viernes, 2 de enero de 2015

Hechizo fallido


La habitación estaba iluminada solo con unas pocas velas que reflejaban estrambóticas sombras sobre las paredes recubiertas de estanterías llenas de libros, botes de cristal y demás parafernalia de brujas. Estire la mano para coger uno de los botes, este contenía varios globos oculares, pero lejos de estar inertes y muertos, estos seguían todos mis movimientos, como si siguieran dentro de las cuencas a las que pertenecían. Era espeluznante.

-No toques lo que no debes.- Me renegó la bruja a la vez que me quitaba el tarro de las manos y lo dejaba de nuevo en su sitio.

La mujer se puso detrás de la mesa que había al final de la habitación y dejo sobre esta un enorme libro polvoriento.

-Podías iluminar esto mejor, darle una capa de pintura…

-¿Para qué? No es necesario, sirve así.- Contestó la mujer con un tono cortante mientras ojeaba el libro.

Caminé lentamente examinando el contenido de las estanterías de nuevo. Esta bruja tenía cosas extraordinarias y poco convencionales. Desde luego era una bruja con recursos muy valiosos.

-Cualquiera diría que no me quieres aquí.- Dije a la vez que me sentaba en la polvorienta silla frente a la mesa.

La mujer tenía el pelo anaranjado y le caía sobre los hombros y el pecho. Su cuerpo era esbelto y se encontraba oculto bajo una sencilla capa de ropa, una camiseta y unos vaqueros.

-Tengo mejores cosas que hacer un viernes por la noche.

La mujer dibujo unos garabatos sobre la mesa y luego puso varias velas alrededor. Tenía mucho cuidado y se le veía concentrada. Quizás quería acabar pronto con ello. Tras unos minutos en silencio, levanto la vista y me miró.

-¿Has hecho tu parte?

Me levante de la silla y observe lo que había en la mesa. Era un mapa de la ciudad y tenía dibujado un pentagrama. Invoque el primer frasco, que contenía un alma roja, de vampiro, y la situé en la esquina norte del pentagrama en el mapa, que coincidía con donde había enterrado otro frasco con otra alma de vampiro. Hice lo mismo con otros cuatro frascos, que contenían un alma de licántropo, humano, demonio y ángel respectivamente.

La habitación estaba ahora iluminada de diversos colores, no solo de la amarillenta luz de las velas. El rostro de la joven estaba estupefacto. Era muy posible que fuera de las primeras veces que esa chica veía un alma. E iba a ser una de las pocas.

-Yo hice mi parte. Te toca.

-¿Has matado a toda esta gente?- Preguntó.

-¿De todas las preguntas que podías hacer solo se te ocurre esa?- Contesté.- ¿Qué más da si las he matado o no?

-Pero esto… No está bien…

-No te pago para que me juzgues, te pago para que hagas el bendito ritual. No te has manchado las manos, era lo que pediste, ya está.-Golpee la mesa.- Recita las puñeteras palabras.- Tenía que controlarme, me estaba poniendo de mal humor. No era el momento ni el lugar para reflexiones filosóficas. Llevaba mucho tiempo esperando este momento y no me apetecía retrasarlo más.

Tome aire y retrocedí para dejarle espacio. La chica empezó a recitar el conjuro en una mezcla entre latín y enoquiano. Desde luego tenía una pronunciación terrible, pero era la única bruja que había encontrado con las facultades para poder realizar el ritual.

Las almas empezaron a titilar dentro de sus recipientes, y el pelo de la chica se alborotaba sin motivo, como si hubiera una ráfaga de aire que solo le afectase a ella. Podía oír como su energía se iba agotando, su voz se hacía espesa y jadeante.

Podía notar el oscuro frio del infierno asomándose a este mundo, rozando cada sombra de la habitación.

Tras finalizar las últimas palabras, unos hilos de luz salieron hacia el cielo y quedaron ocultos por el techo y luego todos los frasquitos en la mesa reventaron. La chica salió del trance en el que estaba inmersa y cayó al suelo.

El poco infierno que había se desvaneció, lo que indicaba que el hechizo no había tenido éxito. No había tenido éxito. Noté como la ira fluia por mis venas. El grito que no pude contener fue desgarrador y gutural. Golpee la mesa tan fuerte que la partí, haciendo saltar astillas y velas por la habitación.

Me obligue a concentrarme y contener la ira. Notaba las venas y los ojos hinchados, pude ver como se marcaban en mis brazos que se habían vuelto más pálidos y las venas más rojizas. Inspirando varias veces todo mi cuerpo volvió a su ser.

-Lo siento… No he… No pude con todo lo que venía.- Sollozo la chica. Tenía los ojos llorosos y por la nariz salía un pequeño hilo de sangre.

-Me has hecho perder un tiempo incalculable y no me gusta.- Murmuré en un susurro, controlando mi temperamento.

-No me advertiste de que iba a necesitar energía extra.

-Para eso están las almas.- Grité en respuesta, exasperado por la ineptitud de la chica.

-Pues las almas no eran lo suficientemente fuertes. -Contestó con una furia agotada y jadeante.

-No hay nada más resistente que dos…- Reflexioné brevemente lo que la bruja había dicho. Las almas no habían sido capaces de aguantar el hechizo. ¿Por qué? Lo único más resistente que dos almas es el vínculo que las une. ¿Era posible que las almas tuvieran que estar enlazadas?

Claro que tenían que estar enlazadas. Miré los restos de la mesa y vi una titilante alma aun en el suelo. Era el alma azulada de un humano. ¿Era posible que el alma humana resistente por estar enlazada? Tenía que haberme dado cuenta de ese detalle. Me agache para recoger el alma que había sobrevivido, y la metí en un frasquito nuevo.

Estaba furioso, pero la mujer no tenía que pagar por mi error.

-Volveré cuando haya vuelto a recobrar todas las almas necesarias. Y repetirás el hechizo.

-No. Hice lo que me pediste. Págame y no vuelvas.- La chica se puso entre la puerta y yo.

-Te pedí que lanzaras el hechizo. ¿Esta lanzado?- Hice una breve pausa.- No. Así que no has hecho lo que te pedí.

-Lance el hechizo, otra cosa es que no lo preparases bien.

Materialice un pequeño cuaderno en mi mano, lo abrí y de él extraje las primeras páginas de un tirón.

-Te daré el resto cuando el hechizo este lanzado.

Salí de la habitación dejando a la chica con sus trozos de papel y me fui de la tienducha de especies y tés.

Ahora tenía que ponerme a buscar nuevas almas y esta vez iba a ser más difícil.

1 comentario:

  1. ¡Oh, me ha gustado mucho! Y está bastante bien a nivel formal, ¡sigue así! :3 Cómo sabes lo mucho que me gustan las brujas e.e Jo, en serio, me alegra saber que no soy la única que siempre tira por la temática fantástica... Un día me pondré a leer todo lo que tienes en el blog y acabarás de mí hasta los pies x'D

    Un frío beso,

    Emily

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