domingo, 30 de diciembre de 2012

Navidades...


Son vacaciones de Navidad ya... Y yo sin un capitulo publicado, lo se... Tengo un capitulo especial navideño en el horno, pero no esta ultimado, le queda unas cuantas pinceladas y es posible que pueda sacar hasta dos, como paso con el especial de Halloween.
Pero no son todo malas noticias. Tambien traigo un regalo navideño que me han hecho y es... *Redoble de tambores*

TARAAAANNN Si, es una portada para la historia. La hizo mi amiga Veruchi lo hizo con gran entusiasmo. Así que ya sabéis, dejad comentarios diciendo lo mucho que os gusta.
Y no olvidéis de estar atentos al blog, algún día de estos llegará el especial de navidad y seguiremos publicando cosillas, como siempre, los domingos y algún que otro miércoles.

domingo, 23 de diciembre de 2012

15. Guardianes del sueño


Hoy Nina nos cuenta como le fue su ruptura con Mike. Y aparece un baile de invierno por ahí... Y Nina empieza a sospechar algo raro tmabién... ¿Quieres saber mas? Lee un poco mas aquí abajo.

Le estaba cogiendo el gusto a esto de madrugar sin despertador, no te levantas con sueño, ni perezosa, solo tiene que sonar la canción de Walker y sin más, despertar en la cama. Además, ir a correr con él, Tara y Eric es muy entretenido y ayuda a estar relajada el resto del día. Fue una buena terapia para superar lo de Mike.

Pero ese día fue distinto.

Eric no vino a correr y Walker estaba más sonriente. Tras sonsacarle que ocurría, nos contó que había pasado con Mike. Me quede alucinada según lo iba contando. Pensaba que la estupidez de mi novio, bueno, mi ex novio, tenía un límite pero ha demostrado que no.

-¿Por eso estas tan contento hoy entonces? –Pregunté. Pero él solo encogió los hombros.

Esa sería toda la información que lograría obtener de él de esa manera. Deduje por lo que había contado, que podía deberse a que le habían soltado una buena reprimenda a Mike por su actitud. Para Walker sería como una gran victoria, aunque a él también se la hubieran echado y castigado.

-¿Qué tal vas con el chico ese? ¿Greg?- Pregunto el chico a mi amiga. Acto seguido se arrepintió de haberlo hecho.

-Greg es estupendo. No sé cómo no pude verlo, ni siquiera suponerlo. Te estos muy agradecida Walker. Estuvimos saliendo, nos besamos y bueno… tiene un culo de alucine…- Y así fue hasta que nos separamos para ir cada uno por su lado.

De vuelta al instituto, fue rutina corriente y moliente en todos estos días. Las clases se volvían monótonas y la influencia del chico nuevo se hacía patente y sobre todo en las clases de matemáticas.

Walker falto a la comida, dado que tenía que cumplir su castigo. Tara y Eric sí estuvieron. El chico tímido volvió a contarnos su versión de los hechos del día anterior. Pero él si conto mucha más información que Walker había pasado inadvertida, posiblemente queriendo.

Tras el encontronazo fueron a cenar juntos y Walker acompaño a Eric hasta su casa. ¿Sería eso lo que le había hecho feliz a Walker? Tenía que encontrar una forma de sonsacar información a los chicos como fuera. Aunque de todos modos, ¿Por qué iba a estar Walker feliz por acompañar a Eric a casa?

Y como si una iluminación se tratase, se me ocurrió como hacerlo. Como Walker, en los sueños.

Ya tenía ganas de ir a dormir.

Walker entró en el comedor minuto y medio antes de que nos fuéramos y dejo sobre la mesa un papel. Concretamente un cartel del baile de invierno.

-¿Qué tal el castigo?- Pregunto Eric.

-Bien, nada del otro mundo. No es el primer castigo que sufro, ni será el último.- Rio mientras se sentaba al lado de Eric y en frente de Tara.

-Que malote ha sonado eso. – Comentó con voz tontorrona la chica.

Mire a Walker que simplemente le sonrió en respuesta.

-¿Por qué trajiste esto?- Señale el anuncio y se lo pasé a Tara.

-El baile de invierno.- Apuntó mi amiga.- Se celebra siempre el primer viernes de diciembre. ¿Piensas ir?

Walker miro a los presentes antes de contestar.

-¿Vosotros no?

-Falta una semana y Greg no me lo ha pedido.- Comentó la chica.

-¿Y porque te lo tiene que pedir él? Si quieres ir con él, ve tu misma y pídeselo.

-Tienes razón. Voy a pedírselo.

Tara se levantó de la silla totalmente convencida y se fue, seguramente a buscar a Greg. Me quede mirando cómo se iba, pensando en lo mucho que me gustaba que Mike me pidiese ir al baile y el comprar los vestidos también era divertido.

-¿Y vosotros? – Pregunto Walker.

-Yo paso.- Contesto Eric.- Nunca he ido y no voy a empezar.

-Yo no tengo con quien ir, siempre iba con Mike y sería muy raro ir sola.

-Vamos los tres juntos. – Sentenció el chico rubio.- Tú no iras sola, y tú tendrás tu primer baile en condiciones y te lo pasarás bien. Todos felices.

-No me convence.- Dijimos Eric y yo a la vez.

-Me da lo mismo si os convence o no, vais a ir y lo vais a dar todo.- Sentencio el chico. Se puso de pie.- Y espero que llevéis lo mejor del armario.

Walker tras decir eso y no darnos oportunidad de replicar se fue, dejándonos ahí, sentados y confusos. Eric y yo intercambiamos una mirada de terror, pánico y estrés inmediato. Me levante a todo correr para seguir al rubio, y Eric hizo lo mismo tras de mí. Parecía mentira todo lo que podía andar ese hombre en tan poco tiempo. Lo encontramos caminando por la calle, con la mochila en un hombro y las manos en los pantalones.

-Walker. –El aludido se paró y giro.- ¿Cómo nos dices eso?

-¿El qué?

-Que vayamos al baile.- Reproché.

-No hay que demostrar debilidad y esta es la mejor oportunidad.

-Walker,- murmuro Eric.- No nos metas en tus guerras con Mike.

-¿En serio quieres seguir así? – Pregunto.-¿Atemorizado y amenazado continuamente? ¿Siendo víctima de insultos que no son ciertos? – Hizo una pausa y se volvió hacia mi.- ¿Quieres que traten como una mala chica cuando no lo eres?

Agache la mirada y me mire los zapatos. Tenía razón, pero tenía miedo, me incomoda que la gente me mire como una extraña y más ahora que me he juntado con Eric.

-Tener miedo es lo normal.- Prosiguió Walker con voz lenta y consoladora.- Y enfrentarte a ello es la mejor manera de superarlo.

-Es muy fácil decirlo, Walker…- Murmuro Eric.

-Lo sé… Pero por eso no os voy a dejar. A mí me ayudaron y os ayudare en lo que pueda. Empezando por llevaros al baile de invierno.- Hubo una pausa y luego oí como Walker susurraba a Eric.- Confía en mí.

Me gire y Walker tenía la mano en la cara del chico moreno mientras ambos se miraban fijamente a los ojos. El chico asintió y el rubio sonrió. Tras ese momento entrañable, ambos se volvieron para mirarme.

-Yo no quiero meterme en guerras con Mike.- Sentencie.

-No es una guerra, sino decirle a los demás que no tienes miedo. ¿Qué daño te va a hacer ir al baile? Te lo pasarás bien.

Sin el silencioso apoyo de Eric me sentía más intimidada por lo que no tuve más remedio que aceptar.

Cuando nos separamos, pensé en como Walker había logrado convencer a Eric de ir al baile. Solo le había susurrado esas palabras… Y esa mirada…

Nada más llegar a casa corrí a por el teléfono y llame a Tara, invitándola a pasar la noche. Acepto sin dudarlo. No era la primera vez que una de nosotras iba a dormir a casa de la otra, incluso entre semana.

Tras cenar todos juntos, mis padres, Tara y yo nos encerramos en mi habitación.

-¿Y qué es eso tan interesante que tenías que contarme? ¿Te convenció Walker para ir al baile?

-Si… Pero lo más extraño es cómo lo hizo. Bueno, realmente convenció a Eric y no me quedo más remedio…

-¿Qué dijo?

-Hizo algo así.

Imitando a Walker, puse la mano en la cara de mi amiga, la mire a los ojos profundamente y pronuncie las palabras “confía en mí”.

-Y él solamente asintió.

-Tía… Me han dado ganas de besarte, y mira que a mí solo me ponen burraca los tíos.

-Eso mismo pensé yo…

-No creerás que Walker y Eric…- Pronuncio mi amiga dejando la frase en el aire.

-Sabemos que Eric si… Pero, ¿Y Walker?–Razone en voz alta.

Ambas nos sentamos en la repisa de la ventana mirando hacia la casa de enfrente.

-¿En serio crees que ese chico es gay? No lo parece.

-Eric tampoco es el prototipo de chico gay.

-Me daría tanta pena que un chico tan guapo estuviera en la acera equivocada… -Mi amiga siempre pensaba en negativo.- Se me ocurre que… Deberías de besarle.

-¿Qué? – Exclamé sorprendida.- ¿Qué tontería es esa?

-Claro, si le besas y le gusta, sabremos que no tiene nada con Eric.

-¿Cómo pretendes que bese a Walker? ¿Te has tomado algo raro?- La chica negó la cabeza.- Lo peor es que lo dices en serio, ¿verdad?

-Tu no estas con Mike, eres libre, él está libre… Todo perfecto, solo bésale, no hace falta que le extraigas el alma, con un beso pequeño, robado, es suficiente.

-Estás loca…

-Dime que no te gustaría poder besar esos labios jugosos… Y que te mire con sus ojos tiernos… Y que te susurre al oído…- Tara se había ido acercando poco a poco y bajado el volumen de su voz hasta que acabo susurrando.- Y tocar ese culito respingón que tiene.

-Vale, sí, quiero… Pero eso no significa que deba…

Me levante y me metí en la cama. Mi amiga me siguió.

-En el amor y en la guerra todo vale.

Espero que os haya gustado, comentad que os gustaría leer o que hubierais hecho vostros en ese lugar y si queréis ser los primeros en saber que se ha subido un capi, haceros seguidores al final de la página o mirar en la lista de capítulos.

domingo, 16 de diciembre de 2012

14. Guardianes del sueño


Aquí vemos como Nina sobrelleva el primer lunes tras su ruptura y también, tras un lapso de tiempo, un acercamiento de nuestro rubio protagonista a Eric. ¿Que pasara con ellos? Leelo aqui abajo.
Por cierto, hay un pequeño guiño a CSI las vegas (que hice sin querer) Si lo encontraís, comentarlo al final del capítulo.

El fin de semana pasó. La repercusión que tuvo la ruptura de Nina en el instituto fue mucho más grande de lo que debería. Luke me advirtió que en un lugar tan pequeño como Rivertown cualquier cosa tenía una gran consecuencia.

El lunes fue un día duro para Nina. Tuvo que hacer frente a sus miedos, que me habían quedado claros en el sueño contra las pesadillas. Tenía mucho miedo al qué dirán. No hay que decir que fue mirada como una apestada. No la vi hablar con nadie, estaba bastante hundida.

Durante la comida estuvo sola y no tuve reparo en sentarme junto a ella. Eric también se unió a la comida. No charlamos sobre gran cosa, trate de hacerla sonreír pero no lo conseguí.

-Ya me he enterado… Lo siento mucho…- Su amiga había aparecido por arte de magia y se había sentado a su lado y abrazado.- Por eso estuviste desaparecida todo el finde, ¿verdad?

Nina solo pudo asentir para no romper su concentración y evitar echarse a llorar. Su amiga continúo alentándola.

-No te merece, eres demasiado buena para ese capullo. Y a Johanna voy a darle una gran patada en su esbelto culo. Ninguno de los dos se merece que los llores.

-Tienes razón… Pero no entiendo como pude ser tan tonta… Walker lo vio y no lleva una semana.

Las miradas cayeron sobre mí y me sentí culpable de algo que no debería. Solo me encogí de hombros, sin decir nada.

-¿Cómo lo supiste, Walker? – Pregunto Tara.- Ni yo me había dado cuenta.

Nina no sabía en qué aprieto me había puesto. A la velocidad de la luz busque una excusa.

-Se me da bien esas cosas. Como sé que ese chico de ahí,- señale con la cabeza a un chico sentado a dos mesas de distancia- no nos ha quitado el ojo y es posible que esté interesado en ti, Tara.

Ambas chicas se giraron para mirar, el chico de camiseta roja hundió la mirada en su plato al ver que había sido descubierto.

-Es Greg Sander, ¿verdad? – Pregunto Nina. Su amiga solo asintió.- Te gustaba desde pequeños. Deberías ir a hablar con él…

-No sé… - Contesto la chica mientras se ponía colorada.

-Si le pides salir no te dirá que no.- Murmuré.

La chica me miro y le sonreí. Ella inspiro y se levantó.

-Vale. Como no sea así te la tengo jurada el resto de tu vida.

La chica fue y los tres que quedamos en la mesa nos pusimos estratégicamente alrededor de la mesa para poder ver perfectamente. Tara se volvió y Nina la invito a continuar. Cuando llego a donde el chico, empezaron a hablar y ella empezó a jugar con el pelo. Tras unos minutos, ambos caminaron por el comedor y se fueron. Tara antes de irse saludo sonriente.

-¿Cómo lo sabías?- Preguntó Eric con sorpresa. Yo me encogí de hombros.

-Costumbre, siempre observo más de lo que debería y veo esas cosas.

-Eres alucinante.- Contesto el chico y se repantingo en la silla.

Le observe y ahí tirado se veía muy bien. Me apetecía subirme encima de él y besar esos labios tristes y acariciar su cálida piel, enredando una mano en su pelo.

El timbre sonó, sacándome de mi ardiente ensoñación. Nina me obligo a asistir al club de matemáticas, por lo que nos despedimos de Eric y fuimos a clase.

Por supuesto fue una tortura de clase, llena de números, letras y símbolos. Desgraciadamente no me interesaba, pero entendía todo lo que el profesor decía.

Cuando acabo, Nina y yo nos fuimos juntos. Dejamos las cosas en las taquillas y en la de Nina, tras abrirla una nota cayó al suelo. Ella la recogió y la leyó. Luego la volteo para enseñármela. Ponía con letras bien grandes: “cornuda”. La chica me miro con ojos llorosos.

-No les hagas caso. No muestres debilidad alguna y sonríe.

-¿Sonreír? ¿Cómo voy a sonreír con esto?

-Fácil, convierte tus debilidades en tus fuertes. Si te llaman cornuda, no seas la tonta, haz que él sea el malo. – Ella me miro confusa.- Mañana cuando llegues al instituto y veas que todos te miran, señálale a él y grita a los cuatro vientos que el gilipollas es él por buscar otras cosas cuando tú se las ofrecías. Y ataca con el futbol, que les dolerá.

-No se yo…

-Lo que no te mata te hace más fuerte. –Conteste.

Salimos del instituto y nos fuimos a casa. Antes de ir cada uno a la suya ella preguntó si podía acompañarme por las mañanas a correr.

-Claro. No tengo ningún inconveniente.

-Es que ahora me despierto a la vez que tú y no sé qué hacer tanto tiempo…

-No te tienes que justificar. Está bien si quieres venir. Pero tendrás que seguirme el ritmo.

Dicho y hecho. Al día siguiente me acompaño a correr y durante el resto de días también. De hecho, cada día que pasaba era capad de seguirme mejor. Y tras unos días, Eric se animó a acompañarnos. Y también Tara empezó a madrugar más para incluirse en el grupo.

Eric me dijo que le gustaba nadar también, así que le invite a nadar a la piscina del instituto y no tuvo problemas en acompañarme. Me gustaba la compañía de mis nuevos amigos, pero especialmente la de Eric.

Fueron cambios que no pasaron inadvertidos para nadie. Ni siquiera para Mike. El enfado que este hombre se montaba era enorme y un día explotó.

Tras salir de la piscina junto a Eric, fuimos a las duchas para quitarnos el cloro resultante.

-Me gusta tu tatuaje.- Comento Eric mientras estábamos solos.

-Me gusta que te guste.- Reí.- A mí me gusta tu mirada.

Nos quedamos mirando fijamente el uno a otro. Podía ver como el agua corría por su cuerpo y sentí la necesidad de tocar su cara, sentir su calor y besar sus suaves labios. Pero un estruendo llego por la puerta, carcajadas, golpes y ruidos. Eric, asustado, cerró la ducha y salió corriendo. Yo lo hice con más tranquilidad.

-¡Ey! Mirad quien está aquí.- Grito uno de ellos.

Miles de ojos se centraron en nosotros mientras nos secábamos. Eric se estaba vistiendo completamente mojado para salir lo más rápido posible. Yo me tomaba mi tiempo e ignoraba todas las vistas y alusiones que me dirigían. Mike cerró mi taquilla de un manotazo y se apoyó contra el armario. Tenía una horrible sonrisa de suficiencia.

-¿Nos estas ignorando? –Pregunto con fingida molestia.

-¡Ah! Mike, estas aquí… Si, te estaba ignorando…

-¿Qué haces aquí? ¿Os estabais metiendo mano?

-¿Te hubiera gustado verlo? – Le rete.- No sabía que a ti también te gustara el porno gay.

Por el vestuario se oyeron cuchicheos y risas contenidas. Eric estaba temblando de miedo y observaba desde una esquina. Mike por su contra me miraba fijamente con ira contenida, palpable en sus puños, que estaban cerrados y apretados, listos para golpear todo lo que se pusiese en su radio de acción.

-Repite eso y tendrás que volver a casa en una caja.

-¿Repetir? – Dije con tono burlón.- ¿Qué te gusta el porno gay? Puedo ofrecerte algo más que verlo… - Y me toque el costado lentamente insinuándome descaradamente ante sus amigos.- ¿Te gusta?

El chico no pudo aguantar más y me lanzo un puñetazo, que esquive rápidamente retrocediendo.

-Con cuidado, que casi me das.

Lanzo otro y luego otro y otro. Todos demasiado predecibles y fáciles de esquivar. Podía verle respirando cansadamente, con ira en la mirada. Visto que no podía golpearme, por su cabeza pasaba la idea de arrollarme y luego inflarme a puñetazos. El pasillo con taquillas por paredes estaba separado por un banco.

Mike comenzó su ataque. Se lanzó sobre mí como una locomotora. Cuando estuvo a mi alcance, salté sobre el banco y le puse la zancadilla, haciendo que se tropezara y callera sobre sus compañeros. Aproveche el momento para recorrer el casillo, coger mis cosas, y empujar a Eric para irnos.

La puerta estaba bloqueada por dos amigos de Mike, así que tomamos la ruta alternativa, que era la salida por la piscina. Todos nos seguían y Mike volvió a cargar contra mí. Esta vez, y estando de espaldas, no lo vi y me arrollo, tirándome a la piscina.

En un breve momento de confusión, entre golpes, burbujas, agua y falta de aire, me inundo el pánico. Pero al notar un golpe leve del puño de Mike, pensé con rapidez. Me deshice de Mike, parando un golpe y usándole como trampolín para propulsarme a la superficie. Una vez trague una bocanada de aire nade raudo al borde y salí. Los amigos de Mike estaban a un lado, Mike en el agua y Eric en el otro lado, junto a la salida. Me levante y corrí por el borde con toses por todo el agua que había tragado.

Dimos al pasillo y nos dimos de bruces con un par de profesores que nos miraron extrañados y pidieron explicaciones. Justo después entró Mike y todo se explicó.

Acabe sentado en la sala de espera de dirección, junto a Eric, con una manta encima y enfrente de Mike con otra manta.

-Siento haberte metido en este embrollo.- Murmure al chico a mi lado. Él me sonrió, con esa tristeza suya.

Justo en ese momento Luke entró en la sala y observo el panorama.

-Al final lo hiciste, ¿no?- Pregunto. Yo asentí.- Ha tardado más de lo que esperaba.

Del despacho del director salieron un matrimonio y se llevaron a Mike. El director, que era el padre de Nina y nuestro vecino de enfrente, dejo pasar a mi tío al interior y estuvieron hablando un rato.

-Esto fue por mi culpa.- Murmuro Eric.- Si no hubiera dejado que te acercaras no pasaría nada de esto y no estarías en problemas.

No tenía contestación a eso. Tenía razón por un lado, pero estaba totalmente equivocado. No tenía palabras para explicarlo, así que paso a la acción e hizo lo que tenía que haber hecho en las duchas.

Se inclinó y le beso en los labios, suavemente. Luego se separó para verle de nuevo.

-No tienes la culpa de nada.

Aun con la confusión en la cara de Eric, el director asomo por la puerta y me llamo. Entre, aun goteando por el pelo. Me senté en la silla vacía al lado de Luke. Me pidieron mi versión de los hechos otra vez y se la di encantado.

-No tienes un expediente ejemplar, Walker.- Observo el director. – No te conviene meterte en problemas.

-Yo no soy el problema. –Corregí al profesor y trate de sonar educado. – El problema es Mike, impuso una ley del silencio a Eric y le puso los cuernos a Nina. Y para colmo fue el quien empezó todo esto. –Tome aire. Y antes de que me contestaran proseguí.- Yo no soy el problema, pero si tengo que recibir un castigo lo hare.

-No tendrás castigo. Desgraciadamente conozco a Mike, y tampoco le tengo mucho aprecio. Conozco de sus leyes –Hizo una seña de comillas con los dedos cuando pronuncio leyes.- Pero como director he de sancionarte también por haber participado.

Acordamos una hora en la sala de castigo y que no se vuelva a producir. Yo dije que por mí no habría problema, pero insistí en que no iba a dejar que me hiciese daño. El directo pareció entenderlo y estuvo más o menos de acuerdo. Salimos del despacho contentos con el resultado.

-Puedes irte tú también, Eric.- Dijo el director y se metió en su despacho.

-¿Quieres venirte a cenar a la hamburguesería?- Le pregunto Luke al chico.

-¿Van a ir a la celebrarlo después de lo que ha ocurrido?- Pregunto Eric extrañado, mientras nos dirigíamos al coche de mi tío.

-Claro, ¿cómo no voy a celebrarlo? – Exclamo mi tío.- No solo mi sobrino no ha hecho nada malo, sino que te ha ayudado y salvado.- Aclaro el hombre.- Los héroes merecen celebrarlo.

Vale, no conocía la faceta exagerada de Luke. Pero no iba a ser yo quien le sacase de su error. Eric parecía dudoso.

-Vente.- Le ordené.- Luego habrá helado. -Eric rio y se sumó a la cena.- Pero antes pasemos por casa, me gustaría quitarme la ropa mojada.

Tras cambiarme con ropa limpia y seca, fuimos a la hamburguesería. Pedí la hamburguesa europea con extra de beicon y patatas fritas. Cenamos sin prisa alguna, disfrutando de la comida y la cháchara.

Descubrí que los padres de Eric no son muy dados a la charla y no son los mejores padres del mundo. Yo no recuerdo mucho a los míos, pero lo que recuerdo es muy agradable. Le invite a venir siempre que necesitara salir de su casa y no dudo en aceptar el ofrecimiento.

El postre fue el prometido helado. Luke era un auténtico fiera adivinando el sabor de helado que te gusta y dio en el clavo, aunque yo no suelo variar el helado. Fue fresa para él, chocolate para Eric y strachattela para mí. Lo disfrute de sobremanera.

Luego solo quedo volver a casa. Mi tío aparco el todoterreno en la entrada del garaje. Acto seguido me ofrecí para acompañar a Eric hasta su casa con la excusa de sacar a pasear a Spike.

-Ha sido divertido.- Comenté. – Deberíamos repetirlo.

-Estoy totalmente de acuerdo.- Contestó.

Hubo un ligero silencio, que se hizo más incómodo según pasaba el tiempo. Sabía que en su cabeza solo pasaba una cosa y no estaba seguro de cómo expresarlo.

-Respecto a lo… - Empezó a musitar.

Pero yo le hice callar con un beso sorpresa. Un beso que sabía a chocolate y nata, era cálido y húmero. Mis manos subieron hasta rodear su cara. Pude notar como él ponía sus manos en mi cadera. Tras un tiempo que pareció demasiado corto, separe mis labios de los suyos y vi como abría los ojos lentamente.

-¿Qué ibas a decir?- Pregunte.

-Ya nada… Me has contestado. – Murmuro el chico. Este sonrió, pero ya no tenía esa tristeza que le caracterizaba, lo que hizo que su sonrisa fuera más deslumbrante.

Spike ladró y se froto contra la pierna de Eric.

-Le gustas. –Traduje lo que el perro quería decir, con una sonrisa tonta.- Casi tanto como a mí.

Y antes de que pudiera decir algo volví a besarle. Esta vez fue más intenso, tiré de sus labios suavemente y mi mano se enredó en su pelo. El viento otoñal soplaba en la oscuridad de la noche, pero daba igual, su tacto era reconfortante.

Esta vez fue quien se separó, dejándome con más ganas.

-Creo que debería irme.

Yo asentí y deje que se fuera. “Si lo quieres déjalo ir, si vuelve es tuyo, sino, nunca lo fue.” Pensé. Él pareció leerme el pensamiento y volvió para darme un suave beso en la mejilla y volver corriendo hasta la puerta de su casa.

Volví a casa con una sonrisa tonta que hacía tanto tiempo que no tenía.

Espero que os haya gustado, comentad que os gustaría leer o que hubierais hecho vostros en ese lugar y si queréis ser los primeros en saber que se ha subido un capi, haceros seguidores al final de la página o mirar en la lista de capítulos.

miércoles, 12 de diciembre de 2012

Nick Hikes


Hoy toca conocer a un personaje que nos traerá mas de un dolor de cabeza a nuestros protagonistas, y no solo a Walker. Comentadme que os parece, ¿Habríais elegido a otro chico? Decídmelo en los comentarios. Es posible que haya un poco de Spoiler, espero que no sea demasiado o al menos que sea lo suficiente para intrigaros.

Nick Hikes
Nick Hikes - 18 años - Reaper - Bisexual - Americano

DESCRIPCIÓN FÍSICA
De ojos oscuros y pelo rubio castaño. Con la piel suavemente bronceada. Constitución media, altura de metro setenta y siete. Tiene un tatuaje en la espalda de una cola de tigre.
Viste de manera sencilla, sin preocuparse demasiado en ello. Normalmente con vaqueros y chaqueta de cuero cuando va en moto, sino puede llevar cualquier cosa, siempre acompañado por una gorra.
DESCRIPCIÓN PSICOLÓGICA
Es un chico divertido y ameno, siempre sonriente. De apariencia despreocupada y olvidadiza, pero detallista y romántico. Cuida de los suyos como si de su propia vida se tratase. Ayuda a los demás siempre que puede y no conoce la palabra rencor.
Nunca para, siempre esta haciendo cosas, si no una cosa es otra, y en constante formación, aprendiendo cosas, desde mecánica hasta botánica.
Le encanta la música, tocarla, cantarla y crearla; junto con la velocidad.
GUSTOS
-La música (crearla y tocarla)
-La velocidad, sobretodo motos.
-Las excursiones
-Las hamburguesas
-Los animales de compañia
DISGUSTOS
-La mermelada
-Las bicicletas
-Los libros
-Las zanahorias
-La lluvia
HISTORIA
Nació el 17 de agosto en Nueva York. Su infancia fue un poco dura, su padre falleció siendo él bebe y su madre se encargo de mantener la casa y su vida. Tuvo que dejar el instituto para trabajar y poder ayudar a su madre, pero eso no evito que siguiera aprendiendo y se apuntaba a todo tipo de cursillos y clases, a todas las que podía.
Antes de dejar el instituto conoció a Walker. Cuando se conocieron Walker era un montón de depresiones, y Nick se encargo de sacarlo de su miseria. Logro que volviera a sonreír. Ambos se complementaban, uno era responsable y el otro era aventura. No podían vivir el uno sin el otro. Nunca llegaron a llamarse novios el uno al otro, no hacia falta, se querían mucho más que eso.
El cumpleaños de Walker, por su decimoséptimo cumpleaños, le regalo un tatuaje, ambos se hicieron el mismo, una cola de tigre en la espalda, en honor a su animal favorito. Luego se disponían a comer, pero un accidente se lo impidió. Un camión les arrollo.
Nick quedo en coma y al cabo de tres días no pudo resistir y murió por los numerosos problemas que los médicos no podían solucionar. El último sueño que tuvo fue con Walker, pasaron esos tres días juntos en el mundo de los sueños.
Tras la muerte de Nick, este se convirtió en Parca (Reaper). Persiguió a Walker en sus sueños. Ninguno de los dos sabía que Nick era letal para Walker en el mundo de los sueños. Walker logro escapar de las terroríficas garras de Nick, quedando este flotando de en el mundo onírico.

diseñado por shiki @ sourcecode

domingo, 9 de diciembre de 2012

13. Guardianes del sueño


Tras el mal rato de Nina al ver a su chico con otra, le cuesta conciliar el sueño, pero una vez dormida, Walker se encarga de que se olvide de ello y se divierta.

Cuando Walker se despertó en el azulado mundo de los sueños subió al tejado y se quedó mirando al cielo de nuevo. No sabía si eso podía ser bueno, pero tenía que pasar el rato hasta que llegara Nina…

Pero Nina tenía problemas para dormir… No lograba concentrarse, temía las clases del lunes, o más bien a lo que ocurriría en ellas. No lograba dormirse pensando en lo que diría cuando se encontrase con Mike o con Johanna. Aunque finalmente le venció el sueño.

Cuando ella se despertó en el mundo onírico, se sintió cansada y no tenía ganas de moverse de ahí, su cama. Solo se limitó a levantarse cuando oyó ruidos en la ventana. No se sorprendió al ver a Walker sobre la repisa golpeando el cristal.

-¿No tienes cosas mejores que hacer?- Le dijo, sabiendo que aun estando fuera, el chico rubio le escucharía y se dejó caer de nuevo sobre la cama.

Walker abrió la ventana y entró, como Pedro por su casa. Se sentó en el borde de la cama, junto a ella y le sonrió.

-Hoy vamos a hacer algo que te levantara ese ánimo.

-No me apetece…- Murmuro la chica.

Walker le ignoro y tiro de ella, obligándola a levantarse, la arrastro hasta la puerta y la abrió, dejando al descubierto la calle donde habían estado esa tarde en Boston.

-Hemos estado ahí esta tarde… ¿Para qué volver?

-Ya lo veras, será divertido… Además, podrás desahogarte con toda la tranquilidad.

Sin estar muy convencida, se dejó arrastrar. Todo era como ella recordaba, pero no era exactamente así, estaban la calle y el parque, pero no tenían esa vitalidad, estaba todo tranquilo y apagado.

-¿Este no era el parque donde se había muerto gente?

-Así es.- Contesto el rubio sin ningún problema.

-¿Y qué hacemos aquí?

-Ver que les mato. -La respuesta le sorprendió tanto que quedo clavada en el suelo. Walker se dio cuenta y giro para mirarla. -¿Qué pasa? Solo vamos a ver, seguro que son algunas pesadillas que se pasaron de la raya.

A la chica no le asusto tanto lo de que dijo sino como lo dijo. Es tranquilidad y alegría a la hora de enfrentarse a algo mortal no era normal.

-Walker, dijiste que las pesadillas esas no hacían nada.

-Claro que no, son inofensivas. Por eso vamos a ver. Lo más seguro es que se hayan acumulado unas cuantas y hayan pegado algún susto de más. Y por eso estamos aquí, las disolvemos no vuelve a pasar.

-A veces das mucho miedo.- Respondió la chica.

Dio dos zancadas para ponerse al lado de Walker y juntos se internaron en el parque. Estaba más oscuro de lo que recordaba y era un tanto siniestro.

-¿Qué pasa, cornuda? ¿Tienes miedo? – Se oye entre las sombras. Y de seguido empezaron a sonar risas procedentes de ningún lado.

-¿En serio, Nina?- Pregunto Walker mientras se giraba para mirarla.- ¿Te parece un buen momento para tener miedo de Mike?

-Yo no… -Intento poner una excusa, pero no la encontró, tenía miedo de Mike y del instituto cuando se enterasen.

-Nina. Mike solo puede ladrar, y no tiene que preocuparte lo que digan los demás de ti.- Walker entendía y sabía mucho más de lo que decía. Estiró un brazo y atrapo un ser viscoso y negro que flotaba por ahí.- Así que, diviértete pateando gelatina y si encuentras a Mike por aquí, le lanzas un par de estos a la cara.

Nina acabo con una gelatina flotante y humeante en sus manos y se quedó mirando, extrañada, al chico rubio. Este empezó a recoger más y más pesadillas y las chocaba unas con otras, y otras las lanzaba lejos, haciendo que se chocaran contra los árboles y desapareciesen con un sonoro “puf”.

La chica espachurro la gelatina, que se esfumo con otro “puf”. Las risas que se habían formado se disiparon, dejando en el bosque solo sonidos de esas pesadillas y el viento ente las hojas.

Se sintió bien y cogió otra pesadilla que encontró y la estrelló contra el suelo. Y comenzó a hacerlo más y más, cogiéndole la diversión al tema. Alguna se imaginaba que era Mike o su amiga y eso hacía que les diese más duro. Walker, una vez más, tenía razón cuando le dijo que le sentaría bien.

Walker, por su parte se estaba entreteniendo bastante por su cuenta. Lo convertía en ejercicio y contaba todas las que desaparecían. Y entre “puf” y “puf”, algo llamo la atención del rubio. Era un chico.

Era el chico. Walker no podía confundirlo. Estaba apoyado sobre un árbol a unos veinte metros y le miraba, con sus ojos oscuros y una sonrisa en los labios.

-Nick.

Un golpe que lo derribo le saco de su concentración. Tras ver que el golpe había sido una pesadilla que había lanzado Nina, volvió hacia donde se encontraba su ex novio. Pero no había nada más que árboles.

-¿Qué te pasa?- Pregunto Nina cuando llego a su lado jadeante.- Parece que has visto un fantasma. -Y Nina no sabía cuánta razón tenía.- Oye… ¿estás bien?

-Si…- Murmuro Walker volviendo a su ser.- Sí es solo que me pareció ver algo…

Terminaron de hacer desaparecer las pesadillas y se sentaron en un banco del parque.

-No sé cómo lo haces, pero siempre tienes razón… Esto sienta genial.

-Lo que no sé es porque sigues dudándolo.- Rio, mientras terminaban de recuperar el aliento.

-¿Porque había tantos fantasmas de esos aquí?

Nina había hecho una buena pregunta. No era la primera vez que Walker lo había visto, pero no sabía porque ocurría. Las pesadillas suelen ser individuales y rara vez aparecen dos o tres juntas, pero en alguna ocasión especial parecían un montón de ellas juntas y al final acababan matando a alguien de un susto, literalmente.

Una vez hubieron recuperado el aliento y relajado un poco, volvieron a la habitación de Nina, tal y como habían entrado. Abrieron una puerta de una casa y acabaron en Rivertown de nuevo.

-Creo que no me acostumbrare nunca a eso.

-Lo harás.- Sonrió el chico rubio. – Solo dale tiempo, cuando estés todas las noches te acabas acostumbrando.

-¿Qué más se puede hacer?- Pregunto Nina sentándose en la cama.- Además de saltar de la ventana sin hacerte daño, y viajar por las puertas.

-¿Hasta dónde llega tu imaginación?- Contesto Walker apoyándose en la pared.

-¿A qué te refieres?

-Te lo he dicho, Nina, puedes hacer lo que quieras.

Para cuando Nina se dio cuenta, Walker ya no estaba apoyado en la pared de su habitación, sino que estaba tumbado en ella, pero de verdad, ya no tocaba el suelo con los pies, solo estaba tumbado en la pared. Nina, con timidez se acercó y corroboró que estaba en la pared. Walker se puso de pie y camino por la pared como quien camina por un parque.

-El único límite es tu imaginación.- Dijo el chico desde la pared.

Esté le tendió la mano y la invito a caminar por la pared. Nina, un poco insegura aceptó, puso un pie sobre la pared, y luego el otro. Fue una sensación extraña, la habitación, a sus ojos, había dado un giro y estaba todo cambiado, la cama ahora estaba en una pared, la ventana en el techo y la puerta en el suelo. Era tan divertido como extraño.

Nina estuvo probando cada cosa que se le ocurrió, salto de tejado en tejado, y corrió por las paredes, incluso tuvo un pequeño incidente con una ventana.

Finalmente la hora de despertarse llegó y tuvieron que abandonar una noche bastante entretenida y divertida.

Espero que os haya gustado, comentad que os gustaría leer o que hubierais hecho vostros en ese lugar y si queréis ser los primeros en saber que se ha subido un capi, haceros seguidores al final de la página o mirar en la lista de capítulos.

domingo, 2 de diciembre de 2012

12. Guardianes del sueño


Hoy Nina, tras el sueño de la vez pasada no esta muy contenta y luego tiene razones para ello... Menos mal que Walker, junto con Eric, le ayudan a superar el mal trago y se divierten un poco los tres juntos. ¿Quieres saber de que hablo? Pues enterate leyendolo a continuación.

Después de ese sueño, no pude quitarme de la cabeza lo que había visto. Me desperté pronto y muy molesta. Pese a ser un sueño, me persiguió todo el día, incluso evite a Mike, pero acabe acorralada en una clase por él y mis amigas, que se habían dado cuenta de que me ocurría algo.

-¿Qué te ocurre Nina?- Pregunto Johanna.- Hoy estas rara.

-No es nada. He dormido mal.- Refunfuñe vagamente.

-Quizás deberías volver y descansar…- Murmuro Mike con voz tierna y preocupada.

Eso me sentó como una patada en el estómago.

-No. Estoy bien. – Sentencie y me aleje de ellos.

Lo único que necesitaba era que mi novio y mi mejor amiga, con los cuales había soñado, me dijeran que me fuera. Solo tenía que pasar hasta la tarde, ir a casa de Mike y ver que solo está jugando a los videojuegos como suele hacer….

Trate de centrarme en los libros que tenía delante, en lo que los profesores decían, pero solo me venía a la cabeza a Johanna montando a Mike como si de un caballo se tratase mientras gemía… Luche por evitar la escena en mi cabeza, pero siempre, por cualquier cosa volvía…

Quería contárselo a alguien, pero no podía, Walker tenía razón, como siempre. Si iba a contárselo a Johanna o Mike, sabrían de mis intenciones, y entonces, en el supuesto de que sí fueran a ponerme los cuernos, ya no lo harían. Y si se lo contaba a Tara… Bueno ella solo me diría que era un sueño y que no tenía de que preocuparme.

Eso por no hablar de que sonaría completamente paranoica y celosa, además de loca. Odiaba que ese chico nuevo, que ha descuadrado todo mi mundo en apenas una semana, siempre tuviera la razón.

Me metí en la biblioteca a la hora de la comida y me mantuve escondida entre las estanterías. El rato de la comida se me hizo eterno, nunca pensé que hora y media pudiera ser tan larga. Trate de buscar algo que leer mientras esperaba, pero siempre me descubría mirando el reloj, que parecía que se había quedado sin pilas o algo así.

Tras la agonizante e infinita espera, el club de matemáticas empezaba en cinco minutos. Seguí sentada ahí, oculta de cualquier mirada. Todos los que pertenecían a algún club ya estaban de camino y los que se querían ir ya se habían ido.

Salí de la biblioteca pasados tres minutos exactos desde el comienzo de las clases. Camine por los pasillos del instituto que ya solo dejaban a un par de alumnos que llegaban tarde. Yo me encamine hacía la salida, sin ningún tipo de prisa, o eso trataba. Realmente quería salir corriendo y comprobar como Walker estaba equivocado.

Lentamente recorrí las calles hasta llegar frente a la casa de Mike. En la calzada del garaje estaba solo el coche de mi novio. Crucé la calle. Ya solo me separaba de la casa un pequeño jardín, podía notar mi corazón latiendo violentamente bajo mi pecho. Toque a la puerta suavemente. No hubo respuesta. Toque de nuevo, esta vez más fuerte y grite el nombre del chico.

Esta vez sí hubo respuesta, un apresurado y ahogado grito diciendo “Ya va”. También, desde fuera, pude oír como bajaba las escaleras. La puerta se abrió y Mike se apoyó en el marco. Tenía la respiración agitada, el pelo revuelto y la bragueta bajada.

-Nina.- Dijo recuperando un poco el aliento.- ¿Qué haces aquí?

-Me apetecía estar contigo y me salte el club de mates.

Salvé el escalón de entrada y me peque a él. Le empuje dentro de la casa antes de acercarme a él y besarle suavemente.

-Nina… Iba a ducharme…

-No hay problema…- Murmure con voz juguetona.- Nos duchamos juntos…

Le agarre por el pantalón y tire de él escaleras arriba. Él se soltó y rezongo.

-No es propio de ti faltar a clase… ¿Estas bien?

Le conteste con una sonrisa. Luego le inste a que me siguiera. Realmente no pasaba nada, estaba preparándose para irse a la ducha. ¿Qué había de malo en ir con él? Vale, era una forma de quitarme el remordimiento de haber dudado de él. Subí las escaleras, seguida muy de cerca por él. Entre en su habitación y me quede helada ahí mismo.

-Hola Nina.

¿Qué hacia ella ahí? ¿Mike no iba a ducharse? Me volví y vi a Mike, con expresión consternada.

-¿Qué ocurre aquí? – Pregunté, quería oír lo que tenían que decir… Ya sabía la respuesta.

-Estamos estudiando historia.- Contesto la chica con una sonrisa.

-¿Os creéis que soy tonta? – Conteste a mi amiga. –Él me dijo que se iba a duchar…

Sin decir nada más, toda mi mente borboteaba ira. Pisando fuerte, salí de la casa, oí a Mike gritar mi nombre detrás de mí y sus pasos. Creo que me agarro, pero debí desprenderme de él con una sacudida, aunque no estaba segura, tenía que contenerme para no explotar ahí o para no echarme a llorar.

Cuando estaba lejos y Mike hubo dejado de seguirme, me pare, respire hondo y trate de tranquilizarme. Lo primero de todo era poner la mente en orden. Mi novio me había puesto los cuernos con mi mejor amiga, y mejor no saber cuántas veces… Y lo peor de todo era que un chico nuevo, en menos de una semana, lo había visto mientras que yo, en todos estos años, no.

Quería ir a casa, tumbarme en la cama, escuchar esas canciones que hablan de desamor y comer helado. Pero no podía ir a casa, todavía se supone que debía de estar en clase.

Sin darme cuenta estaba andando por la calle sin rumbo alguno. Una pick-up negra paro a mi lado. El conductor se bajó, y para mi sorpresa era Walker.

-¿Qué quieres ahora? No es el momento… - Proteste.

Pero el me ignoro, se acercó a mí y me abrazo. Solo me apretó contra él. Se sentía tan calentito y agradable. Le devolví el abrazo y me apoye en su hombro. No pude contener las lágrimas. Cuando me recompuse, él lo noto y nos separamos.

-Vamos a ir a Boston, ¿Quieres venir? Daremos un paseo y comeremos helado.

-¿A Boston? ¿Quién va contigo?

-¿Qué más da? Necesitas salir un rato de aquí y un poco de compañía, ¿no?

Tenía razón, solo necesitaba salir un rato de este lugar, despejarme. Olvidar también está dentro de los planes. Walker me abrió la puerta trasera tras el copiloto y subí. Una vez dentro, vi a Eric montado en el asiento delantero. En cierta manera me sorprendió, pero por otro lado no me resulto extraño. Walker monto en el coche y condujo.

-Yo no… No quería molestar…- Musite.

-No molestas.- Contesto Eric con su sonrisa triste que siempre tenía.- ¿Qué ha ocurrido?

Conté lo que había pasado, pero no lo que Walker y yo habíamos hablado durante el sueño. Dije que fui poniendo la excusa de que me apetecía estar con él en lugar del verdadero motivo. El resto lo conté tal cual.

-¿Entonces podemos insultar a Mike? – Pregunto Walker cuando acabe y mirándome por el espejo retrovisor.

-Sí.- Asentí.- Ese idiota se lo merece.

Antes de darnos cuenta ya estábamos en Boston. Walker encontró un sitio para aparcar con relativa facilidad, cerca de un parque. Menos aún nos costó encontrar una heladería. Walker pidió tres helados de chocolate.

Tras sentarnos en una mesita, abrigados del fresco viento, Walker, que había sido quien llevaba la “voz cantante” se quedó callado, mirando a la inopia.

-¿Walker?- Pregunto Eric, que también se había dado cuenta.

-¿Qué?- Contestó sobresaltado.

-¿Ocurre algo? – Pregunte tímida.

-No, nada… Solo recordé la última vez que comí helado de chocolate…

-Yo, ayer por la tarde.- Contestó Eric. Yo pensé cuando había sido, quizás a finales de verano… Hace un par de meses.

-El día antes a mi cumpleaños.- Murmuro Walker.- Con Nick, en mi casa…

-¿Quién es Nick? – Pregunté con cierta curiosidad.

El chico rubio clavo los ojos en su helado de chocolate, todavía intacto. Su rostro se ensombreció de tal manera que supe inmediatamente que no había que preguntar quién es, sino quien era. Eric puso su mano sobre su muñeca para darle ánimos.

-No debí preguntar, lo siento mucho, Walker.

El chico volvió en sí, y me miro con una sonrisa renovada, y un poco forzada.

-No pasa nada. – Contestó y tomo un poco de su helado.- De normal suelo tomar helado de otros sabores.

Acabamos los helados y nos fuimos a dar un paseo. Al final me quede sin saber quién era Nick. Me sorprendió la facilidad Walker es capaz de cambiar de tema o no contestar lo que se le pregunta, aunque también no quise insistir puesto que pude ver que no le hacía mucha gracia.

Descubrí que Eric no era un tío tan raro, de hecho, era divertido y agradable, dentro de su timidez. Walker, por el contrario, estaba siempre sonriente y tenía una respuesta para todo.

Parecía que Walker quería ir a algún parque a pasear pero encontramos uno, pero estaba cerrado. Estaba rodeado con una cinta policial amarilla de esas de las películas. Walker, con una curiosidad implacable, se acercó a un quiosquero que vendía las últimas noticias del periódico. Estuvo conversando con él un rato y luego volvió.

-Al parecer unos vagabundos que dormían en el parque hace un par de noches murieron ahí.- Nos informó.

-Que mal… Vayamos a otro lado.- Comente y empecé a andar sin saber a dónde ir, no conocía la ciudad.

Walker se quedó un poco rezagado, pero luego nos siguió y caminamos por las calles, llenas de tiendas y escaparates con maravillosos vestidos y zapatos. Y el chico rubio no tuvo una mejor idea que entrar en una gran tienda y convencernos de realizar unos pases de moda. Cogimos varias ropas y nos metimos en los probadores. Nos turnamos para ponernos la ropa.

Me dejaron el honor, y la vergüenza, de ser la primera y me puse un vestido largo de noche. Luego Eric se puso un traje si camisa, dejando al descubierto parte de su torso. Por último, Walker opto por un look más motorista con pantalones y chaqueta de cuero.

Estuvimos así un rato, divirtiéndonos y haciendo comentarios de los modelos de los otros. Cuando nos cansamos y nos dolía todo de reír, nos fuimos y decidimos que era hora de volver a casa.

Walker volvió a conducir. Dejo a Eric en su casa y luego aparco en su casa. Nos bajamos del todoterreno.

-Me lo pase muy bien… Me ha servido para olvidar un poco a Mike.

-Lo siento mucho, Nina, de veras.

-No tienes la culpa. Te diste cuenta y yo no quise creerte. De todos modos, tengo que darte las gracias por abrirme los ojos.- Murmure lentamente algo arrepentida por haberme enfadado con él.

-No, los abriste tú, cuando quisiste, podías haberme ignorado. Ve a descasar, esta noche tenemos algo de trabajo.

-Suena peligroso. – Contesté.

Él solo se limitó a guiñarme un ojo y se metió en su casa, pude oír a su perro ladrando. Yo entre en casa, salude a mi madre y mi padre y cenamos todos juntos, como siempre.

Espero que os haya gustado, comentad que os gustaría leer o que hubierais hecho vostros en ese lugar y si queréis ser los primeros en saber que se ha subido un capi, haceros seguidores al final de la página o mirar en la lista de capítulos.