novio y su amiga liarse; Walker examino la escena, guardando cada detalle para sí.

Finalmente la chica salió corriendo. La pareja ni se había percatado de su presencia y Walker los dejo tal cual para seguir a Nina.

Cuando la alcanzó, esta estaba increíblemente enfadada.

-¿Por qué lo haces, Walker? ¿Por qué me enseñas eso? Es solo un sueño, tu sueño, lo que tú quieres.

-Desgraciadamente no es así… Y solo te lo enseñe para que vieses que no porque es de toda la vida ha de estar bien.

-No… Mike no me pondría los cuernos… Lo has hecho tú, con tus mierdas de “creer es ver”.

-Hagamos esto: El lunes sáltate el club de matemáticas, espera un cuarto de hora y ve a su casa, sin avisar, como si fuera una sorpresa. Si tu novio no está con esa chica entonces, me alejare de Eric, de Mike y de ti.

La chica se lo pensó. Estaba convencida de que Mike no le pondría los cuernos, por lo que acepto. Ella estaba molesta con su vecino. Se creía mejor, o más listo o algo, no estaba segura, que hacía que le sacase de sus casillas. Así que se fue. Haría lo que había dicho, aunque tenía miedo por si de verdad ocurría lo que el rubio había vaticinado.

¿Como os ha dejado? Quereis saber que ha soñado Walker antes de ser interrumpido por Spike? Tendreís que leerlo en el blog de @akishawol I think I become a fool . Pasaos por allí, leerlo, comentarlo y seguirlo si os gustan las cosas que encontráis allí. No hay información necesaria para proseguir con la historia y contiene escenas no aptas para sensibles o menores.

Espero que os haya gustado, comentad que os gustaría leer o que hubierais hecho vosotros en ese lugar y si queréis ser los primeros en saber que se ha subido un capi, haceros seguidores al final de la página o mirar en la lista de capítulos.

domingo, 18 de noviembre de 2012

10. Guardianes del sueño


Hoy Walker nos aparece algo descarado y exhibicionista. Encuentra algo en lo que invertir su tarde y sin duda algo con lo que soñar. Si quieres saber mas, echale un ojo y comentame que te parece.

Tras la ducha matutina, baje las escaleras y Luke estaba en la cocina preparando café. Hablamos sobre la noche y como iba en la escuela y el trabajo, hasta que nos interrumpió el timbre de la puerta. Luke y yo intercambiamos miradas de extrañeza y me levante a abrir la puerta. Spike salió por su trampilla de la puerta de la cocina y corrió por fuera. Al abrir la puerta me encontré con Nina.

-Tenemos que hablar.- Dijo y entro sin pedir permiso y se instaló en el sofá.

-Cuando una mujer te dice eso has de agarrarte fuerte, Walker.- Dijo mi tío desde la cocina.

Cerré la puerta, tras dejar pasar a Spike y me senté en el sillón junto al sofá, ella se había sentado en el extremo del sofá más cercano, el perro se sentó al lado de la chica y jadeaba sin quitarle el ojo de encima.

-Tú dirás.- Conteste. No sabía de qué iba a hablar y desde luego no prometía ser muy positivo.

-Debes de mantenerte lejos de Eric, y especialmente de Mike.

-¿Por qué? Mike no me parece una amenaza, y no voy a fomentar esa ley de silencio que tenéis impuesta sobre ese chico.

-Mike se enfadara y te hará la vida imposible… Como se la ha hecho a Eric.

-No voy a dejar que me intimide y si tiene que tomar de su propia medicina lo hará.- Conteste decidido.

-Sabes que te estoy oyendo, ¿verdad, Walker?- Oí a mi tío desde la cocina.

-Claro que sí. No hare nada, pero no voy a dejar que me intimide ni que me ponga un pelo fuera de su sitio.

-Tienes que tener cuidado, Walker, Mike siempre consigue lo que quiere.

-Y tú se lo sirves en bandeja. Aquel que consigue todo por la fuerza no es una buena persona, deberías de revisar tus amistades, Nina. – Dije tranquilamente. Pero ella no se lo tomo tan tranquilamente.

-He venido a avisarte y no a que me pongas en su contra.- Se levantó del sofá.- Te he avisado, allá tú con lo que hagas.

Y se marchó de la casa.

-¿No crees que te has pasado?- Pregunto mi tío mientras se asomaba por la puerta. Al parecer mi mirada fue suficiente para contestar.- Sabré que ha pasado cuando me llamen del despacho del director. Pero sabes algo que ella no sabe, ¿verdad?

Le asentí y finalmente termine de prepararme para ir a la escuela. Ese día fue tranquilo, aburrido y poco productivo. El tiempo transcurría tan lento que hasta me dio tiempo de acabar el examen de biología antes de tiempo.

Me obligue a asistir a las clases de matemáticas y Nina fingió que no existía. Se había enfadado, aunque no me extrañaría que ese Mike le hubiera prohibido hablarme.

Hubo un rato, durante la comida que me sentí bastante solo, me recordó las comidas en el instituto de Nueva York y recordé como Nick me las alegraba siempre. Los recuerdos pasaron por mi mente, de manera fugaz y cuando se fueron dejaron un vacío de nuevo.

-Ejem.- Me volví, sacado de mi ensoñación, y había tres chicas mirándome.

-Hola.- Salude a las chicas. Estas parecían un poco nerviosas. -¿puedo ayudaros en algo?

-Si.- Contesto la del medio, una chica morena, tras recibir un codazo de una de sus compañeras.- Nos preguntábamos si… Bueno, si no tienes nada mejor que hacer… Que tu… -La chica estaba muy nerviosa, tenía las piernas como flanes y jugaba con los anillos de sus dedos.- Quizás tu querías venir al club de arte esta tarde…

-¿Para qué?- Pregunte dudoso.- Ya me apunte al club de matemáticas.- Aunque quizás podría cambiarme.

-¡Oh! No, no es para que te unas.- Contesto otra de las chicas, esta vez rubia.- Queríamos saber si podrías hacer de modelo para el club esta tarde.

Me quede sin habla, realmente no sabía que decir. Había participado en muchos cursos, formaciones, clubes pero nunca me habían pedido ser modelo.

-¡oh! Vámonos, no quiere…- Contesto la tercera chica.

-No, no es eso…- Contesté.- No tengo ningún problema, es solo que nunca he hecho de modelo…

-¡Ah! No te preocupes por eso. –Estallo la rubia.- Nosotras te decimos como has de hacerlo.

Me agarraron del codo y tiraron de mí para que le siguiera por los pasillos hasta acabar en el club de arte. Por suerte no había nadie todavía. En el centro había una pequeña tarima con un taburete, rodeado de caballetes con lienzos. De repente me arrepentí de haber aceptado.

Una profesora entro y estuvo hablando con las alumnas, trate de no escuchar, pero era muy difícil. Fingí admirar los diversos cuadros que rellenaban las paredes, pero no podía evitar oír a la profesora interrogando a las alumnas. Finalmente la profesora se acercó y pregunto si de verdad estaba de acuerdo y corrobore lo que las chicas habían dicho.

Me hicieron subir a la tarima y colocarme en diversas posiciones hasta que encontrase una que fuera cómoda para mí y que les permitiera a ellas dibujar como es debido.

-Quítate la camiseta. Así tenemos más que dibujar.

-¡Luna!- Exclamo la profesora. –No hace falta que…

Pero yo ya me había quitado la camiseta y la había dejado en el suelo. Pude oír suaves risas de las chicas y algún comentario de la profesora, pero preferí no prestarle atención. Finalmente acabe sentado en la esquina del taburete, desnudo de cintura para arriba en una posición en la que mi trasero quedase destacado.

Por suerte no hacia frio en el aula. La cosa fue un poco peor cuando empezaron a llegar el resto del club, chicas y chicos se pusieron a mí alrededor y con pinceles, oleos y demás cosas para pintar se pusieron a ello.

Me aburrí un poco, no daban mucha conversación, la profesora caminaba alrededor poniendo pegas a los dibujos para que lo corrigieran. Una mirada me llamo la atención. Era la de Eric, no me había dado cuenta de que había entrado.

-Si te sientes incomodo, avisa, le pondremos remedio.- Dijo la profesora.

-No se preocupe.- Le conteste con una sonrisa.- Todo está bien.

Trate de moverme lo menos posible, pero para mí era una tarea casi imposible. Me cansaba estar en un taburete sin respaldo. Me fije en mis playeras, tenían manchas de barro en los lados, incluso los pantalones los tenía algo sucios, es lo que tenía ir caminando por los parques y charcos. Luego mire las demás y todos tenían los zapatos limpios y los pantalones inmaculados. Ellos se perdían la diversión de chapotear en charcos de lodo.

El reloj poco a poco logro marcar el final de la hora y todos, acabaron por irse, más o menos rápido. Yo me puse la camiseta y eche un vistazo a lo que habían hecho los artistas, había cosas que se parecían y otras que eran imposibles de reconocer. Uno me llamo la atención, hecho a carboncillo, me gusto bastante. Resulto ser el de Eric.

Me despedí de la profesora con un simple “hasta luego” y salí del aula. Los pasillos estaban desiertos. El único indicio de movimiento que había era un fluorescente parpadeante al final del pasillo. Salí del centro y vi el sol tiñendo el cielo de rosa entre los montes que lo ocultaban. De camino a casa me encontré con Eric y no pude evitar adelantarme hasta quedar a su altura.

-Me gusto el dibujo que hiciste.

-Gracias.- Contesto con una sonrisa.- Eres un buen modelo.

-Solo me senté en una silla, cualquiera puede hacerlo.

-Me refiero a que tienes un cuerpo envidiable y una cara que da gusto dibujar.

-Gracias…- Murmure, tratando de no sonrojarme.- Seguro que tú también tienes mucho que enseñar.

-No… Oye Walker… Tu no… No te importa…- El chico había centrado su mirada en el suelo y la sonrisa había desaparecido. – ¿No te importa hablar conmigo? ¿No te importa lo que digan de ti o de mí?

Me plante delante de él. Puse dos de mis dedos en su barbilla y levante su mirada hasta mis ojos. Luego le alise la chaqueta que tenía dando suaves tirones por la cremallera.

-No me importa hablar contigo, no sé porque debería molestarme. Y no, no me importa lo que diga la gente de mí o de ti. Y a ti tampoco debería molestarte. Yo sé lo que es cierto y lo que es mentira y no tienes que dejar que los rumores te afecten.

-Suena tan fácil…- Y volvió a desviarme la mirada.- Mike siempre…

-Shhh.- Puse un dedo en sus labios y volví a buscar su mirada- Mike no es más que un bocazas pretencioso… Y es tan fácil como volver mañana con la cabeza bien alta, una sonrisa en la cara y una actitud de “voy a comerme el mundo”. Toma el control y se tú quien decida que se va a hablar sobre ti.

-No es así…

-Si lo es… El primer día llegue y me hice notar para decir que estoy aquí y yo mando. Podía haber pasado desapercibido y que solo los rumores me diesen a conocer. Fui yo quien lo decidí. Mike me amenazo y le plante cara, me podía haber agachado y aceptado lo que decía, pero no quiero. -El chico no parecía convencido, pero no se me ocurría que más decirle.- Ahora, pídeme ser tu modelo de nuevo. –Cambie de tema bruscamente.

-¿Qué?

-Pídeme que sea tu modelo otra vez, me ha gustado y quiero repetir. Además, dijiste que tenía un cuerpo… Como lo dijiste, ¿envidiable?- El chico contuvo una leve sonrisa.

-No sé… - Murmuro el muchacho. Enarque una ceja, dejando por supuesto que no cabía duda en su respuesta.- Supongo que podría…

-Perfecto.-Conteste sonriente, interrumpiendo lo que iba a decir. –Mañana hablamos y concretamos.

Me despedí y salí corriendo, emocionado y contento, pero sobre todo para que él no pudiera echarse atrás.

En casa me recibió Spike con un par de ladridos. Obtuve unas patatas fritas de la cocina y me tire en el sofá. Spike se sentó a mi lado, jadeante. Empecé a hacer zapping entre los muchos canales, en unos había campeonatos de golf, en otro una película dramática, las típicas que al final una de las tías acaba loca y se quiere cargar a la familia del hombre. El siguiente era un noticiario, en una ciudad habían matado a varios vagabundos en el mismo parque, nadie sabía nada, ni habían escuchado nada, de hecho, no mostraban indicios de asesinato, según la reportera los vagabundos solo “se mueren”.

La reportera empezó a hacer preguntas a la gente de la zona, pero eso ya no me interesaba. Los “asesinatos” no eran comunes. Saque el teléfono móvil del bolsillo y llame a mi tío. Tardo un poco en contestar.

-¿Qué ocurre Walker? Estoy un poco atareado en la comisaria.

-¿Has visto lo de los vagabundos en Boston?- Le pregunte.

-Algo he oído, no hay informes concluyentes.- Le oí teclear algo y se podía escuchar todo el ajetreo de fondo.- ¿Crees que podrías averiguar algo?

-Mañana tendría que acercarme a dicho parque para conocer la zona y poder acercarme una noche. ¿Me dejaras el coche?

-Después de las clases, ni se te ocurra saltarte tus obligaciones.

-Vale, después de clase.

-Cuando vuelva a casa hablamos.

El teléfono comunico y volví a centrarme en pasar de canal en canal, buscando algo meramente entretenido. Pero no encontré nada que me entretuviera lo suficiente. Sin darme cuenta acabe dormido en el sofá.

Espero que os haya gustado, comentad que os gustaría leer o que hubierais hecho vostros en ese lugar y si queréis ser los primeros en saber que se ha subido un capi, haceros seguidores al final de la página o mirar en la lista de capítulos.

miércoles, 14 de noviembre de 2012

Eric Nash


Eric Nash
Eric Nash - 16 años - Estudiante - Homosexual - Americano

DESCRIPCIÓN FÍSICA
De constitución fina y alto, algo enclenque. Pelo oscuro y piel suavemente bronceada. De ojos oscuros y mirada triste.
Suele llevar ropa normal, unos vaqueros y una camiseta. No se molesta en llevar ropa mas elaborada o mejor.
DESCRIPCIÓN PSICOLÓGICA
Es un chico muy reservado y callado, atemorizado por el instituto entero, se pasa los días en las bibliotecas o en su casa, donde se siente mas protegido, por lo que nunca te lo cruzaras por los pasillos.
Por su cabeza ha pasado varias veces la idea de suicidarse y acabar con la constante humillación, pero no lo ha hecho por falta de valentía y por sus padres. Por dentro se siente mal y fuera no tiene ningún apoyo, por lo que cree que su vida no tiene valor alguno.
GUSTOS
-Las novelas de aventuras y terror.
-Tocar el piano
-El dibujo
-Conducir
-Leer bajo un árbol
DISGUSTOS
-Ser en centro de atención
-Los insectos
-Los dias soleados
-Las motos
HISTORIA
Nació el 4 de noviembre en Rivertown. Creció como los demás chicos, tenía algunos amigos y era un chico sano. Pero un día durante la pubertad, a los 13 o 14 años, tras la clase de gimnasia, en las duchas… Todos los allí presentes y mas tarde los no presentes se enteraron de los diferentes gustos de Eric y no tardaron en hacérselo saber.
Desde entonces se convirtió en un marginado y todas las burlas se centraron en él.

diseñado por shiki @ sourcecode

domingo, 11 de noviembre de 2012

9. Guardianes del sueño


Bueno, aquí está, otro capi, esta vez de Nina, donde vemos un poco mas de su relación con su novio Mike y descubrimos algo nuevo sobre Walker. No te olvides de decirme que te ha parecido y cuéntame que quieres que ocurra.

Me había despertado por mí misma casi una hora antes. Mire por la ventana y Walker salía de su casa, dispuesto a correr. ¿Cómo era capad de eso? Realmente no me sentía con sueño, pero aun así era demasiado pronto. Me tumbe de nuevo en la cama y trate de dormir, pero me fue imposible, no logre volver a pegar ojo.

Tras pasar un rato, decidí que era hora, me duche y al salir llame a Mike. Quise quedar con él antes de entrar al instituto. Al cogerme el teléfono sonó su voz somnolienta, había olvidado que Mike era el último del planeta en levantarse.

-Buenos días Mickey…- Dije con voz juguetona.

-¿Nina? ¿Sabes qué hora es?

-Sí, las siete y cuarto. –Conteste divertida.- Había pensado que igual podíamos desayunar juntos…

-Es muy pronto, Nina… -Remoloneo, pude oír cómo se giraba en la cama.

-Yo invito si me vienes a buscar a casa…- Sin darme cuenta me había puesto a jugar con un rizo de mi pelo y sentado en la ventana.- Hoy me desperté pronto y pensé que quizás querías pasar tiempo conmigo…

-Pero es muy pronto…

-Dentro de diez minutos estoy lista.- Dije haciéndome la tonta. Hoy desayunaría con mi chico.- Te veo ahora, Mickey.- Y colgué sin darle tiempo a responder. Y con ello se vería obligado a venir.

Justo vi llegar a Walker de su paseo junto con su perro. Levante la ventana dejando que el frío aire entrase en la habitación.

-¿Qué tal el paseo? – Grite.

-Muy a gusto, aunque no termino de acostumbrarme del todo al cambio.

-Ya encontraras el camino adecuado. Hay un sendero entre las casas a pocos metros y es muy agradable pasear por ahí, deberías mirarlo.

-Lo tendré en cuenta, aunque no es el camino lo que me inquieta, sino las miradas de algunas chicas...- Contestó mientras cruzaba la calle para tener que chillar menos. Estaba claro que se refería a Tara, seguro que madrugaba solo para verle pasar por delante de su casa- Por cierto, tenemos que quedar para hacer ese estúpido trabajo del club de matemáticas.

-Algo me dice que no te entusiasman mucho las matemáticas.

-No… No son mi asignatura favorita.

-¿Y porque te apuntaste al club?- Pregunté curiosa, si no le gustan, no tenía que haberse apuntado. Él simplemente se encogió de hombros.- De cualquier manera, tenemos que hablar de más cosas que de ese trabajo.

-Hablaremos de lo que quieras hablar.- Contestó volviéndose hacia su casa.- Si me disculpas, tengo que ir a ducharme y prepararme.

Y sin mucho más, se metió en su casa. Justo llego Mike en su coche, paro en frente de casa y tocó el claxon. Le saludé y cerré la ventana, baje las escaleras a toda prisa y me metí en su coche a toda prisa.

Nada más cerrar la puerta bese al chico que había sentado a mi lado, mi novio. Hoy me había levantado muy activa y quería disfrutarlo. El beso fue intenso y duradero, dejando espacio justo para respirar. Su mano recorría mi cuello mientras que la mía acariciaba sus firmes pectorales.

Una vez satisfecha del roce, me deje caer en el asiento.

-Arranca, vayamos a desayunar.- Ordene emocionada.

-¿Qué te pasa? Estas… -Comento Mike mirándome con sorpresa.

-Excitada.- Termine la frase.- Me apetece mucho desayunar hoy contigo.

No sé si el chico se lo creyó, pero era la verdad. Finalmente arranco el coche y condujo. Acabamos en la cafetería de la plaza mayor. Mientras nos traían el café que habíamos pedido, fue a buscar unos bollos a la pastelería de la abuela Smith.

El café y los bollos llegaron a la vez. Una vez Mike se sentó a mi lado, en un sofacito arrinconado en la cafetería pase mis piernas por encima de una de las suyas y sople el café.

-Hoy estas rara…- Murmuro temeroso el chico.

-Puede… No es delito querer pasar un poco más de rato con mi novio. –El chico en lugar de responder me dio un suave beso.

Acabe rodeada de sus músculos de jugador de futbol y me gustaba. Charlamos un poco, aunque Mike no solía tener grandes conversación fuera del campo de los deportes y claro, lo poco que sabía de deportes era por él.

Finalmente la hora de ir al instituto llego, me apetecía seguir ahí acurrucada y comiendo bollos de chocolate, pero tenía que ir a clase. Nos levantamos, montamos en el coche de Mike y regresamos al instituto, donde nos separamos, él con sus amigos y yo con mis compañeras.

Ambas chicas, Tara y Johanna observaron cada movimiento que hice desde que me bajo del auto de Mike, pero por ello no me corte y tarde lo que me pareció correcto. Tras volver con ellas hicieron comentarios y especularon sobre el acontecimiento.

-Me apeteció desayunar con mi novio.- Me justifique.- Y no necesito motivo para ello.

-Ya… Seguro…- Contesto Johanna,- seguro que te levantaste cachonda y querías disfrutar….

-Y en el caso de que así fuera… ¿Pasaría algo? – Pregunté. No había querido nada “sucio” con Mike esta mañana, ni siquiera lo había pensado, pero si hubiera pasado, ¿Tendría que darles cuenta a ellas? No.

-¡Claro que pasaría! – Estallo Tara.- Tendrías que contárnoslo todo, con pelos y señales, hasta el más mínimo detalle.

-Eso es asqueroso.- Le conteste a mi amiga.- Jamás os contaría como me ha ido en la cama con Mike.

-Pues él si se lo contaría a sus amigos.- Objeto Johanna, señalando con la cabeza.

Mire hacia el lugar indicado por mi amiga, era el grupo de Mike, se estaban riendo muy a gusto. No le di más importancia, al fin y al cabo, siempre están bromeando y riendo.

El timbre sonó, reclamando la atención de las aulas. Perezosamente todos nos encaminamos hacia el edificio, a recoger nuestras cosas y prestar atención a los profesores. Las clases fueron aburridas y lentas, como suelen serlo. En la clase de matemáticas extrañe al chico nuevo, se me hizo raro que faltase a clase, esta mañana estaba bien, ¿habría hecho pellas?

Al acabar la clase, Johanna me envió un mensaje diciendo que me diera prisa para ir al campo de futbol, se debía de estar montando una batalla campestre allí y Mike estaba involucrado. Salí corriendo y me metí por el gimnasio, sabiendo que llegaría antes por ahí. Cuando atravesé la piscina en busca de la salida, alguien estaba nadando y justo cuando llego al final de la piscina, en el borde opuesto, salió. Camine con cuidado, tratando de no resbalarme hasta que llegue a donde el chico, que se secaba la cabeza, llevaba un traje de baño en forma de slip, marcando un bonito culo, la espalda era increíblemente lisa, tenía un tatuaje como de una cola que salía desde dentro del traje de baño y se levantaba hasta más de la mitad de la espalda. Se estaba secando. El chico se volvió y se sobresaltó al verme. Era el chico nuevo, Walker y llevaba unos auriculares, lo que explicaba el sobresalto.

-¿Qué haces aquí?- Pregunto.

-¿Yo? ¿Qué haces tú aquí? –Le recrimine.- ¿Qué ha pasado con la clase de matemáticas?

-Estamos en el club de mates, ¿Eso no nos libra del resto de las matemáticas? –Inquirió con inocencia.- ¿Cómo me has encontrado?

-No, claro que no te libra… Y estaba de paso… -Eso me recordó que es lo que hacía aquí. La prisa me invadió de nuevo.- En la biblioteca en media hora. – Le chille mientras salía de la estancia.

No sé si me respondió algo o no, pero yo continué con mi trayecto hacia el campo de futbol. Salí del edificio, justo en el lateral del campo, todo el mundo estaba concentrado en el centro del campo. Prácticamente corrí hasta allí y me abrí paso entre el amasijo de gente, hasta llegar al centro.

Ahí había cuatro tíos pegándose de lo lindo, entre ellos distinguí a Mike. Johanna y Tara estaban en las primeras líneas del círculo de gente. Quería intervenir, pero tenía miedo de salir mal parada entre tantos puñetazos.

Finalmente los profesores llegaron y separaron a los cuatro chicos, aunque les costó. Antes de que se los llevaran vi como Mike me dedico una mirada entristecida antes de que un profesor se lo llevase.

El amasijo de gente se fue disolviendo y mis amigas se acercaron.

-Al parecer alguien dijo algo que no debía… - Comento Johanna.- Pero no me he enterado del que en concreto.

Me quede pensativa, ¿Qué ha podido pasar para que Mike se pusiera así? Y no solo Mike, sino que tres de sus amigos estuvieran involucrados. Tendría que preguntárselo más tarde. No encontraba ninguna cosa que pudiera hacer explotar a Mike de esa manera.

Tras decidir que quedarme en mitad del campo de futbol no iba a obtener respuestas, me marche y me fui a la biblioteca, donde había quedado con Walker. Casualmente este ya había llegado y estaba entre libros. Me senté en la silla de enfrente.

-Nunca te hubiera imaginado entre tanto libro.- Susurre. El chico enarco una ceja.- Estar rodeado de libros no te hace sexy.

-Es difícil estar más sexy que recién salido de la piscina, ¿verdad?

Ahí me había pillado. Desvié la mirada hacia algún punto indefinido en la mesa y estaba segura de que me había enrojecido. Una hoja apareció ante mí. La leí detenidamente. Era un algoritmo, para crear un código seguro.

-Está basado en el código Vigènere, escogemos una clave y solo hemos de sumar los valores para cada letra para obtener un nuevo número que será el mensaje cifrado.

-Eso ya existe. No has creado nada nuevo.

-He ahí el punto, la clave puede ser una palabra o una frase, pero los valores correspondientes a cada letra variaran dependiendo de la clave.

-¿Hacer que cada letra valga diferente dependiendo de la clave? – Repetí, tratando de comprender lo que decía. El chico asintió.

Estuvimos un rato perfeccionando el esquema y el algoritmo, hasta que quedamos satisfechos con el resultado.

-Tengo que hacerte algunas preguntas.- Dije mientras recogíamos.- Sobre los sueños.

-Pregunta. Si tengo la respuesta de la diré.

-Anoche, en el sueño, dijiste que podíamos entrar en el sueño de cualquiera que durmiese en ese momento, ¿verdad? – El chico asintió y abrió la puerta para dejarme pasar.- Gracias. Entonces esta noche puedo ir a casa de Tara y soñar lo mismo que ella.

-No es bueno eso, se puede, pero no es aconsejable. Como te dije, la gente en el mundo onírico es mucho más agresiva ante lo desconocido. Además, están los secretos.

-¿Secretos?

-Así es… Imagina que tu amiga fantasea con tu novio… Tú te molestas, pero realmente solo ha sido un sueño, ella no lo recuerda, pero tú sí, y al levantarte sigues enfadada. No se lo puedes explicar, porque realmente solo ha sido un sueño.

-Así que los demás no pueden saber que recordamos todos los sueños.

-Por poder pueden saberlo, no hay nada, ni nadie que te lo impida, pero te pueden tomar por loca o…

-No llames loca a mi novia.- Interrumpió Mike, cortando a Walker.- Esfúmate, chico nuevo.

-¡Mike!- Mire al chico grande y futbolista, se le estaba formando un moratón en la cara y tenía un corte en la ceja, pero lo que más miedo me dio fue la mirada de oído que irradiaba hacia Walker.

-No pasa nada. Ya me iba.- El chico hizo una reverencia, demasiado exagerada.- Nos vemos. Por cierto, te sienta bien.- Y se señaló la ceja derecha, para referirse al corte de su cara. Todo ello desprendía cierto toque de burla.

Mike trato de abalanzarse sobre él, pero le detuve. Una pelea ya era demasiado para un día, que digo, para todo el mes. Walker finalmente se fue con paso ligero. Era simpático y agradable, con quien quería, supongo.

-Nina, no quiero que te acerques a ese tipo. No me gusta.

Esa declaración me hizo sentir mal. ¿Tenía celos de Walker? ¿O de verdad no le gustaba? Pero aun así, él no era quien debía de decidir con quién podía estar o no. De momento lo deje apartado, no me parecía el momento ni el lugar indicado, así que empezamos a andar hacia el coche de Mike y me llevo a casa.

Espero que os haya gustado, comentad que os gustaría leer o que hubierais hecho vostros en ese lugar y si queréis ser los primeros en saber que se ha subido un capi, haceros seguidores al final de la página o mirar en la lista de capítulos.

domingo, 4 de noviembre de 2012

Especial Halloween (Parte 2)


Aquí os traigo el final del especial de Halloween. En un principio había pensado hacerlo en un solo capitulo, pero quedaba demasiado largo, aquí os dejo el desenlace.

Eric se separó y miro a su alrededor. Walker hizo lo mismo. Pero ninguno miraba lo mismo que el otro. Eric solo veía todos los ojos puestos en ellos y como se reían de ellos, mientras que Walker veía todas las pesadillas que se arremolinaban entorno a ellos.

-No les tengas miedo.- Susurro Walker, mirando fijamente a Eric.- Eric, no pueden hacerte daño.- Pero Eric estaba demasiado atemorizado observando su alrededor, con lo que Walker hizo que le mirase.- No tienes que tener miedo de lo que eres ni de lo que piensen los demás.

-Pero… Tú… Ellos…

Walker le sonrió, una sonrisa que consiguió calmar al chico por poco.

-Mirar, el nuevo y el gay han intimado.- Dijo uno entre el gentío.

-Si… Llegamos mas tarde y les encontramos desnudos.

-Y os hubiera gustado.- Grito Walker.- A todos.

-A mi no… -Dijo Mike saliendo entre la gente. Llevaba ese ridículo disfraz de zombi de película cutre.- A mi solo me dais asco.

-Pues tienes un problema. Yo que tú me lo miraba.

Walker vio aparecer a Nina entre el público con su disfraz de Drácula. Decidió que discutir eso aquí no iba a resolver nada. Lo que si le extraño fue que apareciesen todos aquí de golpe. El chico cogió a Eric de la muñeca y tiro de él, no le iba a dejar en medio solo.

-¿Qué diablos hacéis todos aquí?- Le pregunto a Nina cuando le tuvo enfrente.

-No lo sé… Estábamos bailando y la gente se cansaba y se apartaba… Luego no recuerdo nada.

-Deberías despertarte, tiene pinta de que os habéis quedado dormidos todos aquí… Y eso no es bueno.

-Chico nuevo, aléjate de mi chica o te hare polvo.- Gruño Mike en la espalda de Walker. El aludido le ignoro y siguió advirtiendo a Nina sobre todos las pesadillas que había y que tampoco era bueno.

Walker se giro cuando oyó los pasos de Mike y cuando quiso reaccionar, el enorme muchacho le tenía sujeto por el cuello de la camisa. El rubio no dudo y le asesto un rodillazo en la entrepierna, que hizo retroceder al mastodonte. El cuchicheo reinante se torno en sorpresa.

-Te advertí que si volvías a hacer eso te daría.- Grito Walker. Luego se volvió y alcanzo la salida. Hizo ademan de ir a decir algo, pero prefirió callarse, que sufrieran un poco de miedo no les vendría mal.

Se llevo a Eric consigo y hasta que no estuvieron alejados del instituto no pararon.

-Ha sido alucinante lo que has hecho ahí dentro.

-No ha sido nada. Tienes que ser mas valiente y dejar que los demás piensen lo que les de la gana… Y no tienes que dejar que eso te acompleje, no estás enfermo.

-Eso es fácil decirlo.- Comentó con voz baja el chico. Walker solo pudo dedicarle una sonrisa.

-Yo te ayudaré. Ahora vuelve a casa.

Ambos chicos se despidieron y cada uno se fue por su lado. Cuando Walker perdió de vista a Eric, este se despertó.

En los pies de la cama de Walker estaba Spike que le miro adormilado. El chico se levanto corriendo y entro en la habitación de enfrente, la de Luke. El hombre no estaba durmiendo en su cama. Miro el despertador que había en su mesilla, y no marcaba mucho más de las doce de la noche.

Bajo las escaleras con demasiada prisa y en los últimos escalones se tropezó, aunque logro mantenerse de pie. El ruido despertó a Luke, que se había quedado dormido en el sofá, se levanto y fue a ayudar a Walker.

-Tranquilo, las escaleras nos tienen que durar un tiempo.- Rio.

-Algo ha pasado en el baile del instituto… Estaban todos dormidos…

La cara de Luke cambio y se puso tenso. Rápidamente decidió todo lo que había que hacer y ordeno a Walker que se quedara allí, que no hiciera nada. En menos de dos minutos Luke ya estaba de camino al instituto y hacía un montón de llamadas por el móvil.

Walker se quedo sentado en las escaleras pensando que es lo que podía hacer. La única conclusión a la que llego fue que en casa no haría nada útil. Así que tal cual estaba, con un viejo pantalón y una camiseta mas vieja aun, se puso la chaqueta colgada del perchero de la entrada y salió a la calle. Spike ladró tras él. Walker volvió y cogió la correa y el perro le siguió.

Camino hacia el instituto, no sabía que iba a hacer allí, ni que decirle a Luke cuando llegara. En la puerta se había concentrado varios coches, uno era la ranchera de Luke y otros dos los de policía local, el resto no sabía cuales eran.

Walker entro y todo el mundo estaba ocupado examinando a los adolescentes que estaban tirados los lados del gimnasio que estaba disfrazado también. Pudo ver a Nina en los brazos de su novio en una esquina. Algo que se le hizo extraño fue que todos tenían vasos de plástico en las manos o cerca de ellos.

-¿Qué haces aquí? Te deje claro que te quedaras en casa.- Gruño Luke cuando le vio caminando como un zombi.

-Es el ponche.- Contesto lentamente señalando una gran ponchera transparente que dejaba ver la mitad de su contenido rosáceo.- Todos tienen vasos con ese ponche.

Luke se quedo mirando a Walker, llevaba la correa de Spike colgada del cuello. Luego observo que su sobrino tenía razón y mando investigarlo. Acto seguido dirigió a Walker a la puerta y le mando a casa. Su voz irradiaba un tono imperativo que no dejaba resquicio de duda.

-Vuelve a casa y descansa. Y no te muevas de allí.

Antes de salir, Walker vio como Nina se movía, se estaba despertando. Corrió hasta ella y prácticamente se tiro encima. La miro y vio que efectivamente estaba despertando.

-Nina. – Susurro lentamente.- Nina, despierta.- No quería agitarla, aunque el impulso era fuerte, de hecho sus manos estaban apoyadas en sus hombros.

-Me… Me duele la cabeza…- Murmuró somnolienta mientras abría los ojos lentamente.- ¿Qué ha… Que ha pasado?

-Os han drogado… Con el ponche.

Nina miró su mano, donde el vaso todavía contenía un poco del líquido rosáceo. Rápidamente lo soltó. Walker le ayudo a ponerse en pie, un poco tambaleante.

-¿Puedes llamar a tu padre para que venga a recogerte?- Pregunto Luke.- Mañana haremos las preguntas.

-Si, claro.- Se agacho junto a Mike y metió la mano en sus bolsillos buscando algo. Luego saco su teléfono móvil y Walker vio como algo se caía del mismo bolsillo.

La chica salió del recinto, donde ya habían llegado las ambulancias y los médicos empezaban a moverse por todos lados.

-Ahí tienes al culpable…- Murmuro Walker en el oído de su tío.

El hombre se centro en lo que su sobrio había descubierto. Walker mientras salió y se acercó a Nina.

-¿Quieres que te acompañe a casa?- La chica sonrió y asintió.

-Mi padre no coge el teléfono, estará ya dormido.- Ambos anduvieron por la calle tenuemente iluminada, seguidos por Spike.- Al final si viniste al baile.

-Si bueno… Me pasé para ver que tal todo.- Rio el chico.- Aunque mi intención no era causar sensación.-Dijo refiriéndose a la ropa.

-Oye… Todo eso que ha pasado… ¿Cómo iba yo…?- Balbuceo la chica cuando ya estaban cerca de casa.- No me vuelvas a dejar sola de esa manera…

-Mañana hablamos, ¿Vale? Ahora estas cansada, ve y duerme un buen rato.

-¿Te veré esta noche?

Walker, desde el otro lado de la calle solo encogió los hombros y entró en la casa, seguido de cerca por Spike. Nina hizo lo mismo. No metió ruido, sus padres estaban dormidos en el sofá con la tele puesta, subió las escaleras y se encerró en su habitación y decidió que no lo costaría mucho dormir, estaba agotada pese a que se acaba de despertar.

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